Extra 1

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Taehyung POV*

—Te extrañamos, mucho bebe.

Los ojos de mi madre se pusieron como ya era costumbre desde hace tres años, sin embargo aún no lograba descifrar que era en sí lo que quería transmitirme, ¿Lástima?, ¿Compasión?, ¿Tristeza?.

Fuera lo que fuera, odiaba esa mirada, solo me hacía sentir más miserable de lo que ya era.

—Tengo demasiado trabajo, mamá, sabes que ir a visitarlos me es prácticamente imposible.

—Lo sé, cariño, pero no deberías pasar solo la víspera de navidad.

—Es solo un día más. No tiene nada de especial. Solo que la gente irradia hipocresía, sin motivo alguno.—Mi tono de voz cambió a uno molesto, y podría apostar todo a que mi rostro reflejaba lo mismo.

—Taehyung...

—Estoy ocupado, te hablo después.—No deje que terminara lo que iba a decir y corte de golpe la video llamada.

Suspire y con mi diestra despeine algunos de mis cabellos. No tenía ni la menor idea de que hacer en esta estúpidas vacaciones, si por mi fuera ni las daría, pero al parecer tenía que dar al menos una semana libre o alguno de los empleados podría demandarme. Como si navidad fuera algo importante, es un día más, no tiene absolutamente nada de especial.

Me levante de el escritorio y con pereza me dirigí hasta mi auto, quería despejarme de todo. Conduci hasta uno de los restaurantes que frecuentaba, aquel restaurante al que a ella le encantaba ir, cuando entre al local, la calidez de este me golpeó, como ya era costumbre me senté en una de las mesas alejada del bullicio, fuera la hora que fuera siempre pedía lo mismo, café y huevos revueltos con tocino.

Para los demás podría parecer antipático y bueno... Lo era, pero ellos no sabían nada de mi vida. Desde que la perdí, mi vida se volvió un abismo. Siempre cumplía una rutina, por ella. No le gustaba que me quedara más de las diez de la noche en el trabajo, pero nunca le hice caso y me desvelaba hasta horas de la madrugada, un gran error, nunca tenía tiempo para verla. Decía que tenía que tomar café para mantenerme activo, a pesar de mi mal genio y que le reclamaba, siempre pasaba a mi oficina a dejarme el desayuno, café y huevos revueltos con tocino.

Quizás era inútil hacer todas estas cosas cuando ella ya no estaba, pero hacerlo hacia que sintiera que ella estaba cerca, aunque nunca la volveré a tener a mi lado y todo por un estúpido descuido, todo por mi maldita culpa.

Me sentía estrésado, así que decidí conducir un rato por los alrededores.

Mis pies columpiaban en el aire mientras una fria brisa golpeaba mi rostro, después de unos minutos al volante, logré encontrar un parque a dos cuadras del local. Ahora me encontraba balanceandome en un columpio, mis piernas eran muy largas así que las tenía que extender por completo para lograr meserme unos pocos segundos.

—¿No podrías venir y consolarme unos segundos?

Mi mirada dio a parar al cielo lleno de estrellas. Podía sentir mis mejillas mojarse debido a las lágrimas que empecé a soltar de un momento a otro.

—Ya no puedo seguir sin ti, ya no sé qué hacer. Ya no puedo, Hee ri.... Te necesito. Necesito una esperanza para seguir viviendo.—Pequeños sollozos empezaron a salir de mi boca, agradecía que no había alguien cerca y el poder llorar con libertad.

Estaba ahogandome en mi propio dolor, poco a poco me estaba muriendo, ya no podía seguir viviendo como si hubiera superado todo, cuando todo era mentira y lo único que quería hacer era desaparecer de éste mundo y encontrarme con ella.

Recibí tantas terapias, «El suicidio no es la solución», todos decían lo mismo, pero yo ya no podía, era la única salida a todas mis amarguras.

Sabes que me arriesgue para que al final no tuvieras nada, estúpido.

Deje de un lado mi sufrimiento y escanie con mis ojos cada uno de los lugares alrededor del parque, pero no daba con el dueño de aquella voz.

Quejidos, llantos, gruñidos.

Con cautela camine hasta donde aquellos sonidos llevaban. Mis ojos se abrieron de par en par al ver una escena nada amigable, a como puede logré atinar una patada en la cabeza de un hombre relativamente corpulento, cayó al suelo inconsciente y de inmediato me acerque al cuerpo ensangrentado e inconsciente de él que era la víctima de aquel simio.

Los mechones rubios del sujeto tapaban parte de su rostro, pero logre reconocer a aquel empleado, Park Jimin.

—Mierda.

A como pude, lleve a el rubio hasta mi auto y emprendí camino rápido hasta el hospital más cercano, no sin antes haber llamado a la policía, después arreglaría lo del simio, ahora me era más importante la vida de Park.

~*~

El hombre detrás del escritorio observaba con el ceño fruncido su computadora, por otro lado estaba yo, con la mirada puesta en aquel simio detrás de una reja, lo miré de pies a cabeza, tratando de mostrar el mayor desprecio posible.

—Al menos veinticuatro horas de arresto, que se puede evitar si paga la fianza.—Mi mirada regreso a el oficial detrás del escritorio.

—¿veinticuatro horas?, ¿fianza?—Me reí sin nada de gracia, esto era el colmo.— Ese simio merece pudrirse en la cárcel.

—Señor Kim.—Hablo con la calma más irritante que vi en toda mi vida.—Solo tiene delitos menores, robo, asalto, no se puede sumar más de un año de condena.

—Casi asesina a alguien.—Murmure con los dientes apretados.

—Una semana si al caso—Se encogió de hombros.

—Escucheme bien, oficial.—me acerque más a él, colocando mis codos en el escritorio para quedar aún más cerca.—Me encargaré de que ese hombre pague lo que hizo y no serán solo veinticuatro horas de arresto y usted....—Su mirada se lleno de pánico y solo me hizo ensanchar mi sonrisa.— Usted se quedará sin empleo, porque ese simio no solo ha robado, y tengo entendido que un intento de homicidio, puede llegar hasta doce años de prisión, o cuando menos unos ocho años.

Me aleje, recostado mi espalda por completo en la silla con una sonrisa sacarrona en mis labios, había ganado y podía asegurarlo en la mirada de pánico del oficial frente a mi. De milagro no se orino en los pantalones.

—L-Le pasaré e-el caso al juez.—Regreso la mirada a su computadora tecleando rápidamente.

Sonreí aún más, desde ahora nada ni nadie podía meterse con mi nueva esperanza de vida.

Park Jimin, el chico con el que llevo viviendo una semana y mi nuevo rayo de luz.

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Disculpen los errores, pronto arreglaré la historia :)
Gracias por sus lecturas

Heal me [Vmin] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora