The Two of Us || TeenLock Fanfic (TERMINADO)

21

Me levanto deseando que esta vez no sea otra de esas pesadillas.

!!!

¡¿Ese era John?!

¡Acaba de pasar por ese pasillo! ¡Debo verlo!

Pero por más que corro, no lo vuelvo a ver.

Quizás el encierro me está haciendo mal.

****

Sherlock observaba los techos y ventanas de edificios vecinos que se extendían a través de la ventana de su nuevo cuarto. Un paisaje totalmente distinto al que solía vislumbrar a través del amplio ventanal de su anterior cuarto, en casa de sus padres.

Nunca solía estar tan quieto en sus noches de insomnio. Generalmente veía documentales de asesinos seriales, o investigaba cualquier cosa en internet, escribiendo y caminando de aquí para allá para calmar la ansiedad. Quizás era porque, en ese entonces, no conocía los efectos del tabaco.

Apoyado en el marco de la ventana, el joven dio una última pitada antes de darse cuenta que se había quedado sin cigarrillos. Había tomado una estúpida decisión de comprar solo una caja para contenerse en su nuevo hábito y evitar la dependencia. Pero ahora se arrepentía de ello. ¿Desde cuándo le interesaba cuidarse en algo?

Detestaba cuando no podía controlar su ansiedad mentalmente. Y con más razón, sabiendo que tendría un día muy importante mañana. El Festival de Talentos.

Era el bailarín principal, no podía cometer ningún error, pero para ello debía descansar. Se negó a tomar una pastilla para conciliar el sueño, a pesar de que fuera lo más eficiente. Aquella solía tener un fuerte efecto en él, por lo que no quería levantarse a las 12 del mediodía y luego salir a las 2 de la tarde hacia el teatro.

Tuvo que conformarse con acostarse e intentar conciliar sueño a la antigua. Le acechaba el temor de no rendir lo suficiente mañana.

Aunque, siempre está "eso", pensó.

Su acercamiento con Moriarty, quien era la única persona con la que actualmente socializaba, le había permitido conocer la cocaína. El profesor le había contado como a veces la utilizaba a modo de energizante, en una dosis pequeña pero eficiente. Sherlock la había utilizado en un par de ensayos, y le había parecido fenomenal. Los efectos terminaban rápido, pero le servían. Incluso le habían disminuido la necesidad de comer y dormir, lo que según el joven le ayudaba. Aunque el temor asociado a los efectos adversos de su consumo siempre estaba.

El pensar en Moriarty le recordó su inminente ida a Estados Unidos. ¿Realmente quería irse? Él trataba de no sacar mucho el tema con su profesor, pero éste se empeñaba en hablar de ello, en recordarle trámites previos, en hablarle de los profesores de allá, de la vida americana, las giras mundiales que realizaba dicha compañía y las miles de bondades que podía ofrecerle tal experiencia.

Acceder a la beca claramente le beneficiaría en su formación como artista, como así también, le daría un respiro de esa ciudad que se había vuelto tan hostil para él. Pero también significaba estar a disposición de Jim Moriarty. El sujeto tenía un claro objetivo que Sherlock erróneamente subestimaba.

Acceder a la beca significaba también que su futuro podría cambiar radicalmente, al menos por un tiempo. Moriarty tenía serias intenciones de hacerle ingresar al cuerpo estable de esa compañía, lo cual significaba que se dedicaría un par de años más al baile exclusivamente. Dejaría temporalmente de lado su objetivo de estudiar criminalística y química, sin antes terminar la escuela.