Los días pasan volando, no hemos dejado de tener sexo cada vez que estamos un momento a solas, todos los días estamos llenos de marcas de nuestros ardorosos encuentros, aparte de mis obvias molestias al caminar, las veces que nos excedemos. Pero solo tenemos esta semana, así que, sin vergüenza ninguna, lo busco una y otra vez, James siempre dispuesto a darme todo el placer que pueda darme, no se queja.
-Buenos días dormilón. -Sus labios recorren mi piel, mientras el sol entra con fuerza por la puerta del balcón abierta. -Tom levanta, la boda comienza en unas horas.
-Ummmm... dame algo de placer, así conseguirás que obedezca. -Le muerdo el labio mientras rozo mi cuerpo con el suyo, dejando que su dureza se roce con la mía.
-Ponte a cuatro, iré a saco. -Muerde mi cuello antes de separarse para que me mueva. -Así muy bien, increíbles vistas.
Me penetra sin molestarse en prepararme levemente. Grito mientras me aferro a las sábanas, no es que sea mucho el dolor, hemos follado tanto que la zona no necesita casi preparación. Se mueve rápido, fuerte, profundo sus manos en mis caderas mientras yo acaricio mi desesperada polla con la mano, próximo al orgasmo gimo desesperado cuando todo se queda en blanco mientras me corro y tiemblo de placer, James sigue y sigue follándome unos minutos más hasta que se vacía y se deja caer en la cama.
Más aplacados nos duchamos, afeitamos, nos cepillamos los dientes, todo esto viene con besos y caricias muy íntimas que nos vamos robando el uno al otro causando la necesidad de una nueva follada. Finalmente nos ponemos los trajes. James está increíble, le observo fascinado, tan hermoso, no puedo evitar ponerme duro al ver lo hermoso que se ve mi rubio. La ceja de él se eleva mientras me recorre con sus ojos y es consciente de mi situación.
-Tom, así no puedes bajar a la boda. -Su voz severa y divertida. - Quítate el pantalón y el calzoncillo, abre las piernas y apoya tus manos en la cómoda.
Nervioso sigo todas sus órdenes, en breves segundos le veo ponerse un condón, el primero que usa en esta semana, vuelve a follarme lento y profundo, evitando que sudemos demasiado, sacia todas mis necesidades en breves y fuertes estocadas el tercer orgasmo de la mañana llega a nosotros, sin más se quita el condón, lo tira en la papelera del baño, viene a mí para ayudarme a ordenar mi ropa y tras esto me hace ir al ascensor, mis piernas tiemblan y mi ano sigue palpitando por el bárbaro uso recibido.
La boda nos llama la atención, muchos miembros de la familia, también muchos amigos. Gritos, música, algarabía y la mejor comida que nunca he disfrutado. Iván y Moi nerviosos, felices y muy emocionados. Tan guapos en sus trajes, con miradas rebosantes de amor. Más tarde esa noche, bailan entrelazados, poco después se van uniendo otras parejas, entre ellas John e Ian, se regalan pequeños besos y los veo hablar, supongo susurrando palabras de amor por lo colorado y tímido que se ve John, aún ahora, con todos los años que llevan juntos, le puede la timidez.
-James, voy al baño, vengo en un rato, que también quiero tomar algo el aire.
-De acuerdo, te espero por aquí.
Tras acabar con el baño, salgo a los jardines, paseo lentamente mientras pienso en James y en mí, todo lo hecho y dicho durante la semana. John tiene razón y tengo que tomar una decisión y hablar con él. Poco tiempo después unas manos me agarran por las caderas empujándome hasta apoyarme contra un cuerpo y sentir una erección clavarse en mi culo.
-Cuando acabe toda esta alegre fiesta, follaremos hasta que amanezca. -James hace que me estremezca con su aliento acariciando mi oído. -Estás tan sexy, me pones mucho.
-Ya lo veo. -Froto mi culo insinuándome contra su dureza. -Faltan varias horas para que finalice la fiesta, pero te proponga una mamada, vamos al baño que está allí, parece desierto.
Casi no me deja finalizar mi propuesta cuando ya estoy en el baño de rodillas con mi boca tragando y chupando todo lo que puedo, tan desesperado me folla la boca clavándola en la garganta, desesperado aferra mi cabeza y yo me dejo usar a su antojo. Excitado viendo como gime y me usa hasta que llena mi boca haciendo que tosa y escupa.
-Tom, qué lástima que mañana sea el último día aquí. -Limpia mi cara de los restos. -Pasado mañana por la tarde ya estaremos cada uno en su casa y a saber cuando podré volver a gozarte.
Ahora me abraza, para besarme durante largos minutos. Nuestras lenguas se degustan y disfrutan del poder acariciarse y rozarse.
La fiesta sigue y sigue, ya está amaneciendo cuando aparecen los camareros para proporcionar un delicioso desayuno a los invitados que aún quedamos. Somos unos cincuenta y devoramos todo hambrientos. Hora y media más tarde estoy dentro de la ducha, dejando que el agua caiga sobre mi cuerpo para limpiar el sudor, no mucho después tengo a mi ardiente amante golpeando en lo más profundo de mi cuerpo. Los dos enloquecidos por el poco tiempo que nos queda juntos.
Son las diez de la mañana cuando saciados dormimos por fin, pero solo hasta las dos de la tarde, a esa hora nos levantamos para ir a almorzar con nuestros amigos, en unas horas Moi e Iván se van de viaje de novios y no sabemos si volveremos a coincidir todos. A lo mejor es la última vez.
-La boda fue preciosa, los españoles si saben divertirse. -Ian comenta mientras su mano acaricia la alianza de John. -Lo pasamos muy bien.
-No solo ayer, toda la semana, muchas gracias por darnos unos días increíbles. -Agrego.
-Pensaba que estuviste muy ocupado follando, para ver algo más. -Se burló John.
-Aparte de follar, también me divertí con vosotros y con todo lo que hicimos. -Le suelto sin molestarme. -Además, toda la semana he visto como aumentan las marcas en tu cuerpo, así que no somos los únicos que hemos estado follando.
-Puede ser Tom. Pero sois los únicos que lo hicieron en el mar sin importarles quien los viera. -Me corto Ian, mientras Moi e Iván nos miraban divertidos.
-A mí me suena a envidia por no haberlo experimentado con tu marido. -Se la devolvió James mientras John se ponía muy rojo y le pedía a Ian que no discutiera más.
-Nosotros nos alegramos de que se hayan divertido y disfrutado de estos días. -Moi entrelaza la mano con Iván. -Nos da pena tener que despedirnos, pero tenemos que terminar el equipaje, nos vamos en tres horas. Mañana nuestra amiga los lleva al aeropuerto.
Nos despedimos con pena y algo de tristeza. Nos aseguran que mandaran todas las fotos de estos días, en unos meses, casi llorando nos abrazamos por última vez y salimos a la piscina para aprovechar algo del sol antes de tener que ir a cenar.Continúa>>>
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Mi familia
RomanceFINALIZADO Tom Geller un abusador, camorrista al que solo le importaba él mismo. Todo cambia al convertirse en padre soltero y la vida le enseña la importancia de la amistad. Quien iba a decirle a él que su mayor apoyo sería una de las personas a la...