Estoy ayudando a pelar y cortar la verdura, soy malo cocinando, mientras Ian y James están dedicados a preparar distintos platos de comida, me van diciendo como quieren que corte los distintos alimentos que irán usando. Iván y Moi cuidan y juegan con Sam, se escucha las risas de mi pequeña, tan feliz. Todo esto siendo grabado y fotografiado por John, que pasa de un lado a otro recogiendo en su móvil ese tranquilo sábado por la tarde.
-Voy a bañar a la niña, para que cene y acostarla a dormir antes de que empecemos a cenar y beber. -Les digo a los dos cocineros. -John estará conmigo para ayudarme y darme lo que necesito.
-Vale, ahora preparo el pequeño "parque" que trajiste, para que duerma. -Ian me deja ir mientras me sustituye Moi.
Tras bañar a la pequeña y con su biberón recién preparado por Ian, ya acostumbrados me ayudan muchas veces, me acomodo en el sillón mientras tengo a Sam entre mis brazos, recostada mientras se aferra al biberón y sus hermosos ojos grises buscan mi mirada, tanto amor veo en ellos que hacen que me derrita. Cuando un poco después elevo mi mirada, me encuentro con los cinco hombres observándonos en silencio, les sonrío mientras vuelvo a prestar atención a Sam.
Mientras intento que se duerma, James se sienta a mi lado, parece fascinado por todo lo que rodea a la pequeña. Como ha estado ocupado ayudando con todo la cena, solo ha visto un poco de lo que supone encargarse de un bebé. Sus ojos nos observan con mil emociones, le sonrío con tranquilidad.
-Mañana la bañamos juntos, también te dejaré que le des el biberón. -Le susurro para que Sam siga relajada entre mis brazos. - ¿Quieres intentar dormir a Sam?
- ¿Lo dices en serio?
-Ya verás, nunca en tu vida sentirás algo igual como tener a este bebé en tus brazos, poniendo toda su confianza en tus manos, te hace sentir un dios, un héroe y mucho miedo también, de ser el todo. -Sé que, siendo homosexual, todos ellos, casi seguro, se pierdan el ser padres. -Ven cógela con cuidado, la cabeza que se recueste aquí. Muy bien, ahora relájate y transmite esa tranquilidad.
James me mira entre asombrado, asustado y emocionado, sus ojos brillan mientras me sonríe feliz, la pequeña le mira y suspira para cerrar los ojos, acomodándose en los capaces brazos que con tanto cuidado la mecen para que se duerma.
Pasamos varias horas cenando y bebiendo, hablando, bromeando y la verdad que los dos españoles son muy divertidos, hacía mucho tiempo que no lo pasaba tan bien, normalmente iba a discotecas o diversos tugurios, donde me emborrachaba y drogaba, hasta perder cualquier raciocinio sobre lo que me rodeaba. Solo bebiendo, levemente embriagado y disfrutando de la noche, tranquilamente en casa de unos amigos, es el plan más entretenido que he tenido en siglos.
Unas horas más tarde, Ian que casi no ha bebido, nos hace el favor de llevarnos a casa en mi coche, tras ayudarme a poner a Sam en su cuna, la que está pegada a mi cama para poder cogerla sin tener que levantarme de la cama, se marcha despidiéndose de nosotros dos.
Ambos nos quedamos en medio de mi habitación, silenciosos, como esperando...pero esperando qué, es algo que no sé. Una extraña corriente recorre el dormitorio acariciando a James y a mí, le miro a los ojos, sin entender que es esto que estoy sintiendo. Se acerca a mí, con lentitud, hemos estado casi cuarenta y ocho horas juntos, la comodidad entre nosotros es palpable. James se acerca más a mí, se queda separado por unos centímetros, nuestros ojos no se despegan, eleva su mano lentamente, como si no quisiera asustarme, con ella acaricia mi rostro con suavidad, dejo salir un suspiro de entre mis labios, mientras que mi cabeza se apoye en su mano haciendo que ésta presione algo más mi mejilla. Entonces mueve su mano, llegando a mi nuca, donde sus dedos me hacen leves cosquillas que se reparten por todo mi cuerpo y mis labios son capturados por los de él.
Un beso suave, una caricia leve que manda ondas de chispeante energía por todo mí cuerpo, entreabro los labios y su cálida lengua acaricia la mía, ¿puede un beso ser tan ardiente en milésimas de segundos? ahora siento mi piel arder, mis manos se aferran a su blusa por la espalda, mientras su mano izquierda sigue en mi nuca y la derecha acaricia mi costado, siento el calor de su cuerpo en el mío mientras estrechamos el abrazo, haciendo que estemos totalmente pegados.
Para mi sorpresa estoy duro, muy duro, pero de pronto James mueve sus caderas hacia las mías y noto su dureza pegarse a la mía, no puedo evitar un jadeo mientras le abrazo con más fuerza, dejo que me devore, que deguste mi boca, su salvaje y ardiente beso me tiene embriagado en fuertes sensaciones de deseo.
-Tom, deja que te lama. -Me susurra, contra mis labios. -Deja que te de placer.
-Ya me das placer. -Respondo mientras intento que se calle y vuelva a besarme.
-Deseo tenerte en mi boca, por favor, deja que te deguste.
Mi mente embriagada entiende levemente lo que me está ofreciendo, al escucharle sentí un fuerte tirón en mi zona baja, como si rogara por poder entrar en esa boca tan ardiente. El fuerte deseo y ansias de sentir esa boca a mi servicio me da fuerza para separarme un poco.
-Joder, hazlo. -James me hace llegar a la cama, donde me ayuda a quitarme la ropa.
-Eres delicioso. -Mientras su boca baja por mi cuerpo, llenándome de besos húmedos que me hacen enloquecer aún más.
Siento su lengua, lame la punta de mi pene, limpiando las pequeñas gotas del presemen que se escapa debido a mi deseo, acaricia con sus manos el interior de mis muslos, hace que abra más las piernas, acomodándose entre ellas, no mucho después siento el calor húmedo de su boca capturando mi impaciente dureza. Su lengua acaricia y juguetea mientras me chupa haciendo que mi mente se quede en blanco.
Mis ojos lo buscan y nuestras miradas se encuentran mientras desciende para lamerme las pelotas haciendo que gima desesperado, su boca vuelve a engullirme mientras su cabeza se mueve al ritmo de la mejor mamada que he recibido en toda mi vida, jadeo y gimo sintiendo que esa boca será mi perdición por siempre, mi esencia se derrama mientras él la traga para poco después mirarme orgulloso de su labor.
Se acuesta a mi lado y comenzamos a besarnos, puedo notar mi íntimo sabor en su boca, mientras su lengua captura y juega con la mía. Noto su dureza clavarse en mí, algo se mete en mi mente, quiero devolverle el favor de alguna manera, dirijo mis manos a su pantalón, abriendo su bragueta para sacar su dureza y mientras nos miramos a los ojos, jadeando, totalmente excitados le intento dar placer, nunca había tocado otra polla que no fuera la mía, pero parece que los movimientos que me hacen disfrutar a mí, también son buenos para él.
Mientras su lengua vuelve a enganchar la mía acaricio y juego con su dureza consiguiendo su orgasmo en pocos minutos, mi mano empegostada de su esencia, mientras siento que se estremece. Poco después me dirijo al baño, con él detrás de mí, nos duchamos y tras secarnos como podemos, nos acostamos para dormir, desnudos, relajados y felices.
Continúa>>>
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Mi familia
RomanceFINALIZADO Tom Geller un abusador, camorrista al que solo le importaba él mismo. Todo cambia al convertirse en padre soltero y la vida le enseña la importancia de la amistad. Quien iba a decirle a él que su mayor apoyo sería una de las personas a la...