capítulo 4

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-¡Lou! ¡Lou! Acabo de recordar que te he traído algo.

Louis miró hacia arriba a través de su flequillo, desde donde él estaba en el suelo, hurgando en el barro con una rama. Sus ojos brillaron emocionados, con una sonrisa que se extendió por su rostro- ¿Algo cómo qué?

-Vamos. Vamos a sentarnos. Te voy a mostrar.

Louis dejó caer la rama, limpiándose las manos en sus pantalones verdes y ajustando su sombrero sobre su cabeza. Se levantó tendiéndole la mano a Harry, para liderar el camino. Harry sonrió al suelo y luego a Louis agarrando sus dedos, llevándolo a un lugar más suave para sentarse, entre la hierba y las flores. Louis le sonrió cuando llegaron, apretando su mano, aún más emocionado de lo que estaba hace un momento.

Harry dejó que Louis se encontrara un lugar adecuado en el suelo para sentarse, a las afueras del campo, al lado de un árbol y Harry de dejó caer primero, liberando la mano Louis, dejando escapar un suspiro cuando Louis cayó directamente en su regazo, con las piernas a cada lado de sus muslos. Harry se recostó contra el tronco del árbol, con los ojos cerrándose ligeramente sólo por un momento, mientras Louis se acurrucaba en su cuello.

Abrió los ojos de golpe de nuevo cuando Louis recordó la razón por la que había estado tan emocionado en primer lugar. Encontró los azules ojo de Louis llenos de emoción, y tuvo que tomarse unos segundos para observar y disfrutar de lo brillantes y azules que eran. Louis ladeó la cabeza –Entonces, ¿qué tienes para mí, Haz?

Harry se rió suavemente, metiendo la mano en el bolsillo. Sacó un paquete brillante y murmuró: -Haribo.

-¿Cómo tu nombre?- Harry se rió de nuevo.

-En realidad no. Quiero decir, supongo. Pero es una empresa. Son dulces.

-¿Dulces?

-Sí, toma- Harry abrió el paquete y sacó una de las gomitas. Era de color amarillo brillante.

-Eso se ve como moco.

Harry se reía – Pruébalo. Es bueno.

-¿Se supone que lo debo comer?- Preguntó Louis, mirando el caramelo blando entre los dedos de Harry - ¿Tiene sabor a mocos?

-¡No!-Louis no parecía muy convencido.- Mira, voy a comer uno primero, ¿de acuerdo? Son deliciosos, te lo juro- Louis aún parecía desconfiar, pero sus ojos brillaban, por lo que Harry supo que realmente no estaba tan preocupado. Harry se metió el caramelo en la boca y masticó con alegría, la gomita era dulce y deliciosa -¿Ves? Sabe bien.

-Está bien. Lo voy a probar, pero sólo uno. No tenía miedo de todos modos- dijo Louis con orgullo, extendiendo la palma de su mano por un dulce. Harry le sonrió, admirando la forma que tenía de probarse a sí mismo que era el chico más valiente de Neverland.

Él le dio una azul, sabiendo que parecía tener menos aspecto a moco, aunque Harry estaba seguro de que Louis podría compararlo con algo igual o más repugnante. Louis puso el dulce en su boca con una sonrisa, masticando y tragando ruidosamente, acabando con un sonido de felicidad.

-¡Otra!- Louis exclamó tan pronto como ya no le quedaba nada en la boca- ¡No saben a moco!

-Te lo dije- Dijo Harry, pero no condescendiente.

Su sonrisa era cálida y también lo era su piel contra la de Louis. Sostuvo la bolsa para que Louis pudiera escoger el que quisiera. Tomo uno rosa y lo masticó ruidosamente, pero Harry pensó que era a propósito.

La cabeza de Louis se ladeó de nuevo, y el labio inferior sobresalía un poco mientras miraba fijamente a los ojos verdes de Harry.

Murmuró de la nada: -Tus ojos combinan con mi sombrero.

Harry miró su sombrero y coincidía con el color de sus ojos. Estaba a punto de responder cuando Louis volvió a hablar, en un tono más bajo esta vez.

-¿Puedo darte un beso, Harry? Quiero besarte.

Harry respiró profundo.

-No tienes que preguntar, Lou, Nunca lo tienes que pedir- La sonrisa de Louis era pequeña y tímida, y ladeó la cabeza de forma en que ahora sabía era el ángulo perfecto para besar a Harry.

Casi había acabado el camino a los labios de su amigo, se encontró con ellos en un beso suave. Sus bocas tenían un ligero sabor a Habiro y azúcar. Su lengua tímidamente separó los labios de Harry, lamiéndolo con lo que al principio parecía preocupación, pero luego fervor, limpiando  la lengua y lamiendo a través de sus dientes. Sus manos agarraron los hombros de Harry, queriendo más, más, más.

Cuando Harry se movió para separarse, Louis tiró de su labio inferior con los dientes, no intentando ser sensual, sino simplemente porque no quería que Harry se alejara y ese fue su intento para hacer que se quedara cerca.

Harry le dio un pequeño beso una vez más, y Louis gimió contra sus labios, pero Harry se había separado y estaba agarrando otro caramelo de la bolsa, comiendo uno y después vio la sonrisa que se dibujó en el rostro de Louis cuando colocó una entre los labios para que él lo tomara. Lo tomó felizmente, lamiéndose los labios casi en broma después de que se lo tragó, pero en realidad, él no sabía qué hacer ahora.

-¿Qué otros colores hay?- Louis preguntó, tratando de llegar a la bolsa desplazándose hacia adelante en el regazo de Harry, sobre sus caderas alineadas.

-Muchos de ellos- Harry rió, manteniendo el paquete fuera de su alcance.

-¡Dámelos! – Louis gimió, meciendo sus caderas hacia delante para poder tomar la bolsa, moviéndose y estirando sus brazos. Rodó sus caderas hacia abajo, y los ojos de Harry se abrieron, pensando en cómo iba a explicar su erección presionando hacia arriba en la entrepierna de Louis.

Louis parpadeó – Eso se sintió bien, - dijo- ¿es otra manera de mostrarte que te amo? Porque aunque no me compartas Haribos aún te amo.

Los dedos de Harry se enrollaron en la parte posterior del cuello de Louis, en el nacimiento de su cabello, tirandolo más cerca de él para un beso más profundo, su lengua deslizándose por sus labios –Sí, Lou. Es otra manera de mostrar nuestro amor.

-¿Qué hago?- Su tono era inocente, curioso. Sus ojos azules estaban abiertos lo más ampliamente que podían, con sus pupilas oscuras y sosteniendo un brillo único.

-Oh… - Harry no sabía muy bien cómo explicarle. Apretó los labios al cuello de Louis pensando –Haz lo mismo que yo- Demostró, rodando sus caderas hacia arriba para encontrarse con las de Louis.

-Oh… - Louis dejó, con voz entrecortada y en un tono alto.

Su boca permanecía abierta mientras Harry chupaba la piel de su cuello, Louis sabiendo ahora exactamente lo que Harry quería que hiciera. Harry lamió y mordisqueó, esperando algún movimiento de Louis para moler sus caderas juntas, sus erecciones prominentes en ambos pantalones.

Él empujó suavemente al principio, en busca de fricción, pero no muy seguro de cómo hacerlo.

-Sí.- Harry respiró- Justo así, Lou. Es muy bueno.

Sus manos vagaron por la espalda de Louis, deslizándose bajo el material verde de la camisa y sintiendo su calor mientras empujaba a Louis animándolo a bajar. Paso sus uñas ligeramente y lo sintió temblar, sus ojos se conectaron y encontraron sus labios en un beso hambriento.

Harry nunca pensó que vería a Louis tan lleno de lujuria.

Sus alientos se sentían calientes contra el otro, jadeando y ahora sus cuerpos se frotaban uno contra el otro de forma constante. Louis hizo pequeños sonidos dentro de su boca causando que Harry gimiera, sus ojos cerrándose de vez en cuando, un azul nubloso reuniéndose con un verde lujurioso.

Louis se agarró del bíceps de Harry, besándolo rápidamente y moviéndose hacia abajo sobre Harry desenfrenadamente, de forma rápida, con ganas de sentirse bien, queriendo que Harry sintiese lo mismo. Él se aferró a sus brazos apretando fuertemente, a veces moviendo una mano a su mandíbula y besándolo con más fuerza, vertiendo toda su inagotable energía en sus movimientos, presionando más fuerte y mucho más rápido, mordiendo los labios de Harry, perdido en su placer, pensando de inmediato que le había hrcho daño, pero a continuación, se sorprendió a sí mismo en el choque de sentimientos desconocidos que corrían a través de él cuando Harry gimió.

Hacía calor y las manos de Harry recorriendo su espalda lo estaban haciendo retorcerse.

-Harry, ¿se-se… siente bien?

Harry gimió de nuevo, besando a Louis duro y apretando su trasero –Mierda.- maldijo –Sí, se siente muy bien, Lou.

Louis quiso sonreír, pero estaba demasiado perdido. Sus caderas se movían casi incontrolablemente, se movían y sacudían hacia Harry encontrándose. Hubo una opresión en su abdomen, y se acordó, por la última vez lo que significaba –Ha-az, e-está sucediendo de nuevo.

-Shh, Lou.- Harry murmuró, besando su cuello- Está bien.

-Sí, está bien- Dijo Louis, su voz alta mientras seguía moviéndose sin descanso, recargando la cabeza en el hombro de Harry mientras se acercaba con un gemido agudo, se vino en sus pantalones, al mismo tiempo que iba desacelerando, sintiendo inmediatamente una sensación pegajosa y que no le gustaba, sintiendo la liberación de Harry justo después, con sus manos presionando más fuerte su trasero.

Se quedaron en silencio durante unos minutos, con las camisas sudorosas, y los brazos de Harry rodeándolo por la espalda, sus respiraciones se empezaron a relajar, mientras escuchaban la fauna que les rodeaba, sintiendo los latidos del corazón del otro. Las hadas bailaban encima de ellos, por un momento, Harry simplemente admiro la tranquilidad de todo.

Después de unos momento, Louis rompió el silencio -¡Estoy pegajoso!

Harry se rió en voz alta, amortiguando los sonidos en el hombro de Louis, apretando sus caderas y abrazando a su pequeño. –Estoy pegajoso también, Lou. Vamos a limpiarnos en unos poco minutos, ¿sí? Vamos a esperar un poco primero. Duerme conmigo.

-Está bien—Louis suspiró, pero no enojado. Por una vez, Louis parecía en paz, sus respiraciones suaves contra el cuello de Harry, su cuerpo laxo en sus brazos. Él no estaba con muchas ganas de ir a limpiarse, con los ojos cerrados, luciendo más imperturbable y sereno de lo que Harry lo había visto nunca.

Harry le besó la cabeza.

-Te amo, Lou.

-También te amo, Hazza. Eso fue bueno. Se sentía bien. Me gusta sentirme así.

-Me gusta también, Lou. Se siente muy bien contigo.

Louis tarareó un ruido de satisfacción en su cuello, mordiendo sobre la marca que había hecho el otro día, queriendo asegurarse de que su sello de propiedad no iba a ninguna parte.

Se quedaron así durante un momento, y Louis una vez más rompió el silencio -¿Puedo tener otro Harry-bo?

Harry se echó a reír, pero le entregó la bolsa de colores brillantes haciendo que los ojos de Louis se iluminen como las hadas por encima de él, brillando con entusiasmo y amor y sólo un destello de deseo, pero no por los dulces.

Just  Feel (Larry Stylinson) Peter pan AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora