Era el último fin de semana del mes por ende Louis salía con su familia a reuniones por tal motivo no lo vería durante dos días completos, hasta lunes en la tarde, cuando terminara de trabajar.
Aprovecho la ausencia de su amante para enfrentar a su progenitora y exigirle una explicación de la conversación que tuvo con Louis pues el susodicho se había negado a decirle una palabra de ello.
-Joven Harry, un gusto tenerlo aquí nuevamente.- saludó el mayordomo.
-¿Dónde esta Anne?- preguntó rápidamente.
-La señora se encuentra en el jardín.-
El rizado asintió y fue en busca de la mujer.
-Hola Harry.- dijo Anne mientras revisaba cuidadosamente de sus plantas.
Su madre siempre fue muy detallista pero al tratarse de sus plantas y demás flores del jardín, era mucho más estricta.
-¿Qué fue lo que hablaron Louis y tú?
-Cosas.- respondió casual.
-¿Qué clase de cosas?
La paciencia era una de sus virtudes, siempre tenía un nivel alto pero a veces llegaba a su límite, más con su madre y obviamente con su pareja.
-Ya dime.-
Anne rió ante tal expresión pues su hijo había retomado los años de niñez al exigirle saber sobre su conversación con Louis.
-Lou tenía razón, cuando no obtienes lo que quieres montas una rabieta. Pensé que lo habías superado.
Las mejillas de Harry se convierten en color carmesí por la vergüenza. Era increíble que Louis le haya contado sobre sus rabietas de niño.
-Fue una conversación demasiado larga a decir verdad.-
Después de varias suplicas de parte del menor, la mujer se decidió a contarle pero con una buena taza de té.
-Me habló de sus sentimientos, los tuyos, ciertamente es más inteligente de lo que creí. - sonríe.- Me contó como se conocieron, los esfuerzos que hizo para conquistarte ¿De verdad se desnudó?
Louis no podía ser más descarado, pensó que iba a omitir sus coqueteos indecentes pues estaba tratando de agradarle a su suegra, debía comportarse con algo de sensatez.
-Todos tienes sus formas de conquistas... Louis tiene las suyas defendió.
Cox miró con alegría a su hijo todo cohibido, jamás le había visto de esa manera.
-¿Sabes por qué desapruebo tus relaciones?
-Porque odias verme feliz ¿no?
-Louis pareció entenderlo mejor.- admitió.- Ninguna me pareció lo suficientemente decidida como para dejarte con ellas... Indecisas, inseguras, todas un lecho de nervioso.
-Bueno, siempre que venían las trataba muy mal ¿Qué esperabas?
-Algo como Louis. Te seré sincera, cuando lo trajiste a casa pensé que era un alborotador y quizás lo sea pero tiene sus valores y principios muy en alto de igual forma sus convicciones.
- Explicate.-
Anne sonrió al recordar la forma tan graciosa en que Louis golpeó a su hijo cuando le faltó al respeto e incluso fue una mejor lección de las que ella pudo darle.
- Independientemente de que seas su pareja supo comportarse delante de la familia y mejor aún, corrigió tus groserías. Otro en su lugar estaría de tu parte y habría un escándalo, sin embargo Louis actúo diferente, se posicionó en un punto medio.
-Más explícita Anne, me haces entender que estuvo bien que me golpeara y por eso te agrada.
- El amor no se trata siempre de estar bien o a favor de tu pareja todo el tiempo, se trata de ver los errores de tu amante y corregirlos, ayudarse mutuamente. A eso me refiero. Una persona que logre hacerte crecer como ser humano, un compañero que vea por la felicidad de ambos y no sólo en la suya, eso es amor.
Harry estaba impactado pues jamás creyó escuchar a su madre hablar así.
Quizás él había visto erróneamente los actos de su madre porque en realidad buscaba emanciparse de ella pero nunca notó la preocupación que vivía día a día la mujer al estar distante de su hijo, no hasta aquella tarde.
Anne le contó lo fascinada que estaba con Louis pues decía que era una persona muy sincera y de buenos sentimientos. Asertivo. Una persona digna de admirar.
-Me voy.-
La mujer se levantó de su silla y encaminó a su retoño hasta su auto, quería despedirse como Louis le recomendó.
-Deberías traer a Louis la próxima vez que vengas hijo.
-No creo venir dentro de dos meses, ya he gastado la visitadas de cada mes.- sonríe.
Cuando Harry abandonó su hogar para vivir solo, había acordado visitarlos por lo menos una vez al mes.
-Entonces sólo puede venir Louis.-
-Esta demasiado ocupado, además de que ha hecho un viaje con su familia.
-Entonces le mandare un mensaje para ponernos de acuerdo.
-¿Tienes su número?
-Si. La mayor parte del tiempo hablamos y otra nos burlamos de ti.- rié.- De hecho le envió fotos de ti muy seguido.
Anne muestra parte de la conversación con Louis.
-No es normal que hables mucho con mi novio, mamá.
-Lou es como otro hijo.
Harry se despidió y antes de subirse a su auto, la mujer le tomó de los hombros y le dio un fuerte abrazo.
-Cuida de ti.- besó su frente.
Fue una gran y agradable sorpresa por parte de su madre. Al parecer habían comenzado a curar la relación que perdieron hace años.
Anne vio marcharse al auto y recordó las palabras de Louis.
"-Harry puede ser exactamente como tú, terco y orgulloso pero también muy torpe por eso debes ser más explícita con tus sentimientos y razones, así él podrá abrir su corazón contigo. No está de más darle un abrazo y un beso en la frente. Verás como funciona. - sonríe el castaño"
Con un sonrisa, Anne escribe rápidamente en la conversación de Louis.
"-Gracias por todo, hijo."