Capítulo II: Las Circunstancias De Una Conversación No Planeada.

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—¿Entonces? —HoShik preguntó con un rostro lleno de fastidio mientras se recargaba en el marco de la puerta esperando una respuesta desde hace un rato en el que su hermano mayor solo se dedicó a ignorarlo al tener, de manera casi literal, la nariz pegada a su libro. —Oye, la cena ya casi está y quiero irme, así que responde a menos que quieras que venga mamá.

Nada. Otra vez parecía que hablaba con una pared en vez de una persona más, por lo que, rendido, cerró la puerta de la habitación y regresó a la sala común donde su padre y hermano menor se encontraban hablando animadamente.

—¿Entonces? —SeokHyun fue el que tomó la iniciativa de saber cómo habían ido las cosas entre los hermanos mayores. HoShik resopló.

—Ni siquiera voltea a verme, está enfocado solo en estudiar.

—Creí que conocer a alguien que fuera tal impresionante como él en la escuela, lo ayudaría a salir más. —Comentó el señor Shin con preocupación. —No pensé que terminaría más aislado de lo que está.

—Apenas y tiene amigos que ni siquiera frecuenta ... No tiene novia y siempre que va a reuniones son para ofrecerle empleo por personas mayores.

Los tres suspiraron ante las palabras de SeokHyun, pues si bien HoSeok era malcriado, egocéntrico, vulgar y malhablado, además de ser despectivo cuando una persona no llenaba sus expectativas, creían que habiendo alguien a su altura esto podría cambiar un poco y al final, terminó peor.

—Solo quiero que mi hijo sea feliz. —Se quejó el señor Shin, apenas y siendo consciente de que las palabras habían salido de su boca. Los hermanos menores rieron.

—Para HoSeok el capitalismo es la felicidad. —Contestó HoShik, quien había sido el primero en rendirse al esperar una vida más llevadera para su hermano mayor.

SeokHyun asintió, aunque, por el contrario, aún tenía una esperanza del mismo tamaño que una molécula sobre como HoSeok aún podía lograr mezclarse entre la gente de clase media como se supone que lo eran en vez de actuar como si fuera el hijo de una familia adinerada y de alta sociedad como muchos llegaban a pensarlo por sus falsos modales y etiqueta que nunca se veían reflejados en casa al momento de tomar los palillos y comer como si fuera un animal.

Tal vez una mala comparación por parte del hermano menor, pero era un elogio comparado a todos los pensamientos que cargaba en su joven mente de chico de secundaria en donde aún no lograba asimilar, como es que HoSeok podía llegar a sentirse tan superior con tal lamentable personalidad.

Fuera como fuera, aún había una persona que podía controlarlo, aunque sea un poco: Su madre. Misma que salía de la cocina en dirección a las escaleras seguramente lista para llevar al mayor de sus tres hijos al comedor así fuera a la fuerza.

Los hermanos HoShik y SeokHyun lamentaban que su hermano tuviera que vivir la farsa que él mismo había creado en vez de disfrutar la vida clase media que tuvo la fortuna de obtener.

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Si bien le molestaba que alguien más se robara la atención a la que estaba acostumbrado, HoSeok debía de admitir que la soledad era de utilidad para estudiar en cada rato libre que tuviera entre clases.

—¡HoSeok–sshi! ¿Puedo almorzar contigo?

O eso es lo que desearía tener, porque desde ese primer encuentro con su gran rival, HyungWon, los momentos libres apenas existían.

El chico no era mejor a un perro siguiendo sus pasos a cada lado que fuera, siempre insistiendo en que al ser presidente y vicepresidente, debían aprender a trabajar juntos y llevarse bien.

Las circunstancias de Él y Él •2Won/HyungWonHo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora