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X: has estado en completo reposo?
S: si
H: hemos estado haciendo nosotros todas las tareas nosotros
AJ: yo la he ayudado a ducharse, vestirse, todo lo que hiciera falta
F: y yo la he trasladado por toda la casa en brazos, prácticamente sus pies no han tocado el suelo
X: vale...como veo que te están cuidando bien, y que no estas haciendo ninguna clase de esfuerzo- dijo mirándonos a mi, a Anaju y a Hugo- puedes coger las muletas.
S: bien!
X: quiero que sigas con la crema, y las pastillas, los masajes también están ayudando mucho y tienes que intentar mover los dedos de los pies
S: lo hago
AJ: no es verdad
S: cuando me acuerdo...
X: si quieres recuperarte más rápidamente tendrás que hacerlo
S: vale...
X: y al final de la semana ve probando a desplazarte sin muletas, si ves que te cuesta o que te duele mucho no lo vuelvas a hacer, comunícamelo y estarás un tiempo más con muletas, vale?
S: si
X: me lo comunicaras
S: que si...-dijo algo decepcionada ante la posibilidad de no poder andar bien la semana que viene
AJ: yo se lo comunicaré, tranquilos
Entonces me sonó el teléfono, pensaba que era Gerard, ya que habíamos quedado de vernos en casa de Anne hace media hora, pero para mi sorpresa era mi madre
M: Flavio cariño como estáis? No nos has llamado en toda la semana? Como va Samantha, aún le duele la rodilla? Hace buen tiempo por allí, estáis cogiendo frío? Coméis bien? Mama dejo verduras en el congelador, lo habéis visto?
F: cuantas preguntas mama cálmate, si estamos todos muy bien, Samantha se va recuperando, ahora esta con Hugo y Anaju en el médico, yo he salido para hablar contigo, y el médico dice que todo va bien, ya la dejan ir en muletas. Esta haciendo días muy buenos, estamos saliendo a la terraza a tomar el sol, y no, no estamos pasando hambre. Por cierto cuando volvéis?
M: de eso quería hablarte, hemos pillado una ventisca, y han anulado los vuelos y cualquier forma de volver. Lo he comunicado al colegio y me han dicho que no pasa nada, ya verían como cubrir mis clases, que no me preocupara y que volviera cuando pudiera.
F: muy majos
M: si muy majos, estaréis bien?
F: si, como Samantha y Hugo se van a quedar aquí 3 semanas no estaremos solos, por ahora todo ha sido divertido, no ha habido peleas ni nada extraño.
M: bien, a ver si llego a conocerles, porque la primera semana de viaje, la segunda sin poder volver...no se si llegamos a conocerlos
Entonces Samantha salió dando saltitos a la pata coja con las muletas. Mire un poco a través de la puerta y estaban Hugo y Anaju hablando con el médico mientras Samantha se dirigía hacia las escaleras.
M: quieres que te pase a papa?
F: emm...ahora no puedo, dile que le quiero adiós- colgué y corrí hacia Samantha- que haces?!
S: no es muy obvio? Bajar las escaleras
F: oh no, en tus sueños- la cogí y la subí a mi hombro dejándola boca abajo
S: noooo así noo
F: no querías bajar las escaleras? Pues las bajaremos
Baje un par de escalones y Samantha se dio unos 100000 cabezazos contra mi culo
S: no me gusta esto
F: ya tienes razón, por las escaleras no es buena idea
Subí esos cinco o seis escalones que ya había bajado, y aún con Samantha en mi hombro me dirigí hasta el ascensor y lo llame
S: vas a bajarme?
F:no
S: se me va a subir la sangre a la cabeza
F: mejor, a ver si así empiezas a usarla y comprendes que no puedes bajar a la pata coja por las escaleras
El ascensor abrió sis puertas, era muy amplio ya que había gente que tenía que subir con silla de ruedas o camilla, en su interior solo había cinco personas, un grupo de amigos, mas o menos de nuestra edad, el grupo estaba formado por 3 chicos y dos chicas, parece que venían de ver a un amigo o amiga. Yo entré como si nada, no se porqué no tenía vergüenza, Samantha conseguía sacar mi verdadero yo y hacia que no me avergonzara de ello, en cambio se que Samantha se estaba muriendo de vergüenza. El grupo nos miró de arriba a abajo, sobretodo los chicos, que se fijaron en Samantha ya que llevaba falda.
S: Hola
X: Hola- dijeron todos al unísono.
X: puedo preguntar o me arrepentiré por ello?- dijo una de las chicas- por cierto me llamo Olivia, peor mis amigos me llaman Liv.
X: yo soy Abril
X: Marí
X: Alejandro, preferiblemente llámame Alex
X: Marcos
S: yo soy Samantha, y me esta llevando así porque es un poco gilipollas, sabes?
Liv: y tu novio como se llama?
S: oh por Dios! No es mi novio
Martí: bueno saberlo
S: Olvídalo
Martí: una cara bonita como la tuya no la puedo olvidar, no se ve todos los días
F: Flavio, me llamo Flavio.- no se porqué pero necesitaba cortar el tonteo.
Por dios en que piso estamos, esto se me estaba haciendo larguísimo
Martí: no vas a bajar a la chiquilla, queremos verle la cara
F: no, esta castigada
Alex: oh, os va es rollo, tu te portas mal...el te castiga, en plan cincuenta sombras de Grey
La puerta se abrió y yo no dude ni un segundo en salir a toda prisa, ellos se quedaron dentro, aun iban a bajar un par de pisos.
S: por dios estáis enfermos!
Martí: llámame, te buscaré por insta guapa
F: que panda de raritos
Llegamos a la sala donde teníamos que pedir las muletas.
S: me bajas ya?
F: oh si se me había olvidado- la dejé con cuidado en el suelo porque llevaba mucho tiempo con la cabeza gacha y podía estar mareada. Efectivamente estaba mareada y se tambaleó al segundo hasta caer, caer en mis brazos, pero esta vez en plan princes
F: uy- la cogí- te tengo
S: tu siempre me tienes- me dijo poniéndome recta y aferrándose a mi cuello para dejar nuestras caras mucho mas cerca. Sus ojos chocaron con los míos, y sonreía, tenía una sonrisa preciosa, yo la miraba a los ojos, a esos profundos ojos azules que me tenían hipnotizado.
¿Que me estaba pasando? ¿Que clase de hechizo me había lanzado Samantha para que estuviera siempre en mis pensamientos?
X: las muletas
F: que?- la voz de una enfermera me sacó de la burbuja, meneando la cabeza en forma de no me deshice de mis pensamientos como si acabara de despertar de un sueño, un sueño rubio de ojos azules
X: que aquí tenéis las muletas, sois vosotros, no?
F: si si perdona- dejé a Samantha en el suelo y la enfermera le dio las muletas, me llené de felicidad al poder verla caminar después de una semana viéndola arrastrada en una silla.
S: porqué me miras así?
F: así como?
S: sonriendo, con los ojos brillando, hipnotizado....te gusto Flavio? FLAVIO TE GUSTO?!- dijo gritando, se que lo decía de broma pero la vergüenza llenó mi cuerpo
F: te miro así porque estoy orgulloso, orgulloso de que después de todo lo que has pasado siempre tengas una sonrisa en la cara y siempre intentes sacar la parte positiva de las cosas
S: que tonto eres- se giró para ir hacia la puerta.- vamos Anaju y Hugo nos están esperando en el coche
Nos fuimos, Anaju tenía el carnet de conducir, se lo sacó a la primera, pero aún así no le hacia gracia coger el coche. Ahora que papa y mama no estaban era ella la que nos llevaba a los sitios. Samantha se sentó de copiloto, ya que era la única que sabía donde vivía Anne.
Llegamos a su casa, era una casa grande, tenía muchas plantas por toda la casa, era blanca y cerrada, pero con un gran patio, a la puerta estaban Gerard y Anne, besándose, eran muy monos los dos juntos. Supongo que estaban fuera para que supiéramos que era esa casa, y supongo que ellos no sabrían que este era el coche. Pasamos por delante de ellos para estacionar el coche unos metros mas lejos.
Mientras pasábamos delante suya Samantha bajó la ventanilla
S: hasta la garganta Gerard, hasta la garganta!
Los dos se pusieron rojos al segundo y se apartaron, como hoy refrescaba un poco al ver que ya sabíamos cual era la casa entraron dentro.
S: os va a encantar la casa de Anne, es super zen
Entramos a la casa y su madre nos indicó que estaban en el patio trasero, salimos y era una maravilla, había arboles una hamaca, en la cual estaban Gerard y Anne, a su lado había silla colgante, muy grande, donde cabían unas tres personas, pero solo la ocupaban dos, Nia y Maialen, luego había un sofa de exterior junto dos sillones, uno de los cuales estaba ocupada por Eva, al medio había una pequeña mes con zumos y algo de comida. Hugo se sentó en el sillón sobrante, y como era amplio le hizo hueco a Anaju. Yo y Samantha nos pusimos en el sofá, que a diferencia de los otros muebles era bastante pequeño.
Eva: como esta mi lisiadilla preferida?
S: bastante bien la verdad, por aquí me han cuidado super bien. Menso Hugo que casi me mata
Yo y Anaju reímos al recordar el momento cuando Hugo cogió a Samantha y empezó a correr por toda la casa haciendo curvas y el cantaba la canción de los coches de choque y Samantha, toda dramática gritaba, "voy a morir" " dios ábreme las puertas del cielo"
H: no exageres
Sam le sacó la lengua
Mai: y la coreo y todo eso como lo lleváis?
AJ: bastante bien la tenemos hecha, solo falta practicarla cuando podamos.
S: esta super guay, le hemos dado un toque porno
AJ: solo digo que habrá tensión sexual
S: y un sofá
G: uyuyuy....
El padre de Anne salió y nos dejó unos chocolates calentitos y unos churros para mojarlos, todos nos acercamos un poco a la mesa para no ensuciarnos y poder coger bien los churros. En cambio Samantha no podía ya que tenía que tener la pierna estirada, y por culpa de la venda no podía doblarla
S: joder! Cada minuto de mi vida es un infierno
Todos reímos, sobretodo Anne que tiró el chocolate de la boca y Gerard se meaba de la risa, tanto que movía la hamaca.
An: Gerard! Al suelo no por favor- decía meada de la risa
F: quieres que te lo de yo?
S: por favor y gracias
Cogí un churro
S: mójalo con chocolate
F: eso iba a hacer- le lancé mirada asesina
Mojé el churro y cogí una servilleta para que los chorrotones de chocolate no cayeran sobre el sofa o sobre nuestra ropa, pero de poco sirvió porque a Samantha le cogió un ataque de risa y se ensució toda la cara con el churro, ella me contagió su ataque de risa, el churro entraba en todos los sitios menos en su boca, le di en la mejilla, en la nariz, en la frente, peor entre risas era imposible poderle dar el churro en la boca
S: metémelo
Yo me percaté de lo mal que sonaba pero necesitaba continuar la broma
F: te lo meto
S: hasta el fondo
Anaju tiro el chocolate de la boca atragantándose con el, le había cogido un espasmo, las risas volvieron a empezar, bueno mas bien dicho continuaron pero esta vez mas fuertes. Hugo se levantó a por una servilleta y tropezó, parecíamos tontos, solo faltaba q Mai y Nia caieran de de la silla, peor con la risa de Nia sobraba, aunque la de Mai no se quedaba corta.
Cuando las risas empezaron a cesar cogí una servilleta para limpiarle la car a Samantha, ella cerró los ojos con fuerza e hizo una mueca. De repente volvieron mis pensamientos que no paraban de de perseguirme
Que guapa es
Flavio estas viendo lo que tienes delante?
Cállate subconsciente, céntrate
Nunca, óyeme, nunca, va a pasar nada entre vosotros

Tócala otra vez Flavio|| flamanthaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora