Tócala otra vez Flavio|| flamantha

21

Comerme la cabeza. Eso es lo único que había hecho los quince minutos que llevaba aquí desde que se fue Sam, no podía parar de oler su cinturón, olía a ella, se lo había dejado al irse tan rápido, mañana se lo devolvería, dejé el cinturón encima del piano y me volví a sentar en las escaleras, en cuando oí llamar a la puerta, era ella seguro, venía a por el cinturón, ya que era de una marca cara y no querría perderlo.
F: Samantha si buscas el cinturón esta en el piano, no tienes que hablarme si no quieres, solo quería que lo supieras.
G: y tanto que no te va ha hablar.
Gerard entró en la sala del piano con cara de la has jodido pero bien guapo, pero voy a estar aquí apoyándote.
F: Gerard...
G: Flavio esto no tenía el porqué de acabar así, si la hubieras tratado bien se hubiera quedado en un calentón, peor como la has mirado, como le has hablado....eso no tío, piensa en como se debe haber sentido
F: Crees que no lo pienso?! Que no me me estoy cagando en mis muertos?! Que se que la he cagado! y esto va a costar de solucionar!
G: eh,yo no te he gritado
F: lo sé lo siento- dije apoyando mi cabeza en mis manos y hundiéndola entre mis rodillas.- lloraba mucho?
G: es Samantha, tu que crees?
F: Joder, ha ido a la fiesta?
G: no lo sé, los demás no estaban, el taxi se había cansado de esperaros y decidieron marchar hacia la casa de Maialen, yo me ofrecí para esperaros y llamar a otro taxi, al cabo de unos quince minutos salió Samantha, llorando, no estaba alterada, estaba triste y decepcionada, me lo contó todo y le dije que iba a llamar a un taxi para ella, por si prefería irse a casa o algo, para cuando volví de llamar al taxi ya no estaba.
F: Gerard! Como la dejas irse sola?! Iba con la falda rota, se le veía hasta el alma, como le pase algo te juro que no me lo perdono
G: ey, relájate. Hay un taxi en la puerta, puede llevarnos a la fiesta a los dos, o dejarte a ti en casa, en mi opinión creo que lo que te hace falta ahora es alcohol en vena y divertirte.
F: no quiero ir de fiesta
G: Flavio! Tu hoy te vas a emborrachar y vas a disfrutar de esta noche como nunca! Entendido?
F: entendido- dije como si me pesaran las palabras al hablar
G: anda vamos que Manolo se esta poniendo nervioso
F: Manolo?
G: el taxista- le miré con cara rara- oye era majo! Y tardabas mucho en salir, yo ya pensaba que estabas haciendo cositas- miro hacia abajo de mi pantalón.
F: por dios Gerard! Que pervertido eres
G: oye! El calentón se te habría quedado, además no me lo puedes negar.- me puse rojo como un tomate ante lo que decía mi amigo, ya que no solía hablar de mis intimidades con nadie- ves como si.

NARRA SAMANTHA
Mai: Samantha no te he podido contestar, pero si, te dejo unos pantalones, tengo unos blancos que seguro que te enc- desde que había cruzado la puerta Maialen no me había mirado, en cuando puso su mirada en mi las fracciones de su cara cambiaron bruscamente hasta formar una expresión de miedo.- Samantha por dios que te ha pasado?! Dime que no te han violado, y esa botella de vodka?!de donde la has sacado?! Te has bebido todo eso tu sola?!
Ai dios! Sube.
No me podía sostener sobre mis pies, había salido corriendo del salón de actos, y en un supermercado que me pillaba de camino de allí a la casa de Mai me compré una botella de vodka que después de los primeros tragos ya me sabía a agua.
Mai: vale siéntate aquí- me dejó dentro de la ducha- em, ahora vuelvo voy a llamar a las demás, solo quiero que me contestes a una pregunta, vale?- me dijo muy suavemente y yo asentí como pude- han abusado de ti sexualmente?- negué con la cabeza y Maialen me dio un beso en la misma, cuando Maialen salió fuera me levanté de la ducha, me miré al espejo y vi todo mi maquillaje corrido, la falda rota y la cara hinchada de haber estado llorando, no me sorprende que me preguntara si me habían violado. Volví a la ducha, pero me entraron unas ganas enormes de vomitar y me dirigí corriendo al baño, que gracias a Dios tenia la tapa levantada.
Entonces unas manos me cogieron de la cabeza, levante la mirada y era Eva, otras me acariciaron la espalda, solo por como me acariciaba sabía que era Nia. Giré la mirada hacia un lado y vi a Anaju y Anne mirándome preocupadas y a Mai diciéndole a Jesus y Bruno que se encargaran de que no entrara nadie, ya que aunque no era el único baño de la casa, era el que mas cerca estaba de la fiesta, no pude evitar llorar al sentirme afortunada de las amigas que tenía.
Entre todas me metieron en la ducha y con el agua fría me bañaron, Maialen me trajo un poco de ropa suya por si tenía que bajar a la fiesta a pedirles algo, así iba algo arregladita. Claramente aún estaba borracha, pero ya me habían duchado, había vomitado y empezaba a sentirme mejor, Anaju subió unos bowls llenos de palomitas y nos metimos en la habitación de Maialen
Anne: empieza a contar- dijo llevándose un puñado de palomitas a la boca.
Como me ordenaron les conté lo que había pasado, detalle a detalle, como me sentí en todo momento, como creo que se sentía el, los diálogos de memoria, TODO.
Ellas me aconsejaron un par de cosas, pero tampoco me calentaron demasiado la cabeza, me dijeron que intentara dormir, me dieron un beso en la cabeza y apagaron las luces. Yo cerré los ojos y al segundo caí en un sueño profundo.