Viñedos

El verdadero rostro...

LEOBARDO

Llegué al café tal como me lo pidió Iván y me sorprendió bastante que también estuviera Samuel y por fin tuve el gusto de conocer a Pablo

Iván: Al fin llegas, te estamos esperando

Leobardo: Perdón, tenía que dejar a doña Blanca en la plaza

Samuel: ¿Vino mi tía contigo?

Leobardo: Fue el pretexto para que venir sin que sospechara Eric

Pablo: Hola, mucho gusto Pablo

Leobardo: Hola, yo soy Leo ¿Me pueden decir porque tanta urgencia?

Iván: Necesito que escuchen lo que Pablo tiene que decirles

Samuel: Te escuchamos

Pablo: Bueno, le estaba contando a Iván que vivir con Eric al principio fue fácil, pero con el paso del tiempo se volvió un infierno; siempre me amenazaba con que si lo dejaba se haría daño o le haría daño a mi familia y siempre lo puse excusas que era por su enfermedad, pero justo el día de la boda me hicieron entrar en razón y por eso no me case con él

Leobardo: Con nosotros solo ha llegado a amenazarnos y dañarnos físicamente

Pablo: ¿Eso te lo hizo él Sam?

Samuel: Sí, tuvimos una discusión fuerte y fue ahí cuando me dijo que tenía trastorno de personalidad con bipolaridad

Leobardo: ¿Bipolaridad?

Samuel: Sí, se me fue decirte esto

Iván: Chicos, no estamos tratando con nada fácil

Pablo: En efecto, la tal Susana que todos mencionan no se llama así, su nombre es Fernanda y no es su mejor amiga sino su hermana y está siendo investigada por asesinato a un español ¿Comprenden la gravedad del asunto? Por eso no dude ni dos segundos cuando recibí la llamada

Me quedé en total silencio y me culpaba de todo, pues si yo hubiera tomado mejores decisiones no hubiera expuesto a nadie en todo está mierda

NARRADOR

Mientras todo se vivía en un pequeño café en la hacienda y el pueblo sucedería el inicio de la bomba... Bomba que explotaría tarde que temprano...

Julieta y Rogelio llegaron después de estar analizando todo lo que su hijo estaba viviendo y Eric los estaba esperando para platicar

Eric: No se si sepan los problemas que tengo con Leo

Julieta: Era un tema que no quería tocar, pero ya que lo estás haciendo tú ¿Estás dispuesto a obligar a nuestro hijo a estar contigo?

Eric: ¡Por qué me ama! ¡Por eso se casó conmigo!

Rogelio: Mi hijo ya te dijo que no te ama, que está confundido con sus sentimientos y tu debes de darle ese espacio Eric

Eric: ¿Sugieren que me vaya así como si no paso nada?

Julieta: Te estamos diciendo que le des un espacio a nuestro hijo para que piense las cosas, solamente eso

Eric: No se si estoy hablando otro idioma ¡Leo se casó conmigo y es de por vida! ¿Escucharon? ¡De por vida!

Rogelio: ¡Tú no puedes obligar a mi hijo a qué te amé!

Eric: ¡No me retes doctor, no es bueno y lo saben!

Justo en ese momento Julieta y Rogelio se dieron cuenta con lo que estaban tratando pues Eric ya se había mostrado tal y como era

ABDIEL

Trataba de actuar normal ante la presencia de Susana, no quería que sospechara algo...

Susana: Me dijo Eric que estabas aquí

Abdiel: Sí, vine por unos papeles y ya me iba

Susana: Quiero que hablemos de algo

Abdiel: Sí ¿Qué pasa?

Susana: No sé si sepas, pero Sam se está metiendo en la relación de Eric y Leo y pues ¿Tu crees que sea correcto?

Abdiel: ¿Estás segura? Siento que Eric está siendo un poco exagerado

Susana: ¡Nada de!... Exagerado amor, por eso te tengo una propuesta

Abdiel: ¿Ajá?

Susana: ¿Por qué no hablas con el abogado y le dices que Samuel no está bien para tener el control de la hacienda?

Abdiel: ¿Eso para qué?

Susana: Pues tú te quedarías con el control y Samuel se podría ir de aquí y Eric y Leo pueden vivir su amor

Abdiel: ¿Estás loca? Sabes perfectamente las cláusulas que el abogado dejó establecidas Susana, yo no puedo hacer eso

Susana: ¡Solo piénsalo! Tu que quedarías como dueño de la hacienda ¿No es lo que siempre soñaste?

Abdiel: Sí, pero no así y perdón pero mi mamá me está llamando

Salí de la recámara de ella y mientras contestaba fui bajando las escaleras para irme a la vinícola; escuchaba a mi mamá un poco agitada y no entendía nada de lo que me trataba de decir

Abdiel: ¡Mamá! ¿Te quieres calmar? No te entiendo absolutamente nada

Blanca: ¡Tú papá! ¡Tú papá!

Abdiel: ¿¡Qué pasa con mi papá?!

Blanca: ¡Salió de la...!

Me quedé congelado al escucharlo, pensé que jamás lo haría pero lo estaba haciendo... mi padre había salido de la cárcel...