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Otra vez tuvimos que madrugar para ir al aeropuerto, el avión sale a las ocho de la mañana, pero tenemos que estar allí a las seis. A las cinco nos recoge la simpática española que a todos nos ganó el corazón, casi llora al dejarnos en el aeropuerto. Llevamos como una hora de vuelo cuando me fijo que la mayor parte del pasaje está dormido y las azafatas ocupadas ya no están por los pasillos.

-James, despierta. -Le susurro, mientras lo zarandeo levemente.

- ¿Qué pasa?

-Voy al baño.

-No hay problema, deja que siga durmiendo.

-No hombre, ven dentro de cinco minutos. -Le doy una pequeña mordida para que me entienda.

- ¿Lo dices en serio?

- ¿No te apetece?

-Mucho, joder ya me desperté.



Estoy en el minúsculo baño, me quité el calzado, los pantalones y los calzoncillos, me voy dilatando mientras le espero, aunque casi no es necesario, poco después James golpea suavemente la puerta.

Atranca la puerta mientras yo abro mis piernas y apoyo mis manos en el lavabo, por el reflejo del espejo veo como su ardiente mirada me recorre, se acerca y separa mis nalgas, su boca en mi nuca recorriendo la espalda, escucho como se baja los pantalones y poco después ya me está follando con dureza. Tapa mi boca con una de sus manos, la otra pellizca mis pezones mientras le siento en mis profundidades, quemándonos en la pasión del otro.

Minutos más tarde su mano me masturba para conseguir mi orgasmo y llenarme poco después, los dos jadeamos, mis piernas casi no me sostienen y más teniendo el peso de él en mi espalda.

-Tom, me pones tanto, creo que en toda mi vida no he follado tanto como esta última semana.

-Yo tampoco, creo que no se me cerrará el ano, en siglos.

Se le escapa una risa, sale de mi cuerpo y me hace girar para abrazarme y besarme con desesperación. Sus enloquecedores besos hacen que no pueda dejar de estremecerme en sus brazos, no mucho después volvemos a estar duros, normal, no hemos dejado de besarnos y acariciarnos. Mi ardiente amante me alza para colocar mi culo en el lavabo, apoyando mi espalda en el espejo y enredando mis piernas por su cintura.

Otra vez lo tengo clavado en mis profundidades. Nos mordemos para no hacer ruido, sudando del esfuerzo por los fuertes empujones que me proporciona, los minutos se alargan mientras sigue y sigue machacando mi interior, estamos agotados y ya no aguantamos mucho más.

En el momento que nos corremos mientras recuperamos el aliento y antes de que James se despegue de mí, con su polla aún llenándome de su esencia, aprieto las piernas para acercarlo más a mí y le abrazo besándolo casi con desesperación.

-Tom, fue increíble, pero tenemos que regresar a nuestros asientos. -Me va besando por toda la cara. -Las azafatas se darán cuenta y menuda bronca nos caerá.

-James, espera un momento, no te separes, tengo algo que decirte. -Ya no está tan duro, pero lo tengo dentro de mí, aprieto mi esfínter para sentirlo y él jadea apoyando su frente en la mía.

- ¿Qué necesitas decirme?

-Ya no vamos a follar más. Lo que sea que fuera todo esto, hemos acabado. -Mis ojos clavados en los suyos.

- ¿Qué? -Jadea como si no pudiera creerme.

-Se está complicando todo esto. Lo mejor es pararlo ahora. -Sus ojos se llenan de lágrimas al igual que los míos. -Cada uno tiene su vida, hemos de regresar a ellas, fue bonito, pero sabes que tengo razón.

Trata de separarse, pero no lo permito, aprieto mis piernas para que siga anclado a mí.

-Suelta, esto es muy difícil.

-Necesito tenerte así, cuando salgamos del baño no volveré a tenerte dentro de mí, no volveremos a tocarnos tan íntimamente.

- ¿Estás seguro de la decisión que has tomado?

-Lo he pensado mucho. Ha sido una semana maravillosa, todo ha sido increíble desde que nos reencontramos, pero ya no hay nada más. ¿Tienes algo qué proponer? Otra cosa que no sea esto.

-No, tienes razón. Pero te extrañaré tanto.

-Yo también. -Le abrazo de nuevo y nos besamos mientras nuestras caras siguen empapándose con lágrimas que no dejan de caer. -Siento hacerlo ahora, pero no sabemos cuando volveremos a vernos.

-Es una despedida bonita. -Me dice intentando sonreírme entre lágrimas.

Sus manos acunan mi cara mientras me besa, mis manos acarician su espalda y le siento ponerse duro de nuevo, mi canal se dilata para darle cabida y entre lágrimas y besos tristes volvemos a follar. El polvo más triste y desgarrador que he tenido nunca.

Sensibles como estamos y tras varios orgasmos, en este no aguantamos mucho y llegamos a un clímax desesperado y triste.

-Deja que te limpie. -Me dice mientras sale de mí, se limpia con un papel y acomoda su ropa.

-No, sal ahora, yo voy enseguida. -Me pongo en pie a su lado y entrelazamos nuestras lenguas por última vez.

 Apoya su frente en la mía, mirándonos con intensidad a los ojos de los que siguen deslizándose lentas lágrimas, cierra los suyos, me da un suave beso, se separa me acaricia la cara con suavidad y se da la vuelta abriendo la puerta del baño

Se va sin mirar atrás, yo me coloco la ropa, ni siquiera me limpio de sus corridas, solo me lavo la cara y vuelvo a mi asiento, parece que nadie se ha dado cuenta de que hemos usado el baño cerca de una hora.


Por suerte nos dormimos poco después agotados y nos despertó Ian minutos antes de aterrizar, tras tomar nuestras maletas nos despedimos los cuatro fuera del aeropuerto, Ian, John y yo nos dirigimos al parking por el coche, James por un taxi. Ya en el coche mientras viajamos a casa, me siento observado por mis dos amigos, que se ven preocupados.

-Tom, ¿ha pasado algo? Los dos tenían una cara horrible.

-Sí John. Te hice caso, hemos terminado. -No lo puedo remediar y me pongo a llorar inundado de tristeza.

Ian frena el coche poco después y me hacen salir para abrazarme yo solo lloro y me dejo abrazar sintiendo un dolor desgarrador. Tiempo más tarde, cuando parece que estoy más tranquilo, continuamos viaje y les cuento lo que hablamos en el avión. Lloro más y más mientras siento como la esencia de James va saliendo de mi cuerpo como recuerdo de nuestro último momento.

Me dejan en mi casa y me doy un largo baño, con un dedo recorro todas las marcas que tengo de sus ardientes besos, triste como estoy me siento desbastado. No he comido desde el desayuno, pero ahora mismo me da asco la comida, así que desnudo y apenas seco me arrastro a la cama donde duermo hasta las nueve de la mañana del día siguiente.

Continúa>>>



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@user234n4 Tus deseos son órdenes, aunque tendrás que tener paciencia para los siguientes capítulos. Llevo uno días sin escribir, así que no tengo mucho material para seguir publicando tan rápido como lo estaba haciendo. Supongo que no esperabas un capítulo así...

Mi familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora