Grandes cambios

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NARRADOR

Tan solo dos meses habían pasado desde que Samuel y Leobardo habían tomado el control de los viñedos y todo parecía marchar correctamente, en esos dos meses a Blanca se le había pasado el coraje después de la lectura del testamento y por su parte Abdiel comenzó ayudar a Samuel aunque esté no quisiera. 

Samuel comprendió que una ayuda extra no le vendría mal y pues al final de cuentas Aarón se había sentido más cómodo ayudando a Leobardo.

Después de una jornada entera de trabajo se había llegado la hora de cenar y todos los presentes tenían en verdad hambre

Julieta: ¿Y cómo les fue en su día?

Samuel: Pensé que esto sería algo fácil pero ya veo que no, de no ser por Leobardo y Abdiel esto hubiera terminado mal desde la primera semana

Leobardo: Eres muy buen aprendiz de eso no tengas dudas

Abdiel: Vaya que sí Sam, mis respetos para ti

Leobardo: Quién en verdad me sorprendió mucho fue Aarón, aprendes muy rápido carnal

Samuel: ¿Carnal?

Aarón: Después de todo no somos muy diferentes, bueno tal vez nuestra orientación sexual nos diferencia

Leobardo: Eres un estúpido Aarón

Blanca: En esta mesa no se dicen malas palabras ¿Entendido?

Julieta: Tranquila hermana, nos quedó claro. Por cierto familia creo que es momento que Leobardo y yo les contemos nuestra idea que surgió desde que llegamos

Samuel: Un momento ¿Todo este tiempo has sabido de la idea de este hombre?

Leobardo: ¿Crees que a mí solo se me hubiera ocurrido algo que te contará tu tía? ¡Te falta mucho por conocerme!

Abdiel: Muchas vueltas al asunto ¿Qué pasá?

Julieta: Queremos darle un giro inesperado a lo que siempre hacemos aquí y aunque al principio no quería este joven me convenció 

Samuel: ¿Entonces?

Leobardo: Queremos hacer como un salón tipo eventos ¿Me explico? No sé, que la gente venga a cenar aquí con nuestros propios vinos y nuestra propia comida. También queremos abrir un espacio para que se realicen eventos grandes y es aquí donde entras tu Sam

SAMUEL

-¿Dónde entro yo?- me latía todo lo que decía Leobardo, pero ¿Qué tenía que ver yo en esto?

Julieta: Así es hijo, sabemos el gran sacrificio que hiciste al renunciar a todos tus sueños y es algo que ya no vamos a permitir más

Leobardo: En el espacio en donde mencioné eventos grandes hacía referencia a qué aquí se pueden dar conciertos de algún artista o tú puedes presentar y modelar tus prendas Samuel

Aarón: ¡No te pases! Eso sería increíble Samuel ¿No crees?

Me quedé en silencio, dos meses planeando esto ¡Era una locura! Mi cara demostraba toda la emoción que sentía al escuchar que podía modelar y presentar mis propias prendas

Abdiel: No voy a negar que es una idea increíble Leo y tía y cuentan conmigo para todo

Julieta: ¿Qué te parece Sam? Por tu cara creo que

Samuel: ¡Que es una idea más que increíble! ¡Gracias mil gracias! Pero si yo voy a modelar quiero que Leobardo canté en las noches de cena

Aarón: ¿Qué pasó carnal? ¿Cómo que no sabía que cantaba?

LEOBARDO

Me quedé en la posición justa cuando estaba tomando agua ¡Yo cantando! Obviamente que no, ni de loco

Samuel: ¡Por favor Leo! Cantas increíble y es justo que todo Baja California te conozca 

Aarón: Estoy de acuerdo, le estás ayudando a Samuel a cumplir sus metas y el te quiere ayudar a ti Leo

Julieta: Es más, yo te puedo acompañar con algún instrumento ¿Va?

Nos quedamos viendo ¿Julieta sabe tocar algún instrumento? Eso sí que no nos lo esperábamos

Abdiel: ¿Sabes tocar algún instrumento tía?

Blanca: Desde niña siempre le gustó todo acerca de la música y no solo sabe tocar sino que también sabe cantar

Samuel: ¿Es cierto? ¿Por qué jamás me habías contado tía?

Julieta: Por qué dejé de hacerlo y tal vez perdí la práctica hijo

Leobardo: Lo que bien se aprende jamás se olvida ¿Sabe tocar el piano?

Julieta: En efecto ¿Por qué?

Leobardo: Nos vamos a echar un mini concierto y vean de qué estamos hechos

Aarón: ¡Familia de talentos! Yo no me pierdo el concierto por nada del mundo

NARRADOR

Julieta tomó asiento en el piano y Leobardo a un costado de ella, los demás tomaron asiento en la sala y esperaron a que iniciará el espectáculo. Por su parte Leobardo y Julieta se ponían de acuerdo para elegir la canción, cuando llegaron a un acuerdo Julieta comenzó a tocar el piano y Leobardo a entonar la canción

Recuerdo aquel día como si fuera un hoy

No hay nada como ella, ni siquiera me encontró

Recuerdo todavía la vez que la besé

Fue mi primer amor y ahora escribo su canción

Hay algo más inexplicable como su mirada

Inigualable como la manera en que me cela

Y trata de disimular que no está mal

Voy a cuidarte por la noches

Voy amarte sin reproches

Te voy a extrañar en la tempestad

Y aunque existan mil razones para renunciar

No hay nadie más

No hay nadie más

Los presentes disfrutaban del espectáculo que estaba pasando que nadie se dió cuenta de las miradas que Samuel y Leobardo tenían, bueno nadie es un decir

En cuanto terminaron de cantar todos les aplaudieron pues fue hermoso todo lo que pasó

Abdiel: Creo que no hay nada que pensar y la idea para mí está perfecta

Samuel: Si Leobardo acepta cantar con mi tía yo acepto modelar aquí

Leobardo: De acuerdo, aceptó.


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