Epílogo

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Kim Taehyung nunca hubiera imaginado como su vida cambió con la llegada de aquel rubio de mejillas regordetas. Su vida se basaba, en trabajo, trabajo, comer, trabajo y más trabajo, todos los días repetía la misma rutina, nunca se salía de contexto con algo más, pero todo cambió cuando Jimin apareció.

Su vida recobro aquellos colores que había perdido, le regreso las sonrisas, la felicidad y el amor. Jimin fue aquel arcoíris después de la tormenta, fue aquel que le daría el descanso y tranquilidad después de todos los golpes y desastres que dejó la tormenta.

Ahora Jimin era su vida, amaba a el rubio que se movía por toda la cocina, mientras él solo se enfocaba en observarlo con una sonrisa en el rostro, porque así era Taehyung, aunque Jimin no estuviera haciendo absolutamente nada, él se quedaría observándolo, porque parecía irreal, el miedo de que todo fuera un sueño y que en algún momento despertara sin aquel rubio a su lado, era algo que le causaba escalofríos.

Pero era real, cada beso, cada caricia, cada palabra, era real y Jimin se encargaba de demostrárselo, y ese día no fue la excepción.

El rubio al ver a su esposo perdido en sus pensamientos, se acercó hasta él, se sentó en sus piernas y fue ahí que el azabache regreso en sí, sujetando la cintura de el mayor.

—De nuevo en tus pensamientos, Tae.—Sonrió y le beso tiernamente los labios.

—Me sigue pareciendo irreal.-
— El menor abrazo más a el rubio contra él, permitiéndose poder descansar su cabeza en el pecho de su esposo.

—Es real, mi amor. Estoy aquí a tu lado y nunca me iré.

—Lo sé.—Alzó levemente su mirada y sonrió— Solo que aveces temo que te vayas de mi lado, no soportaría el perderte Jimin, dependo solo de ti, me has librado de mi pasado y mi vida solo gira en torno a ti.

—Taehyung.—Acuno el rostro de el menor entre sus manos.—No me voy a ir, porque te amo y nadie va a cambiar eso. Mis sentimientos por ti son demasiados fuertes como para irme de tu lado. Deja de pensar en esas cosas, no me gusta que seas inseguro contigo mismo. Te amo por lo que eres, por lo fuerte que eres apesar de los problemas, ese es mi amado esposo y espero que siga siendo el mismo, sin importar lo que pase, ¿entiendes?

—Te amo.—habló ya con los ojos llenos de lagrimas, Jimin siempre sabría que decir para hacerlo sentir mejor

—También te amo, bebé.

Como cada vez que deseaban demostrarse su amor, unieron sus labios, moviendolos con lentitud y delicadeza, disfrutando de la sensación tan satisfactoria que era un beso.

—La cena puede esperar.—El azabache río sobre los labios ajenos al escuchar las palabras de su esposo.

—Si, puede esperar.

Taehyung se paro de su lugar con Jimin a cuestas, empezó a caminar hacia las escaleras, sin dejar de besar a el rubio.

Era rara la forma en la que Jimin y Taehyung se conocieron, desde el primer momento ambos habían sentido esa corriente por sus cuerpos y aunque en ese entonces no conocían lo que el futuro les depararía, siguieron a sus corazones y lo seguirán haciendo.

Seguirán adelante dando todo de ellos para llegar hasta el final de su historia, porque el futuro es indescifrable y no pueden cantar victoria cuándo aún hay mucho más por recorrer juntos.









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