34 (Parte 3)

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Advertencia: Lenguaje soez. Violencia física. Referencia explícita a violencia sexual.

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—¿Qué mierda es todo esto? —preguntó Moran con evidente fastidio y confusión, mientras seguía reteniendo a Irene. La chica se mantenía tiesa bajo el agarre y con el frio metal del arma amenazando directo a su sien.

—Déjala ir, ella no tiene nada que ver —le advirtió John con cautela.

Los desorbitados y rojizos ojos del subcapitán se posaron en él y luego pasaron a la caja fuerte a su lado.

—¿Cómo la abrieron? Oh, déjame adivinar. Sherlock lo hizo —decía para sí con sarcasmo. —¿Recordó el juego?

—¡Sebastián, por favor! ¡Deja el arma! —gimoteó el irlandés entrando en pánico.

—Esto fue idea suya, ¿no? —seguía diciendo Moran con cierto resentimiento en su tono. —Es increíble cómo hasta estando en coma sigue siendo un dolor en el culo.

—Fue mi idea —dijo John con firmeza, cuidando de no alterar al otro. —Fue mi idea, déjalos ir.

—Nah, tú no pudiste haber pensado en todo esto —descartó el otro con autosuficiencia.

—¡Esto es entre tú y yo, Morán! Déjalos-

—¡¡CÁLLATE, PEDAZO DE MIERDA!! —vociferó de repente el subcapitán haciendo saltar del susto a todos, especialmente a su rehén. —Ya no eres mi capitán. No eres nadie para mí. No me des órdenes. Después de todo lo que hice por ti... —le enfrentó con resentimiento y hasta un atisbo de dolor. —Maldito bastardo, yo te di mi equipo, te hice capitán, te di amigos, te hice conocer personas y lugares que no hubieras podido conocer en tu puta y miserable vida... ¡¡Yo mantuve tu beca!! ¡¡Yo tuve la idea de regalarte el viaje de estudios!! Incluso planeaba que ambos estudiáramos en una prestigiosa universidad ¡¡Te traté como a un hermano!! ¡¿ASÍ ES COMO ME PAGAS?!

—¿Cómo a un hermano? —siseó el rubio encolerizado. —¡¡Eres un maldito hipócrita!! ¡¡No tienes idea de lo que significa ser un hermano o un amigo!! Eres cruel, haces daño a las personas y no te importa nada. Solo piensas en ti mismo, o en lo que puedes aprovechar de otros —apretó sus puños con rabia sin poder descifrar el efecto que esas palabras causaban en el otro. —Tú eres el sociópata, Sebastián. Tú eres todas esas cosas que dices sobre Sherlock-

Sin soltar a su rehén, Sebastián movió fugazmente la dirección del arma y apuntó hacia una de las paredes del cuarto dando un estruendoso disparo que retumbó en los oídos de los demás y les hizo gritar de terror. El chico se mantuvo totalmente inexpresivo y simplemente volvió a apuntar hacia Irene.

—Yo te hice alguien relevante, John Watson —siguió hablando con autosuficiencia el subcapitán frente a los perturbados jóvenes que se hallaban frente suyo. —Sin mí, no serías más que un pordiosero de los suburbios en esa escuela de mierda a la que ibas. Yo te hice, capitán. Todo lo que tienes, tu popularidad, tu beca, tu lugar en el rugby, todo lo tienes gracias a mí. Yo te saque de ese pozo de mierda que era tu vida. Yo mejoré tu mediocre vida. Deberías agradecerme, no traicionarme de esta forma.

—Tú me mentiste... —le acusó el ex capitán. —Me dijiste que no le harías daño... ¡Me dijiste que todas estas cosas eran solo rumores! Y yo tenía mis dudas, pero decidí creerte. ¡Yo confié en ti!

—Pero tú también me mentiste —le retrucó el otro con amargura mientras intensificaba el agarre de su rehén y presionaba con mayor fuerza el caño del arma en su sien. —Me dijiste que estarías del lado del equipo, que querías protegernos, pero no dudaste en mentir para cubrirle el culo a ese marica. Tú viste todas las consecuencias que nos trajo su jueguito. Viste cómo nos abucheaban en los partidos, viste cómo nos hostigaban en los medios, viste como manchaban el nombre de nuestro equipo una y otra vez. Y sin embargo te quedaste ahí, mudo, cubriendo la travesura de tu amiguito. Eres un maldito cobarde, Watson. Traicionaste a tu equipo, decepcionaste a todos en Strand. Me atacaste, me rompiste la cara, mientras yo no fui capaz de hacerte daño. Nunca le levantaría la mano así a un compañero. Porque tengo códigos —espetó furioso y con soberbia. —Eres un imbécil. Mírate ahora, en este circo que se armaron. Eres realmente patético, John Watson. Nada de esto estaría pasando si hubieras sido un poco más inteligente. Si hubieras elegido estar de nuestro lado. Quizás hasta me hubieras evitado el tener que romperle el culo a Sherlock.

The Two of Us || TeenLock Fanfic (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora