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A los diez minutos llegamos al garaje, todos estábamos algo alterados, sucios de sangre y tierra, unos lloraban, otros simplemente no decían nada, pero fuera como fuera todos éramos culpables.
F: sentémoslo ahí- dijo señalando a una silla que había.
Poco q poco lo incorporaron i lo sentaron en una silla, a la cual lo atamos de pies y manos, y nos quedamos más tranquilos cuando vimos que su pecho subía y bajaba muy lentamente acorde con su respiración, estaba vivo
F: vale, Samantha tienes algún botiquín o algo?
Nia: chicos
S: si, hay uno por ahí arriba de cuando mi padre tenía el taller....hay muchos medicamentos, cremas y cosas ya que podía pasarle cualquier cosa y el garaje se encontraba demasiado lejos del hospital
Nia: oigan chicos
F: perfecto
Nia: chicos alguien se ha traído una botella de whisky?
F: ahora no Nia
Nia: Queréis escucharme!- no era propio de Nia el ponerse nerviosa y gritarnos, incluso creo que nunca la había visto gritar enfadada, o al menos no como ahora, su grito captó la atención de todos nosotros, los cuales nos giramos y la vimos sosteniendo una botella de whisky y una carta
Nia: es de alguien?- todos negamos
S: a ver- me acerqué y observé la botella, era de una marca muy cara, solo una persona con gran riqueza podía obtener una de ellas, incluso yo no me la compraría. Girando y observando poco a poco la botella pude ver un papel plateado, como si fuera un rasca y gana.- mirad esto, alguien tiene una moneda?- Jesús rebuscó en sus bolsillos y me dio una moneda de veinte céntimos, rasqué el rasca y gana y después de ver lo que ponía abrí la carta.
F: que dice la carta?
S: Error Carlos no es el asesino y en la botella de whisky pone sigue buscando
H: no joder no
AJ: eh, tranquilo, no pasa nada
H: Anaju si que pasa, casi que lo he matado y os he metido a vosotros en todo esto, todo es culpa mía
F: no, no es culpa tuya, el huyó y luego dudó al hablarme, sus palabras no eran sinceras, el no habrá matado a vuestra madre, pero le deseaba la muerta, solo se le adelantaron, así que dejad de culparos y ayudadme a salvarle la vida al hijo de puta este.
Todos callamos e hicimos lo que dijo, nunca había visto así a Flavio, era un Flavio tenso, serio, pero aún así calmado, el controlaba la situación, nos venía demasiado grande pero el intentaba adaptarse, los demás nos poníamos de los nervios y dejábamos que la situación nos ahogara, por eso sin saberlo declaramos a Flavio jefe.
Como pudimos le limpiamos la sangre de la cara, una vez la sangre fuera ya no parecía tanto, la sangre era muy escandalosa, claramente estaba hecho un cristo e inconsciente, peor no tenía ninguna herida de la que no nos pudiéramos encargar nosotros, además Anne este verano había hecho un curso de enfermería y controlaba muy bien el desinfectarle las heridas e incluso curárselas.
Miramos la hora, las doze de la noche, los padres estaban preocupados, los demás recibían llamadas y tuvimos que inventar una excusa, fiesta de pijamas en mi casa por las vacaciones de Navidad, pero no eran tontos y se preguntaban el porque no iban a por una mochila o a por un pijama. Finalmente a bese de mentiras y mas mentiras los convencimos ya que no podían irse a casa llenos de sangre.
Eva: entonces pasamos la noche aquí?
F: si, tenemos que estar aquí cuando despierte, aun falta lo peor, cuando el despierte querrá justicia, y tendremos que convencerlo de alguna forma para que no nos denuncie y destape todo.
S: por la ropa no os preocupéis, ahora iremos yo Hugo Anaju y Flavio a mi casa- ya que éramos los que estábamos sucios de sangre y tierra de pies a la cabeza- y traeremos sacos, ropa, comida y cosas para pasar la noche, no os preocupéis por nada
G: vale gracias
S: adiós
Jesús: y con la botella de whisky que hacemos?
S: la guardamos para mi cumple, que esta al caer.-era lo próxima fiesta que íbamos a dar, se que no era el momento de pensar en fiestas pero necesitaba distraerme, y cuando todo esto pase todos necesitáremos una buena fiesta y alcohol en vena.
Subimos al coche, como siempre Anaju conducía y Hugo iba de copiloto, yo me senté atrás con Flavio, el se sentó al lado de una de las ventanas y yo me tumbé en los dos asientos restantes y apoyé mi cabeza en sus piernas. Quise cerrar los ojos e intentar dormir esos quince minutos de camino a casa, pero era imposible, cada vez que cerraba los ojos veía a Carlos ensangrentado, muerto en el suelo, y a mi hermano pegándole, oía los gritos de mi hermano, de mi interior, así que decidí hacer algo que me calmara, observarlo.
Observarlo a el mirar por la ventana, sin sus gafas porqué mi hermano se las había roto, con aún algunas gotas de sangre seca en la cara, el pelo desecho y lleno de tierra, los labios a penas rosas, estaban pálidos por el frío, recordé que llevaba su chaqueta, y su mirada, fría, ausente, dolida, la mirada de una persona que ha tenido que hacer de tripas corazón y lidiar con algo de una forma que nadie hubiera sido capaz de hacer, de una persona fuerte, de la persona mas valiente que había conocido, unos ojos marrón café que me habían atrapado, y que ahora me preocupaban.
Al llegar a casa Hugo fue a ducharse, necesitaba una buena ducha de agua fría, recapacitar, pensar, relajarse. Yo con la ayuda de Anaju y Flavio mentí en unas mochilas ropa, mucha ropa limpia para que pudieran cambiarse, tanto mía como de Hugo, metimos comida para pasar la noche o incluso la mañana, agua, mantas, un par de sacos de dormir....de todo.
H: ya estoy, siguiente
AJ: voy yo?
S: ve tu
H: falta algo más?- decía mientras Anaju subía las escaleras para ir a la ducha, una ducha rápida, porque nos estaban esperando y no les podíamos dejar solos tanto tiempo sin nada.
S: como estas?
H: mejor
F: esto no va a caber en el maletero
S: cuando baje Anaju lo intentamos meter en el maletero y si no cabe atrás entre yo y Flavio sobra sitio, caber cabe.
F: perfecto
Estábamos todos afectados, peor a Flavio se le veía más, solo con mirarle lo podías notar, en su cara, sus ojos, en su cuerpo que estaba muy tenso, necesitaba una distracción y creo que tenía una idea.
AJ: Flavio te toca
Flavio subió las escaleras y yo me esperé unos segundos para luego seguirle, se que estaba mal espiar a mi novio, me encanta como suena, mi novio, joder que maravilla, bueno a lo que iba, se que estaba mal espiar a mi novio pero no podía evitarlo, me preocupaba, estaba raro, Flavio era un chico con problemas, como todos, pero tenía miedo de que a el le afectara mas.
Entró a su habitación y yo me quedé detrás de la puerta, recorrió mi habitación con la mirada, tocó cada una de las figuritas que tenía en el mueble observándolas, al lado fotos que tenía con mis amigas, con Eva, con Mai, con Nia, con Anne...las cuales miraba con atención y incluso alguna logró sacarle una sonrisa de lo personaja que era hasta para eso, y entonces la vio, la foto que el me hizo la cual imprimí a los dos segundos, este chico tenía el don de hacer todo perfecto. Despegó su mirada de las fotos y se dirigió hacia su maleta aún por deshacer, cogió un par de pantalones y una sudadera cualquiera y volvió hacia donde estaba yo, que sin hacer apenas ruido retrocedí para esconderme a la otra parte del pasillo, el siguió caminando hasta el baño, encendió el agua caliente que hizo que se empañara el espejo por el contraste de temperatura, se quitó la camisa y pude observar unos rasguños recientes en su abdomen de cuando había atrapado a Carlos, se bajó los pantalones y detrás los calzoncillos, la temperatura subió hasta mis mejillas haciendo que me sonrojara como un tomate, entró a la bañera y detrás de la puerta de cristal pude ver como las gotas de agua le mojaban poco a poco el pelo y bajaban lentamente recorriendo todo su cuerpo hasta el suelo de la bañera. Entonces empecé mi plan una distracción para Flavio.
Retrocedí hasta mi cuarto donde dejé mi ropa y me envolví con una toalla, sin apenas hacer ruido entré al baño donde se estaba duchando Flavio.
F: estoy yo- dijo con los ojos cerrados mientras el agua de la ducha chocaba en ellos.
S: como me has oído entrar?
F: he notado la olor de tu perfume
S: perfecto pero con el agua se me va a quitar.- me bajé la toalla y entré con el a la ducha dejando que el agua me cubriera también a mi y que en pocos segundos un río de sangre y tierra que llevaba en el cuerpo se formara hasta llegar al desagüe donde había caído también la sangre y tierra de Flavio.
F: que haces?
S: distraerte- me puse de puntitas y lo besé- lo necesitas, Flavio estas raro, no quiero que esto te afecte mas de lo que debe afectarte- entonces el miedo invadió mi cuerpo, porqué había hecho eso? Estaba haciendo el ridiculo, Flavio iba a decirme que me fuera otra vez, pero esta con toda la razón, una situación como esta y voy yo y pienso solucionar sus problemas con sexo, si es que soy tontisima tio.
Pero no, me cogió exactamente del culo y me levantó, yo enrosqué mis piernas a su cintura y noté el poder que tenía sobre el, como en unos segundos podía hacerle sentir tantas cosas, el me besaba con ira, me cogía del pelo y lo enredaba entre sus dedos con fuerza, yo no hacía nada, solo lo disfrutaba, el se estaba adueñado de mi cuerpo besando hasta mi última célula, recorriéndolos con sus manos desde los pies hasta la cabeza, toda la delicadeza que tuvo la otra vez ahora era rabia, era ira y la estaba canalizando en fuerza física.
S: espera- el se paró y yo bajé de sus piernas, salí mojando todo el suelo y de uno de los cajones cogí un preservativo, esta vez si- no queremos mas sustos.
Se lo puso a duras penas mientras me seguía besando, volví a la postura anterior y ni dos segundos tardo en volver a estar dentro de mí, esta vez era diferente, no era piel con piel, pero era mas salvaje, mis uñas se clavaron en su espalda arrastrando piel con ellas, necesitaba algún modo de canalizar lo que me estaba haciendo sentir

NARRA ANAJU
AJ: que hacen que no bajan?
H: tu que crees- me lanzó una mirada de que era muy ingenua- venga vámonos y les dejamos una nota diciendo que nos nos podíamos esperar tanto tiempo a que terminaran de "ducharse"
AJ: vale
Escribimos la nota y la dejamos en la never  pegada con un iman, seguro que ahí miraban, metimos las cosas como pudimos en el coche y nos fuimos en rumbo al garaje.
Cuando llegamos repartimos camisas y mantas
Mai: donde están Flavio y Sam
H: oh de verdad, no querrás saberlo.
Oímos unas risas de fondo, necesitábamos algún motivo para reír después de todo. La gente se empezó a poner la ropa que habían metido Samantha y Hugo en la mochila y con la comida y recursos que teníamos hicimos unos bocadillos los cuales nos comimos en silencio. Al cabo de unas horas recibí una llamada de Samantha, que ya se habían terminado de duchar, así que fui a recogerlos a casa, la verdad es que a mi hermano le había cambiado la cara, ahora sonreía, no estaba tan pensativo, Samantha le hacía mucho bien y eso me alegraba, era una chica estupenda.
Nos repartimos los sacos y como pudimos nos dispersamos por el suelo, éramos dos por saco, un poco apretados pero es lo que había, no hicimos turnos de vigilancia ni nada porque sabíamos que no íbamos a poder dormir, peor una vez llegadas las cinco de la madrugada fueron cayendo uno a uno, incluyéndome a mi.
El problema es que yo tengo el sueño poco profundo y oí un ruido que me despertó, seguramente había sido alguno que se habría movido sin querer, pero me quitó el sueño y no me pude volver a dormir, así que me levanté del saco y me dirigí hacia la mesa donde estaban todos los móviles para coger el mio y sumergirme en las redes sociales o jugar a algún juego. Pase por el medio de todos, esquivando los sacos de todas las personas, me quedé observando a Flavio y Samantha los cuales dormían abrazados, bueno mas bien Flavio tenía a Samantha entre sus brazos, como si intentara protegerla de algo, eran tan monos, nunca había visto a mi hermano tan enamorado, finalmente llegué a la mesa y aunque estaba todo muy oscuro pude reconocer mi móvil, me senté en una silla y pisé algo grueso, me hice daño ya que iba descalza así que abrí la linterna y enfoqué lo que había pisado, una cuerda....la cuerda en la que sujetábamos a Carlos, dios mío estaba sentada en la silla que estaba sentado Carlos. Iba a gritar en cuando unas manos me taparon la boca con un cojín, no podía respirar, notaba como poco a poco el aire me faltaba, como la tela de ese grueso cojín no filtraba el oxígeno suficiente para mis pulmones, y poco a poco sentía como eso me provocaba mareos hasta caer en sus brazos, unos segundos más y habría que investigar dos asesinatos, el de la madre de Samantha y Hugo y el mío, solo necesitaba unos segundos...

SE QUE ESTE ES UN POCO TOSTON Y NO ES TAN BUENO PERO HE TENIDO UN MAL DIA Y HE TENIDO QUE HACER VARIOS TRABAJOS , ME HE ESTADO AGOBIANDO BASTANTE Y HE ESCRITO ESTO POR NO DEJAROS SIN CAPÍTULO, ESTOS DÍAS ESTARE MAS ESTRESADA ASÍ QUE A LO MEJOR NO PUEDO SUBIR CAPÍTULOS ALGUN DIA, PERO NO OS PREOCUPÉIS INTENTARÉ SUBIR UNO POR DÍA, LO SIENTO🖤

Tócala otra vez Flavio|| flamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora