16. airplaine mode

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— Hoy tampoco vendrá.

Yo asentí hacia Raeki que se recostaba en la puerta de mi habitación, pero no deje de mirar por la ventana el inmenso mar, casi revuelto. Bajo nubes tan grises que me preguntaba si seguía siendo de día.

Si aún era primavera.

— ¿Seguirá enojado conmigo?

— No lo creo, el rey Jeon no puede enojarse con usted...— bajo mas el tono de la voz jugando con sus dedos. — por tanto tiempo.

— Crees que hice mal en aceptar mi destino.

— No, fue valiente, solo el siempre intenta controlarlo todo. Esta en su linaje de realeza, solo acepte sus disculpas.

Yo aleje mi vista del paisaje y la mujer me daba una sonrisa a medio lado mientras cerraba la puerta tras ella.

Estos días yo había regresado del océano, procesando lo que había visto y lo que los espíritus querrían de mí, pero Jungkook solo pasó la semana bajo el agua quien sabe haciendo que.

Probablemente alejando todos los hombres que tenía la deidad.

— Encontré a estos dos husmeando en el bosque, al jefecito no le gustara saberlo... — Hoseok entro a casa tiempo después, mientras yo cocinaba el almuerzo. — pero huele muy bien así que no estaría de más comer primero antes de empezar el festín.

Los hombres atados con sogas se removieron como unos gusanos en el suelo.

— Por todos los mares, Hoseok, ¿cómo se te ocurre traerlos aquí? — Raeki exclamó dejando la leña a un lado.

— ¿A dónde más? No iba a dejar que se escaparan.

— ¿Quiénes son ellos? ¿Por qué los golpeaste?

Sequé mis manos en una toalla y pronto me vi frente a los sujetos, vestidos de negro. No parecían del océano, pero tenían una mirada fría.

— Presiento autómatas del gobierno así que no creas que están sufriendo, ellos son máquinas... no tienen sentimientos. — Hoseok explicó simple mientras se paseaba por la sala con elegancia. — ahora... pequeña caracola de mar, ¿hay jajangmyeon de sobra?

¿Autómatas del gobierno ? Me perdí de todo.

— Sí, si quieren pueden sentarse, ya lo traeré.

Fui a la cocina y serví los platillos, pero no probé del mío en minutos. Sentía la mirada de ambos hombres en mí.

— Hoseok, lleva a los autómatas al almacén y mantén tus ojos en ellos hasta que el rey Jeon venga. — Raeki tradujo mi actitud extraña y le señalo la parte de la casa a la que no había ido. — si el señor se entera que los dejaste entrar le va a dar de comer tu carne de bagre a los tiburones.

Con un resoplido el cabello naranja se levantó del piso y llevo a los hombres sin esfuerzo hasta el almacén.

— ¿Podrían... darles algo de comer a los hombres?

— ¿Qué? ¿Por qué lo harías? Son peligrosos.

— Es que me miraban... con ansias.— hice una mueca de terror. 

Dejé mis palillos a un lado y supe que no iba a comer, hoy tampoco.

— Esa es la mirada de querer matarte o hacer otras cosas malas.

Yo no decidí discutirle, de por si su trabajo como guardia de una humana debe parecerle patético. Ella ansiaba permanecer en el mar, tanto como Hoseok, no con los ojos puestos en una humana caprichosa.

𝕽𝖆𝖎𝖓 ♛ JJK¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora