- ¿Déjame dormir en casa de Jessy? -Sam me pone ojitos. -Es sábado, hice todos mis deberes y me he portado muy bien, ¿me dejas, papá?
-Hoy regresa papi, tras dos semanas, lo echabas mucho de menos.
-Lo sé, pero lo veo el domingo. Me apetece mucho estar con Jessy.
Hago que pienso, como si fuera muy difícil tomar la decisión, ella me observa preocupada, con ocho años es una buena niña que adora pasar tiempo con su mejor amiga Jessy.
-De acuerdo, te dejo quedar, ve y prepara todo lo que quieres llevar, mientras telefoneo a sus padres para saber cuáles son sus planes. -Va corriendo a su dormitorio, hace unos meses cambié su dormitorio y ahora se encuentra en la habitación más alejada de la nuestra, para nosotros tener más intimidad y ella cuando se queda con sus amigas tener más espacio.
Estoy solo en casa, una vez dejé a Sam en casa de su amiga fui a hacer la compra, ahora estoy terminando de preparar el almuerzo, James no tardará en volver. En los últimos años he aprendido a cocinar medianamente bien gracias a él. No mucho después tras bajar el fuego escucho la puerta de la calle cerrarse.
-Hola cariño, ¿qué tal el regreso?
-Bien, voy a ducharme que me siento sudado y asqueroso del tren. -Me da un leve pico mientras se encamina a nuestro dormitorio.
-Yo me encargo de sacar las cosas de la maleta, ordenarlas y poner las prendas a lavar.
-Muchas gracias. -Se desnuda como si tal cosa, me quedo atontado observando como se deshace de toda la ropa y coge una toalla para ir a la ducha.
Poco después mientras estoy programando la lavadora para lavar toda la ropa sucia se acerca y me abraza por la espalda besando mi nuca. Me apoyo en su cuerpo y le dejó más acceso para que sus labios me acaricien el cuello.
- ¿Dónde está Sam? ayer me llamó que me echaba mucho de menos.
-Hoy duerme con Jessy, prefiere estar con ella.
-He perdido contra una niña de ocho años, hasta hace poco yo ganaba a casi cualquiera.
-En verdad te echó mucho de menos, eso de irte dos semanas enteras se le hicieron eternas, no poder verte le costó mucho. ¿Qué pasó al final? -Había vuelto a Nueva York a ayudar a un amigo, en un caso muy complejo.
-Ganamos, fue bastante complicado, pero estoy muy contento con nuestro trabajo. -Sus manos comienzan a meterse entre mi ropa. - ¿No me echaste de menos?
-Sí, mucho. -Me giro entre sus brazos y le beso en la boca. -No me gusta estar sin ti.
Me separo y me encamino hasta la mesa, para retirar el frutero y colocar las cosas para comer, pero antes de poder hacer ningún otro movimiento James se coloca a mi espalda, una mano la pone en mi cadera, la otra en mi cabeza, hace que me agache y me recueste en la mesa.
-Yo te eché mucho de menos. Necesito tenerte entre mis brazos, hace dos semanas que no te toco. -Su mano ya está retirando mi pantalón corto de deporte y la ropa interior, dejando mi culo al aire.
-También te eché mucho de menos, pajearme no es suficiente. -Jadeo, siento sus dedos entrar en mí, mojados de su saliva van intentando prepararme con rapidez, impaciente.
Le escucho gruñir de satisfacción una vez comienza a penetrarme, yo me aferro a la mesa forzándome a relajar mi esfínter para facilitar la entrada de su gran polla. Le siento salir y entrar con fuerza, aporrea mi interior sus manos me agarran mientras soy penetrado con fuerza, golpes secos hacen eco en el comedor gimo de placer y hace que grite cuando sus dientes se clavan en mi hombro.
-Tom, te amo. No puedo estar sin ti, dos semanas sin poder escucharte gemir por mí, es un castigo.
-James, dame la vuelta, quiero verte. -Le ruego, mientras sus caderas siguen moviéndose sin parar.
-Ven cariño, vamos a la cama, creo que nos va a llevar mucho tiempo, vamos a aprovechar tener la casa para nosotros.
Me lleva al dormitorio, me dejo caer en la gran cama y cuando se pone sobre mí, sin esfuerzo me penetra de una estocada cegándome de placer al chocar con mi próstata, me aferro a él para que me bese mientras sigo siendo follado sin prisas, me hace sufrir mientras le ruego y suplico, no deja que mi mano aferre mi polla, se divierte sacando su verga lo máximo que puede para volver a empujarla en lo más profundo de mi cuerpo.
-James, amor, por favor. -Le suplico mientras me sonríe satisfecho.
-Tom, vas a tener que correrte así, no voy a permitir que te toques.
-Tócame.
-No amor, quiero que mi polla cause el orgasmo. -Comienza a moverse más rápido y duro, jadeo y gimo mientras el orgasmo tan próximo parece resistírseme. -Venga cariño, puedes, mira lo empapado que estás, deja que salga todo.
Me besa y pellizca mis pezones, siento como se corre y me llena de su ardiente esencia, mientras tiembla y jadea sobre mí por fin me corro satisfecho. Le abrazo no dejando que se mueva y exigiendo que me bese.
-No creo que te hayas masturbado mucho, nos has manchado un montón.
-Yo siento mi interior muy lleno, creo que tampoco te has masturbado mucho.
-Tom, estaba ocupado trabajando, no he tenido tiempo. Como aún tengo los huevos llenos, y ya que te tengo abierto y dispuesto, deja que te llene de nuevo. Hoy voy a intentar dejarte embarazado.
-Eres idiota. -Le digo entre risas mientras me muerde y besa juguetón. - ¿No tienes hambre?
-No, solo tengo ganas de abusar de tu cuerpo. -Me besa enredándose con mi lengua. -Mañana recogeré yo a Sam, no vas a poder andar.
-No serás capaz. -Le digo espantando.
-Sabes que sí, no será la primera vez que lo hacemos, anda amor déjame, he tenido muchos sueños húmedos contigo, necesito satisfacción.
Así pasamos las siguiente cuatro horas, cuando por fin estuvo satisfecho no podía moverme sin que se escurriera semen de mi culo, nos dimos una ducha para ir a almorzar, pero el muy loco no dejo que terminara de comer.
-Por favor, anda, házmela.
-No quiero James. ¿Por qué estás duro de nuevo?
-Estás comiendo tan sensual, hazme una mamada, venga.
-Que no, déjame comer.
-Cómeme la polla, verte comer me tiene desesperado, anda.
Ya cansado de sus ruegos y que no dejaba que moviera el tenedor para seguir comiendo, me puse de rodillas ante él. Le bajé los calzoncillos y su polla ya dura saltó fuera ansiosa de mis atenciones.
Lamí toda su largura y después ya la tenía llenando mi boca colándose por mi garganta y mis oídos se llenaron de los gemidos de mi novio, sus manos aferraban mi cabeza y excitado como estaba comenzó a embestir entrando profundo, mi lengua trataba de lamer, el muy bruto estaba haciendo que tuviera arcadas de lo profundo que la estaba colando, lágrimas se deslizaban de mis ojos cerrados, no podía creer lo excitado que estaba, me sentía a punto de asfixiarme cuando me lleno de su sabor haciendo que se desbordara mientras tosía y jadeaba.
-Mierda Tom, lo siento. -Corrió a por papel para limpiarme y después me dio agua. -Llevo varias noches soñando con follarte, no solo tu increíble culo, también esa boca tan lujuriosa.
Me besa y acaricia mientras trato de relajar la boca, me está doliendo la garganta un poco, pero no estoy enfadado, verle tan desenfrenado y desesperado por mí me satisface mucho. Para mi sorpresa vuelve a hacer que me apoye en la mesa y ya le tengo otra vez machacando mi interior.
A duras penas consigo levantarme de la cama, tras ir al baño, con las piernas temblando y casi sin poder sostenerme, me encamino a la cocina, el reloj me dice que son las cuatro de la madrugada, bebo algo de agua y tomo varios calmantes. Hacía años que no nos excedíamos, siento mucho dolor, regreso a la cama, James duerme relajadamente, una pequeña sonrisa satisfecha ilumina su cara, tan hermoso. Me tiene locamente enamorado, tanto es así que no fui capaz de ponerle freno aun sabiendo como de doloroso sería para mí, dormí unas dos horas y ahora que me desperté y siento tanto dolor no sé qué hacer.
-Tom, ¿estás bien? -James se despertó y me mira sorprendido.
-No, acabo de tomarme par de calmantes. Me duele el culo como si me hubieras follado con un misil.
-Ven ponte en la cama, deja que encienda la luz. -Me abre y observa, verificando que no tenga ninguna herida, el muy cabrón de repente me lame y empapa haciendo que jadee.
-No por favor, ya no puedo más.
-No voy a penetrarte, solo quería acariciarte con la lengua. Te pongo pomada, está algo hinchado, pero ya verás que el lunes estás bien.
-James, no puedes volver a marcharte, no puedes volver y estar usando mi cuerpo durante todo un día por echarme de menos. -Le medio lloro mientras su dedo me pone la pomada cuidadosamente.
-Lo siento, tendré más cuidado en el futuro. ¿Te apetece que te haga una mamada?
-No, ahora lo que quiero es dormir, deja ya esta loca lujuria. -Se me olvidaba con quién estoy tratando, será cuidadoso, será delicado, pero nunca aceptará un no por respuesta, en el tema sexual.
Me tuvo despierto tres horas más mientras se divertía con mi cuerpo y yo con el suyo, no volvió a penetrarme, pero el placer y los orgasmos no dejaron de llenar nuestro dormitorio, agotado, por fin, James me dejo dormir abrazados y sin despegarnos.Continúa>>>
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Mi familia
RomanceFINALIZADO Tom Geller un abusador, camorrista al que solo le importaba él mismo. Todo cambia al convertirse en padre soltero y la vida le enseña la importancia de la amistad. Quien iba a decirle a él que su mayor apoyo sería una de las personas a la...