FIN

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-Papá, estás guapísimo. -Sam me observa orgullosa. -Lo siento mucho por ti.

- ¿Por qué me dices eso? -La miro asustado, pensando que estoy haciendo algo mal.

-Cuando papi se siente muy feliz te pasas varios días hecho polvo. Con lo guapo que estás y lo feliz que se sentirá el día de hoy, estarás destrozado un mes.

-Me parece a mí que sabes mucho, "listilla". -Ahora estoy preocupado, Sam no está para nada alejada de la verdad, me sonríe con picardía y tras arreglar su traje color lavanda me mira.

-Voy a salir para ver como va todo, no te muevas de aquí, vendré enseguida.

-Aquí te espero, estás preciosa.

-Lo sé, acerté con el traje.

Se acaba de cerrar la puerta cuando alguien llama y veo asomarse a John, me da un abrazo y después me observa detenidamente.

-Estás imponente, este traje blanco te queda como un guante, la parte del tatuaje que se ve en el cuello, más todos los pircings por una vez y con ayuda del traje, no te dan aire de Yakuza, pareces un modelo.

-Gracias.

-Me das pena, cuando vuelva a verte tras el viaje de novios estarás en silla de ruedas.

-Joder lo mismo insinuó Sam. -John suelta una carcajada y se despide para ir a sentarse a su sitio.

-Papá vamos ya. Están todos, solo esperan por nosotros.

Se agarra a mi brazo para salir de la habitación y encaminarnos al hermoso jardín del hotel donde decidimos casarnos. En un principio habíamos hablado de entrar los dos juntos, de la mano, pero a Sam le hacía mucha ilusión entregarme ella, así que aquí estamos, recorriendo el pasillo que forman las sillas en donde nuestros amigos y familiares están, al final veo a James, sin despegar sus ojos de mí, una sonrisa que se alarga en su hermoso rostro lleno de felicidad.

Él sí que está hermoso, en un traje color perla, según me susurra Sam, tan imponente que hace mi corazón latir desbocado, cuando por fin llegamos a él, Sam le toma una de las manos a James y la entrelaza con la mía.

-Espero que sigan siendo igual de felices, los quiero mucho.

Sorprendido veo como se seca unas pequeñas lágrimas y consternado siento el dedo de James limpiando mi rostro, no fui consciente de que también me había emocionado. Sosteniendo mi mano hace que me acerque al pequeño escenario, me da un suave beso en el cachete.

-Estás tan hermoso. -Susurra.

-Tú también lo estás. -Le guiño un ojo y bajo más la voz, me acerco a su oído para terminar de decirle. -Temía ponerme duro y llegar a ti con un bulto sospechoso.

-No te preocupes, me encargaré de ese bulto durante todos estos días. -La sonrisa pervertida me informa que los demás tienen razón, necesitaré una silla de ruedas.


-La boda está resultando maravillosa. Con la de años que hace que no nos vemos y apenas han cambiado. -Iván habla emocionado.

-Vosotros tampoco, gracias por venir Moi e Iván, espero sigan divirtiéndose y hayan pasado unos días muy agradables.

-Ha sido divertido volver a estar los seis juntos, tendríamos que quedar para vernos cada dos o tres años. Además, que es una pena que tardemos tantos años en vernos, con lo bien que nos llevamos.

-Tienes razón Iván, deberíamos planearlo. -James se ve ilusionado. -Tenemos que llegar a un trato de quedar los seis cada dos años, decidir dónde viajar y pasar unos días agradables.

Mi familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora