Cuando más te necesité

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LEOBARDO

Desperté entre las piernas de Laura la cual en una posición incómoda dormía, cuando mire a mi alrededor noté la mesa y el recuerdo se vino a mi mente; de varios movimientos intenté despertar a mi mejor amiga para que me pusiera en contexto

Laura: ¿Cómo estás?

Leobardo: Yo estoy bien ¿Cómo está Samuel?

Laura: Mal, está preocupado por ti y toda la noche a estado viniendo para ver si ya despertarse

Leobardo: ¿Puedes hablarle por favor?

Me dijo que sí y salió en busca de Samuel, tenía miedo de la conversación que tendríamos pero ya era justo que supiera la verdad de mi pasado

En cuestión de nada ví como Samuel entraba a mi recámara y me abrazo tan fuerte que sentía que reparaba mi alma; de parte solo lloraba como aquel niño de quince años…

-Amor, yo- no lo permiti terminar pues necesitaba que me escuchará, necesitaba que él supiera la verdad si quería superar mi trauma



Inicio del flashback

-¡Que se fue ¿Qué parte no entiendes?- esa parte es la que no entendí ¿Por qué se había ido sin verme? No duró ni un día en la hacienda, quería saber cómo le iba, que estaba haciendo o si al menos me extrañaba pero no, Samuel se fue así.

Desobedienci a mi papá y me vine a pesar de que era muy noche, pero pues lo necesitaba hacer; ya después hablaré con mi papá y le explicaré todo

Cuando iba de salida de la hacienda escuché gritos desesperados pidiendo ayuda; después de un rato logré identificar de dónde procedían por lo que sin pensarlo corrí para averiguar.

Tenía quince años y sabes, creo que a esa edad te sientes invencible, sientes que puedes solucionar todo, pero no a lo que me enfrentaría era más fuerte que yo, pero no lo veía así

Con la ayuda de la luz de la luna noté como una persona de mi edad intentaba luchar con otra persona más fuerte que él; con una piedra que alcance a distinguir logré golpearle la cabeza y así y ayudarle a la otra persona.

Todo fue en cuestión de tiempo, la oscuridad de la noche no me ayudó a identificar a qué persona ayudaba, pero solo tome su mano al darme cuenta que la fuerza de mi golpe no le había hecho mucho. Corrimos lo que más pudimos, pero el cansancio nos agotó; le pedí aquella persona que siguiera para buscar ayuda en la hacienda en lo que yo me quedaba para ocultarme o dañarlo con más gravedad.

Me escondí entre unos árboles, pero no lograba verlo; pensé que se había ido pero justo cuando iba a salir de donde estaba una fuerza me tomo por la cintura, intente quitarlo de mi, pensé que me mataría pero no fue así…

SAMUEL

Leobardo no dejaba de llorar, temblaba demasiado, quería que parara pues no lo quería hacer recordar aquel momento; comprendía el daño que le habían hecho, comprendió su cambio de personalidad ¿Quién no lo haría después de pasar eso? Le pedí que ya no me contará, pero no lo logré pues el quería desahogarse conmigo

Continuación del flashback…

Sentí como sus manos empezaban a quitarme la ropa tocando cada parte de mi cuerpo, la fuerza me empezó a fallar, por más que gritaba nadie llegaba, grité tu nombre, el de Laura, el de todos pero nadie llegó a mi rescata. No recuerdo mucho después pero cuando aquel maldito terminó de destrozarme la vida simplemente se fue dejándome ahí; horas después llegó tu abuelo y mi papá pero ya era demasiado tarde, morí en ese momento…

Fin del flashback

Odiaba al maldito mundo, odiaba a su gente, odiaba todo lo que respiraba ¿Qué tienen aquellas personas que hacen daño sin remordimiento? ¡Leobardo solo tenía quince años! Él solo intentaba ayudar a la otra persona y salió lastimado. Muchas de las veces nos presentan aquel héroe que no le tiene miedo a nada y se enfrenta con villanos ¿Por qué no hablan de los verdaderos héroes? De la vida real, los que se levantan por un sueño y en cuestión de segundos todo se va a la mierda ¿Por qué hablan de villanos que son derrotados? No todos los villanos se derrotan, a veces terminan ganado… Ayudaría a Leo a recuperar su vida, no estuve para él en ese momento, pero ahora lo estaría para siempre.

Solo lo abrazaba, no quería soltarlo nunca más, lo sentía demasiado frágil, me sentía culpable ¿Por qué me fui? ¿Qué había pasado para que yo tomara aquella decisión tan repentina? ¿Por qué no recordaba esto? Si lo ayudaría tenía que estar bien yo, eso era obvio; cuando distinguí que Leo ya se encontraba más tranquilo le comenté lo que había pensado

Leobardo: Samuel, no quiero que nadie más se entere, comprende por favor

Samuel: Entiende tu amor, tienes que hablarlo con alguien profesional; yo te ayudaré pero como una vez tú lo dijiste no estaré para ti toda la vida

Leobardo: No ¿Qué ganaría yo?

Samuel: Superar tu trauma, ayudar a que las otras personas que han pasado lo mismo tengan el valor de hablar también; hacer que los demás piensen que solo las mujeres sufren esto. Amor, no tienes porque quedarte con el dolor, tienes la libertad de sacarlo todo

Leobardo: ¿Estarás para mí en todo momento? 

Samuel: Hasta que logres estar bien, hasta que logre volver a vivir

Leobardo: De acuerdo, haremos lo que sea necesario amor y gracias por no saltarme después de lo de anoche

Samuel: No llevamos prisa amor, tal vez me fui aquella noche, pero no más y aquí me quedaré a tu lado

Leobardo: Al menos por este día ¿Nos podemos quedar aquí? No quiero ir a trabajar ni quiero que salgas de esta recamara

Samuel: Le pediré a Abdiel y Aarón que se hagan cargo de todo el día de hoy ¿Va?

NARRADOR

Samuel simplemente abrazo a Leobardo y sin decir ni una palabra se quedaron así, ya era justo que tuvieran un momento de tranquilidad; al menos en lo que toda la verdad salía a la luz y ya más fuertes y sin temores sean capaces de vencerlo todo.

Las personas llegan a tu vida en el momento indicado, pedo también se van en el peor momento de tu vida. Hay manera de ganarle al destino, a lo que ya está establecido. El destino no es el que ya está decidido, el destino son el camino que tomas, el destino está en tus manos con una sola decisión que puedes tomar. Muchas de las veces tomamos decisiones sin darnos cuenta que dañaremos a terceros, siempre y cuando nosotros seamos felices.

La vida no es justa, la sociedad tampoco lo es pero, si alguien es capaz de decir basta y darle esperanza a otras personas ¿Qué nos detiene? Seamos empáticos sin esperar nada, el destino te dará la recompensa a tus actos.

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