-Por fin llegas ¿dónde está el pequeño Héctor? -Iván comienza a tirar del pelo de su amiga.
-Quita. -Le pega ella en la mano. -Esta semana su padre lo tiene, para yo estar libre para ustedes y la boda. Hola a todos ¿nos vamos?
- ¿Tienes un hijo? -Pregunto interesado.
-Sí, tiene dos años y medio, es muy revoltoso y alocado. -Sus ojos se abren mucho mientras me mira. -Mierda, tienes todo el cuello lleno de marcas, que brutalidad.
- ¿Marcas? -Me acarició el cuello preocupado y veo como James mira para otro lado avergonzado. -Mosquitos.
-Claro mosquitos enormes, llamados James. -John, el muy cerdo, se ríe de mí. -No somos tontos, ni ciegos.
-Vamos ya, hemos esperado mucho, vayamos a conocer la zona. -Cambio de tema avergonzado mientras me encamino a uno de los dos coches en los que nos distribuimos todo el grupo.
Nos pasamos dos horas y pico conociendo los pueblos cercanos, mientras nos encaminamos a la playa, una vez allí corremos a la arena sacándonos la ropa y tirándonos a las claras y frescas aguas. La única chica del grupo se entretiene un rato en sacar fotos del grupo hasta que se cansa y viene a bañarse con todos.
-Tom. -Se acercó para hablarme en susurros, parece muy divertida. -No te sientas mal por las bromas de John, observa el cuerpo de los demás.
Curioso en saber a qué se refiere, giro sobre mí mismo, observando los cuerpos de unos y otros, obviamente no fuimos los únicos, James y yo, que hemos tenido un momento de pasión, tras eso miro a James, pero en él no veo que le hiciera ninguna marca, hasta que se pone de espaldas a mí, en ella hay varias marcas de mis uñas de aferrarme a él, no puedo evitar una sonrisa de orgullo.
-Ya veo, no les permitiré que me bromeen más. Gracias. -Sonrío agradecido.
-No sabía que salían, pensé que eran amigos.
-No salimos, solo es sexo.
- ¿En serio? no puedo creerlo.
- ¿Por qué?
-Porque se tratan igual que las otras parejas, desprenden un aire de comodidad, intimidad y muy buena relación. ¿Están aún pensando si ir en serio?
-No, nunca será serio. Cada uno tiene su vida. Solo es cuando nos vemos, alguna vez que otra.
-Qué pena. Juraría que había amor entre ustedes. -Me guiña un ojo y vuelve a sonreírme. -También es que soy terriblemente romántica. Supongo, porque a mí el amor se me resiste.
Tras secarnos al sol, fuimos a un restaurante cercano, donde compartimos varios platos suculentos. Una vez llenos bajamos de nuevo a la playa, acostados sobre las toallas, dejando que el sol nos caliente mientras descansamos y algunos de nosotros vamos durmiéndonos.
Despierto y me encuentro completamente pegado al costado de James, es obvio que fui yo quien se movió dormido buscando su cercanía, cuando me siento para apartarme de él me encuentro con la mirada burletera de John.
-Vamos a pasear por la orilla, deja que sigan durmiendo. -Me susurra mientras se pone en pie.
Los observo, siguen dormidos todos los demás y me acerco a John, paseamos a lo largo de la orilla en silencio hasta que se decide a hablarme.
-Tom, ¿aún sigues diciendo que solo es sexo?
-Sí.
-Eres tan cabezota que me dan ganas de darte un puñetazo. -Me mira molesto. -Ni te imaginas lo que vas a sufrir.
- ¿Qué esperas que haga? -Le respondo con tranquilidad.
-Estás enamorándote cada vez más de él. No es una queja, lo merece, es un tío de puta madre. Pero si no van a tener una relación, dejen todo o tírate a la piscina de una vez y pídele que deje Nueva York, háblale de tus sentimientos y dile de estar juntos.
-Lo único que puedo decirte, es que lo pensaré.
-Con eso me conformo, pero hazlo en serio. -Sentimos unos pasos acercándose tras nosotros, al mirar vemos a James. -Me vuelvo a las toallas, les dejo que estén a solas.
James se acerca a mí y seguimos paseando conversando de lo que hemos estado haciendo los últimos meses, poco rato después y para mi sorpresa me toma de la mano, seguimos avanzando por la casi desierta playa, me siento algo incómodo, no estoy acostumbrado a mostrarme en público, aunque estamos solos y en este país están acostumbrados a todo tipo de parejas, aun así, me preocupa.
Poco después miramos al horizonte, nos rodea el silencio y la calma, ahora estamos en silencio, James hace que le mire para capturar mis labios en un beso que se va haciendo cada vez más ansioso y caliente. Sus manos acarician mi cuerpo y terminan metiéndose en mi bañador, agarrando mis glúteos y separándolos levemente dejando que un dedo acaricie mi anillo haciendo que se contraiga.
Nos dejamos caer mientras sigue devorándome, yo le respondo con las mismas ansias, sin pensar donde estamos, cegados por la ardiente lujuria, nuestros bañadores han desaparecido y James está entre mis piernas penetrándome en un solo empujón haciendo que suelte un grito entre dolor y placer.
Sin control nuestras caderas se buscan, mis dientes se clavan en su hombro para controlar los fuertes gemidos que no puedo dejar de producir. Tan fogosos y ardientes que no dejamos de agredirnos con fuertes caricias, besos húmedos y dientes que muerden.
Golpea en lo más profundo de mi cuerpo, nuestros ojos clavados en la mirada del otro, no escuchamos ni vemos nada más que el uno al otro, cegados en el placer de nuestros cuerpos, empuja y me penetra sin descanso hasta que su mano desciende para masturbarme con ansias y con un grito llego al clímax, James no tarda en vaciarse en mi interior, al sentir como me aprieto y estremezco con el fuerte orgasmo que me sacude por entero.
-Parece que no puedo estar sin hacerte mío, joder cualquiera puede vernos y aun así quiero seguir dentro de ti.
-Me siento igual, no puedo estar contigo más de una hora sin necesitar que me folles hasta la extenuación.
James se pone en pie, me ayuda a levantarme y nos adentramos en el mar, cuando el agua acaricia sus caderas, me alza, haciendo que le rodee con las piernas. Con cuidado y gracias al semen escurriendo mi interior, vuelve a colarse, me ancla a él con su gruesa y dura vara y vuelve a follarme mientras nos mecemos siguiendo el ritmo de la marea, completamente ajenos a todo lo que nos rodea, sintiendo la fresca agua acariciando nuestras ardientes pieles, nuestras lenguas no dejan de danzar unidas y nuestras caderas embisten y chocan la una contra la otra.
-Mierda ¡Tíos! -Los dos sorprendidos paramos un momento mirando a la orilla, allí Ian nos grita furioso. -Acabad y volved, les estamos esperando de hace rato, para seguir el paseo.
Completamente desvergonzados y sin esperar que Ian comience el regreso, ya tengo a James penetrándome vuelve a besarme lastimando nuestros labios con el salitre, enloquecidos la velocidad de sus estocadas son más intensas hasta llegar a un nuevo orgasmo.
James sale de mí haciendo que me sienta vació, hasta que introduce un dedo y me limpia lo mejor que puede, tras esto ya en la orilla me ayuda a ponerme el bañador y nos encaminamos lentamente a donde nos esperan, tengo que apoyarme en él, estoy algo dolorido por la intensa sesión de sexo que llevamos cerca de una hora practicando.
Yo esperaba coñas o bromas pesadas, pero nadie comentó nada, continuamos conociendo los pueblos cercanos, para a las ocho regresar al hotel.Continúa>>>
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Mi familia
RomanceFINALIZADO Tom Geller un abusador, camorrista al que solo le importaba él mismo. Todo cambia al convertirse en padre soltero y la vida le enseña la importancia de la amistad. Quien iba a decirle a él que su mayor apoyo sería una de las personas a la...