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Era extraño ver al capitán del equipo de rugby merodeando solo por las inmediaciones del campus de Strand. Usualmente estaba rodeado de sus amigos del equipo o algunas chicas que se le acercaban con el afán de tener el honor de intercambiar un par de palabras con él.

Pero hace varios días que esa imagen no se veía. Desde que su padre se fuera y Sherlock no le hablara, John quería estar solo. Bajo la clásica excusa de su trabajo y de los exámenes, esquivaba exitosamente las reuniones post entrenamientos en casa de Sebastián. Sinceramente, era la última persona con la que quería estar.

En una de sus solitarias caminatas por el extenso campus de la institución, encontró a alguien que parecía estar pasando por un proceso emocional similar al suyo. Familiarizado con la silueta de esa joven que había probado ser una muy valiosa amiga, notó que estaba sentada en soledad en las gradas de la cancha de fútbol. Se acercó y se sentó a su lado.

—¿Ahora te gusta la carrera con obstáculos? —le preguntó el capitán del equipo a Mary Morstan. Efectivamente, la joven parecía mirar atentamente a los chicos que practicaban esa destreza en la cancha.

—Estoy esperando a que uno se tropiece con esas vallas que saltan. —contestó abstraída la chica

John rio divertido y Mary le acompañó.

—Nah... En realidad, pensaba —se sinceró la joven.

—¿En qué?

—No sé, ¿en la vida?

—Ah sí, esa hija de perra.

Los dos volvieron a reir con soltura para luego compartir un silencio de varios segundos.

—¿Cómo estás? —rompió el silencio Mary.

El rugbier se encogió de hombros, sabiendo que se refería al tema de su padre. John había optado por contarle del asunto solo y exclusivamente a Mary. Por diversas razones, se mostró como la única persona disponible y la que menos problemas le traería.

—Aún me molesta —dijo John observando abstraído a los chicos que saltaban las vallas. —Lo peor es que solo me hace extrañar más a mi madre.

Mary le observó de reojo, honestamente preocupada por su amigo.

—Siento no poder decir nada creativo y positivo esta vez —dijo Mary. —Sinceramente, es una mierda.

—Lo sé —suspiró el rugbier y sonrió desanimado. —Solo espero no explotar con los exámenes, los entrenamientos y mi trabajo.

—Tú puedes, capitán. Queda poco para terminar el año —le animó la joven golpeando amistosamente su hombro. —No decaigas.

John sonrió ante el gesto. —¿Y tú? ¿Qué tal las cosas con tu padre?

Mary chasqueó la lengua en señal de indiferencia.

—Todo es raro, supongo. Está muy ocupado con el nacimiento de su bebé, y trata de hacerme participar en ello. O sea, me alegro por él y su novia, pero no estoy muy entusiasmada por el nuevo "hermanito".

—¿Estás celosa? —bromeó el chico.

—Nah, más bien me molesta un poco. Creo que no asimilo toda esta "nueva vida" que mi padre está armando. A pesar de que me haya dicho todo lo de "seguirás siendo parte, hija, eres tan importante como siempre", no sé —se sinceró la joven. —¿Estoy siendo injusta con él? Creo que está en todo su derecho de tener una novia y un hijo. Pero a la vez me molesta y no quiero que lo haga.

John sopesó las palabras de la chica. Él tenía más o menos el mismo dilema dando vueltas en su cabeza respecto a su padre, a pesar de que las circunstancias no fueran iguales. El padre de John seguramente iniciaría una nueva vida con aquella mujer de la florería, ya que era literalmente su "nueva razón para vivir". Al menos el padre de Mary la incluía en su nueva vida. El padre de los Watson los había descartado completamente.

The Two of Us || TeenLock Fanfic (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora