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Miércoles.

Nikeé.

Me acababa de levantar el timbre que indicaba que Kendra estaba abajo. Rápidamente fui hacia el baño a lavarme los dientes, después haría el resto.

Agarre las llaves que estaban colgadas al costado y la puerta y camine hacía el ascensor. Mientras esperaba que las puertas se abrieran le mandé un mensaje a Kendra de que ya estaba bajando.

La alarma no había sonado, la había mal. Era una estúpida. Las puertas se abrieron y me metí, apreté el botón de planta baja.

Una vez abajo, camine hacía las grandes puertas de vidrio dejando ver a una Kendra súper abrigada. Sonreí.

Apenas enterré la llave en la cerradura está se acerco y cuando abrí la puerta se me abalanzó enredandome en un abrazo.

—Te extrañe puta.— Dijo está.

—Yo más loca.

—Permiso.—Nos separamos.

¿Siempre tenía que aparecer este pibe? Que denso.

—¿Que onda?— Me señaló con la cabeza.

—Todo bien.— Respondí seca.— Vamos.

Agarre la mano de Kendra y camine hacía el ascensor, que cierre la puerta el salame de Kevin.

Por mí mala suerte los tres entramos al ascensor. Llevándome una mirada penetrante de Kendra. Sabía lo que significaba, quería que le presente a Kevin.

—El es Kevin.— La mire y lo señale.— Es el que vive en el mismo piso que yo. Y ella es Kendra, mí mejor amiga.

—¿Ya pensaste si querés las entradas para hoy?— Me pregunto Kevin ignorando la presentación anterior.

Lo mire confusa.—¿Que entradas?

—Para el boliche boba.

—Ah si, mí respuesta es no gracias.

—Dale amiga, salgamos.— Hablo mí mejor amiga. Rodé los ojos.

—Hace frío para salir, que paja.

-Dijimos que íbamos a salir.- Dijo Kendra, parecía una nena de 5 años.

—Yo no, esa fuiste vos.— Mire la pantallita del ascensor dónde indicaba por cual piso ibamos, recién por el sexto.

—Dale.— Rogó el otro.

Bufé.

—¿Eso es un si?— Pregunto Kendra. Y asinti.

Nos mantuvimos en silencio hasta que llegó hasta nuestro piso.

—Entra.—Le di las llaves a Kendra.— Yo voy a buscar las entradas.

—Rapidita eh.—Dijo Kevin. Rodé los ojos y me dispuse a seguirlo.

Abrio la puerta de su casa e hizo una seña para que pase. A lo cual negué y volvió a insistir. Bufando lo seguí hasta su pieza, dónde lo espere apoyada en el marco de la misma.

El camino hasta la mesa de luz y abrió el cajón, saco como cinco entradas y me las dio.

—Para que veas que no soy tan malo. Me podrías tratar mejor.

—¿Quien dijo que por darme entradas voy a ser buena con vos?— Lo mire cruzandome de brazos.

El me miro mordiéndose el labio y negando con la cabeza.— ¿Siempre sos así de difícil?

—Depende con quién.

(...)

—Kendra no me voy a poner esto hace frío hermana.— Dije mirándome en el espejo.

Pretendía que me ponga un body transparente con unas rosas bordadas junto a una pollera. Estaba en pedo.

—Pero dale boluda, te queda pintado.

—Es que hace frío amiga.

—Tenemos VIP pasamos al toque. ¿Te contesto Mateo?

Agarre el celular y no, no me había respondido.— No.

—Que gil.—Hizo una pausa.-Igual boluda, ¿te das cuenta que vino a tu casa y te lo comiste? Quien pudiera.

—¿No era que no te gustaba putita?— Pregunté mientras alzaba una ceja.

—No hablo de él en particular, hablo de quien pudiera comerse a su ídolo.— Hizo comillas con sus dedos en la palabra ídolo.

—No es mí idolo Kendra.

—Que no.—Hizo montoncitos con la mano.

—No boluda, solo me gusta como rapea y eso. Pero no lo veo como un ejemplo a seguir ponele.

—Es lo mismo.— Rodo los ojos.—¿Te vas a quedar con eso?

—No se.

Me senté en la cama para agarrar el celular que acababa de sonar.

—Ahi me contesto.— Dije mientras leía el mensaje.— Me dijo que no, porque tiene un show.— Levanté los hombros.

—Ufa.

(...)

Ya eran las tres y pico y estábamos en el VIP que quedaba alrededor del escenario, osea que cualquiera que esté arriba de este podía vernos, junto a Kevin y sus amigos. El alcohol que tenía en sangre era demasiado pero la estaba pasando muy bien, Kevin después de todo no me caía tan mal.

Estábamos bailando una canción que no reconocía pero tampoco quería ponerle tanta atención para deducir el nombre. Era un temazo.

Baile pegada a Kendra mientras que los chicos estaban apoyados en la baranda del VIP. Sin querer mí culo pego con la parte de atrás de alguien haciendo que se de vuelta y yo quedé de espaldas a él.

No me interesó en saber quién era la persona ya que está agarro mí cintura y junto más nuestros cuerpos. Seguí meneando, dejándome llevar.

Me di vuelta para encajarle un beso a la persona pero me di cuenta que era Kevin, ¿que hacía bailandole a él? Coloco sus manos otra vez alrededor de mí cintura y baja una hasta mí culo.

Habían dos opciones, o le sacaba las manos y lo mandaba a la mierda o le seguía el juego y me lo comía. Y como no estaba en todos mis canales opte por la opción número dos.

Coloqué mis manos a cada lado de sus cachetes y junte nuestras bocas. No sabía que estaba haciendo. Junte más nuestros cuerpos.

—Y con ustedes.—Se escucho la voz del DJ. La luz empezó a titilar.—Trueno.— Todos aplaudieron.

NIKEÉ || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora