FINAL

2.9K 131 64
                                    

Podía notar a mi corazón acelerarse en cada escalón que subía, podía notar mis pies derrapando en cada curva que tomaba, podía notar mi respiración acelerada por el esfuerzo, podía notar la respiración, también acelerada, de mis amigos en mi oreja y como sus corazones estaban apunto de salirse de sus pechos igual que el mío.

En pocos segundos nos metimos en el último piso, delante de la gran puerta blanca, la gran puerta blanca que nos conducía hacia la realidad, cuando abriera esa puerta, porqué iba a hacerlo yo, ya no habría marcha atrás, y tenía que estar preparado para lo que me podía encontrar, ahí dentro podría estar el asesino de la madre de Samantha, el hombre que lleva jodiendonos la vida desde meses atrás, el que ha hecho peligrar la vida de una de mis mejores amigas, la vida de mi hermana y la de mi novia, que perfectamente podría estar muerta detrás de esa puerta. En una fracción de segundos antes de abrir la puerta me tenía que mentalizar de muchas cosas, y una de ellas era la posibilidad de encontrarme a Samantha sin vida, sin color, sin desprender esa luz que tanto la caracterizaba mientras reía por un comentario que ella misma había dicho, apagada, apagada completamente, del todo.
¿ Como iba a hacer eso? No era capaz, era absolutamente imposible, la verdadera pregunta era si había alguien capaz de hacer eso, con el suficiente estómago para entrar ahí preparado para ver al amor de su vida muerto, ya sea en el suelo, sobre una mesa o colgando del techo, muerto, muerto, una palabra tan pequeña que a su vez causaba tanto mal, tanta tristeza, desesperación y ansiedad con solo oirla. Sabía que me encontrara lo que me encontrara iba a ser malo, y que la guerra aún no había terminado, por ahora no sabíamos quien era el asesino, y no estábamos cerca de saberlo. Así que si Samantha estaba muerta y el asesino ya se había ido, nos teníamos que hacer una idea de quién podría ser el siguiente, hasta que acabara con todos, porqué si de algo estoy seguro es de que habría un siguiente.

Le lancé una mirada a Hugo que la entendió a la perfección y muy sigilosamente me pasó la pistola que llevaba en la mano. Antes de subir las escaleras habíamos quedado en que yo entraría primero, y depende de lo que me encontrara dentro los llamaría o no. Si Samantha estaba muerta pero el asesino seguía dentro tenía que gritar la frase "¿por qué le has hecho esto, por qué a ella?" dentro de contexto, así ellos pedirían ayuda llamando a la policía y explicándoles todo mientras yo lo entretenía. Si Samantha seguía viva tenía que decir la frase " Deja a Samantha" y el plan era el mismo, llamar a la policía, las únicas personas que nos podían ayudar mínimamente en esto. Dos frases muy sencillas, tan sencillas y comunes en este tipo de situaciones que no levantarían ninguna sospecha, la gran diferencia de la primera frase a la segunda es que en la segunda solo tenía la misión de entretenerlo y distraerlo lo suficiente para que no le diera tiempo de matarla a ella, en ese caso la vida de Samantha dependía de mí, en cambio la primera era para avisarles de que habíamos perdido la batalla, pero aun podíamos ganar la guerra y vengar a la rubia de ojos azules y millones de lunares que nos había arrebatado, a esa alma sin ningún mal, a la persona que había conseguido hacerme feliz al cien por ciento, y se había ganado el trofeo de todas mis primeras veces, con menos de un año junto a ella me había atrevido a hacer muchas más cosas de las que me creía capaz, cosas que antes no hacía por miedo, pero que por dentro realmente me moría por hacerlas, como por ejemplo volver a cantar, pero es que no podía, me era imposible, y no era por falta de apoyo, de eso ya se encargaba Anaju, faltaba algo que no sabía explicar bien que era, faltaba ella. Y así lo hizo, con un tiempo récord de quince minutos, con sus comentarios ofensivos y a su manera consiguió hacerme cantar delante de medio instituto, tan solo con quince minutos. Otras cosas le llevaron más tiempo, y le costó meses pelarme como a una cebolla hasta sacarme a mi de mi mismo, pero nunca se rindió, y lo consiguió, y esa es solo una de las cosas que acabaron haciendo que me enamorara perdidamente de ella como no lo había hecho nunca con cualquier otra persona.

Tócala otra vez Flavio|| flamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora