21. pistas

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El hotel estaba acordonado de guardias vestidos de civiles y Mingyu soltó una maldición al ver a su padre en toda la puerta.

Viéndolo como si acabara de firmar el comienzo de la guerra.

— Tenias solo una cosa por hacer. — los guardias se acercaron a nosotros y yo fui alejada de su lado sin esfuerzo, los ojos de su padre eran plateados cuando lo regañaron. — no. Meterte. Con. La. Chica. Del. Rey. Jeon. ¡¿Acaso quieres que terminemos en el asador como peces de criadero?! ¡Maldito inconsciente!

Yo oculte mi asombro con una tos, pero Mingyu solo me vio como si tuviera todo controlado.

— Solo la lleve a ver al Río, porque el rey Jeon está ocupado y su chica necesita atención. Además, ella también me ayudó con el oxígeno del agua...

— ¿Que hizo qué?

El rey del Han no era capaz ni de verme y yo me encogí en mi lugar sintiendo un poco de fiebre mientras un guardia me hacía preguntas de cómo estaba. Al parecer, desaparecer tan de repente había revuelto la seguridad del hotel y de todo jodido Seúl.

— El señor estaba muy enojado con usted... y sobre todo con los guardias de su habitación.

— Lo siento. No debí actuar tan descuidada, prometo pagarles. — me incline ante los hombres que casi lloraban. — en serio, lo siento mucho.

Ya me imaginaba lo que les habrá dicho el rey Jeon.

— No debe preocuparse por nosotros señorita Kim, debería hacerlo por usted y las relaciones diplomáticas con el pueblo del río Han.

Yo mordí mi labio inferior nerviosa y una motocicleta se estaciono frente a la puerta principal, Jungkook se bajó quitando su casco y agitando su cabello húmedo caminó hasta mí sin siquiera saludar al otro monarca. Estaba todo vestido de negro como la noche que apenas caía.

— ¿Ya terminaste de joderme? ¿crees que es muy divertido desaparecer así...? — me pregunto entre dientes muy cerca de mí y yo agache mi mirada hasta sus botas. — no quiero hacer un show aquí así que será mejor que te dejes escoltar a la maldita habitación.

De un auto bajaron Raeki y Hoseok, quienes saludaron a los monarcas del río Han.

— Jungkook... no seas tan cerdo, solo le pedí un favor. No es como si hubiéramos pasado a la práctica. — Mingyu no sabía de prudencia.

— ¡Te lo advertí pedazo de mierda!

Él estaba decidido a darle una paliza y su padre estaba de acuerdo con la golpiza contra su hijo, pero Raeki se interpuso con su rostro en blanco.

— Rey Jeon, no haga algo de lo que se arrepentirá. — la chica le dijo tranquila.

— ¡¿Crees que me arrepentiré de borrarle esa sonrisa de autosuficiencia a este hijo de puta?!

— Woah, Rae-ssi, será mejor darle un calmante a tu señor. — Mingyu susurro entretenido y su expresión cambio cuando la peli roja le hizo frente. — por cierto, ese cabello te sienta muy bien. Que alivio que decidiste venir.

Raeki sonrió a un lado antes de ir hasta mi lugar y tomar mi mano de vuelta al lobby del hotel. Mingyu siguió halagando su cabello hasta que la puerta del ascensor se cerró y me di cuenta de un leve sonrojo en sus mejillas.

— Jeon... deberías calmarte. — Hoseok le decía severo.

La primera vez que lo veía tan serio.

— ¡Me voy a calmar una mierda! ¿Podrían dejarnos solos?

— Lo siento, pero no dejaremos a Hanam contigo hasta que nos aseguremos que no harás algo de lo que te arrepentirás después. — Raeki le susurro mientras me invitaba a sentarme en un sofá del salón y me daba un té caliente. — solo fue un simple paseo Señor, ella no tenía intención de huir.

𝕽𝖆𝖎𝖓 ♛ JJK¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora