Dejando mi felicidad

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LEOBARDO

Quería que Samuel saliera corriendo detrás de mí y que se fuera con nosotros, pero no lo hizo y tal vez era cierto y nunca me amó como yo a él, tal vez si fui un juego para el. El irme al principio sonaba muy tonto, pero comprendí que era lo mejor para todos

-¿Cómo estás?- me abrazo Julieta sabiendo que era lo que más necesitaba

Rogelio: Hijo, te juro que nunca pensamos que todo pasaría y de haber sabido jamás te hubiéramos buscado

Leobardo: No, creo que hubiera sido peor si nos ponemos a pensar; por algo pasan las cosas y esto tenía que pasar así

Julieta: Yo me siento mal por ustedes mis niños, yo los apoye y los alenté en que siguieran su relación y...

Leobardo: Basta, esto no es culpa ni tuya, ni de Rogelio, ni mía, ni de Samuel; fue culpa de las malas decisiones de don Julián y Blanca

Julieta: Sí al menos hubiera sido más fuerte y te hubiera defendido...

Leobardo: Ya, mejor hay que pensar que tenemos una nueva oportunidad y a todo esto ¿A dónde vamos papás?

Mi papá frenó de golpe haciendo que nos sobresaltaramos

Rogelio: ¿Cómo nos dijistes?

Leobardo: Papás, después de todo eso son lo que son ¿No?

Julieta: Mi niño, no sabes cuánto espere a que me llamaras así

Leobardo: Ya, hay que dejar el sentimiento y díganme a dónde vamos

Julieta: Un pajarito llamado Laura me dijo que jamás has conocido el mar así que...

Rogelio: Vamos para Nayarit

Solo asentí y me recargue en el vidrio de la ventana dejando que el recuerdo me invadiera...

Inicio del flashback

-¿Cómo es posible que te guste esa canción?- ahí me encontraba cuestionando la canción que tenía Samuel en su teléfono diciendo que era la mejor del mundo

Samuel: ¿Me vas a negar que tiene un ritmo pegajoso amor?

Leobardo: No, está buena, pero por dios ¿Qué comparas estos viñedos con la playa? Además, esa canción ni es reconocida aquí amor

Samuel: Por qué les falta cultura musical amor

Leobardo: ¿Qué tienen nuestros gustos musicales amor?

Samuel: No salen de la banda, hay muchas más cosas buenas

Leobardo: ¿Qué acabas de decir? Eso no te lo perdono

Al darme cuenta que Samuel no tenía el teléfono en sus manos no dude en aventarlo al lago para después saltar yo ganandome unos pequeños golpes por parte de mi novio

Samuel: ¿Qué te pasa? ¿Por qué lo hiciste?

Leobardo: Estabas hablando mal de mis raíces y eso no se lo perdonó a nadie

Samuel: ¿Así? ¿Y cómo vas a impedir que deje de hablar?

Leobardo: ¿Cómo crees tú?

Lo abrace por la cintura y lo comencé a besar, después los besos fueron subiendo de intensidad y de un momento a otro tome sus glúteos con mis manos y lo subi haciendo que me abrazará con sus piernas.

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