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Viernes.

Nikeé.

—Dale Kendra acompáñame no seas gila— Susurré.

—Basta Nikeé, ni a palos voy hasta la loma del orto a ver a ese que nisiquiera me gusta— Respondió mí amiga miéntras copiaba los ejercicios de matemática.

—Porfa, dale—Volvi a suplicar.

—López silenció y póngase a copiar— Me reto el profesor.

—Perdón.

—Pelotuda— Me susurró mí amiga.

—Dale amiga, es solo una vez— Hablé mientras me ponía a copiar la fecha.

—¿Una sola vez? Es como la tercera vez que te tengo que acompañar— Dijo mí amiga soltando la birome—¿O no te acordás que las otras dos veces se suspendieron cuando en una ya habíamos llegado y la otra en el medio del camino?

—Si ya se— Rodé los ojos—Pero ahora está confirmado.

—¿Y como estás tan segura?— Pregunto mí amiga.

—Solo lo se. Por favor confía en mí.

Claramente no iba a decirle que había estado toda la noche viendo a qué hora aterrizaba mañana el vuelvo de Perú.

—No llega a venir y te juro que dejó de ser tu amiga— Dijo Kendra.

—¡Ay te amo! ¿Sabías que sos la mejor amiga de todas?—Exclame en un tono elevado, logrando que me tape la boca.

—¿López otra vez?— El profesor me miro por arriba de sus anteojos.

—Disculpe, es la emoción.

—No sabía que copiar ejercicios causaba emoción— Volvió a hablar logrando una risa de algunos compañeros.

(...)

Sábado.

Nikeé.

Kendra se había quedado a dormir en casa, así era más fácil irnos para el aeropuerto. Nos teníamos que tomar dos colectivos así que salimos a eso de las siete de la mañana. Para estar a tiempo para las 9:30 que aterrizaba el avión.

Estaba nerviosa, si mis cálculos no fallaban en dos horas y media iba a estar conociendo al raperito que me tenía loca.

Estaba más nerviosa que las dos primeras veces, Kendra estaba dormitando mientras que yo no había podido pegar un ojo en toda la noche.

Después de una hora y media de viaje ya habíamos llegado al aeropuerto, mas nervios. En cualquier momento iba a vomitar.

—Vayamos a comprar algo para comer, todavía falta—Mire mi celular, 8:40 en punto.

Fuimos a pedir unas bebidas al Starbucks junto con unos tostados.

—Estoy nerviosa voy a vomitar— Le dije a mí amiga.

Está rodó los ojos.

—Es posta boluda— Dije mientras mordía un tostado.

—Es que no se que le ves- Dijo mordiendose el labio—Es horrible.

—Nada que ver— Bufé.

Y así estuvimos por una hora y media más, hasta que a eso de las 9:30 nos fuimos para la puerta de dónde salían los vuelos internacionales.

Supuestamente el televisor que avisaba los vuelos decia que el vuelo de Perú acababa de aterrizar. Respiré ondo.

Después de unos largos minutos las puertas se abrieron indicando que la gente ya estaba estaba saliendo de hacer todo lo que tenían que hacer una vez que llegaban al país.

Unas chicas que estaban sentadas se pararon, supusimos que eran otras fans. El primero que apareció fue Pedro, parando mí corazón y atrás de el apareció Mateo.

Me iba a desmayar, mis cálculos habían salido bien.  Mí amiga al ver que no tenía reaccion me agarró del brazo y me acerco a dónde estaban las otras chicas rodeando a Mateo y sacándose fotos.

—Dale Nikee, ¿sos joda? Sos la última le queda una piba sola por sacarse fotos— Dijo mí amiga pegándome levemente en el brazo—Dame la mochila.

Me saque la mochila y ahí caí del todo, tenía al mismísimo Mateo Palacios aka Trueno parado enfrente mío con una sonrisa.

—¿Que onda?— Me saludo abriendo los brazos.

¿Esto es en serio? Que alguien me pellizque.

—Hola—Fue lo único que pude decir con una sonrisa. Y envolví mis brazos alrededor de su cuello abrazándolo.

Esto no es real. Nos separamos.

—¿Foto?—Preguntó mientras posaba una mano en mí cintura.

¿Acaso quería que muera acá mismo?

Asintí con la cabeza y ubique a mí amiga con la mirada. Estaba estallada en risas con el celular en la mano.

Abrace a Mateo por la cintura mientras el seguía con su mano en mí cintura. Sonreímos.

—¡Dale Trueno el Uber está afuera!— Le grito Pedro.

—Nos vemos—Dijo con una sonrisa.

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aY LA PUTA MADRE

q opinan???

NIKEÉ || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora