No puedo seguir, agotado, sucio, sudado, las sábanas revueltas increíblemente sucias. James sigue clavando su verga insaciable. Su ardiente boca me sigue llenando de marcas, ignorando mis roncos y desesperados ruegos, incansable sus caderas no cejan en sus duras embestidas. Cuando por fin vuelve a llenarme y a su vez yo mancho aún más las sábanas, me deja descansar han pasado cuatro horas de rondas y más rondas.
-Amor, ya no soy tan joven para poder soportar tanto. -Protesto susurrando, después de descansar un largo rato en un cómodo silencio.
-Claro que puedes soportarlo, para eso me esfuerzo en entrenarte. -Me besa y se acuesta a mi lado y acaricia mi rostro. -Estoy agradeciendo este increíble fin de semana. Ven deja que te demuestre mi amor un poco más.
Jadeo exhausto, pero de todas formas abro las piernas para dejar que se coloque entre ellas y se deslice con suavidad en mi interior, siendo uno de nuevo. No tengo ni idea de cuanto más seré devorado, disfrutado y maravillosamente usado.
Esta agotadora muestra de amor, se debe a que hace unos días organicé una escapada de fin de semana, vinimos a un pequeño hotel rural, en verdad es una vieja casa colonial, de la que me hablaron John e Ian. Hay un pequeño lago en la parte trasera de la casa. Es un lugar encantador y muy romántico. La señora Smith, dueña del lugar me ayudó para preparar una romántica cena a solas.
Cerca del lago prepararon una linda mesita, pequeñas luces nos rodeaban, puse música en el móvil y allí los dos solos, en una intimidad garantizada cenamos un delicioso menú, bailamos agarrados y cuando James iba a besarme, me solté de su abrazo para hincar una rodilla en la fresca hierba, abrí una pequeña caja en la que estaban dos hermosas alianzas.
-Hace trece años que estamos juntos. -Le digo mientras sus ojos brillan sorprendidos. -Creo que ya es hora que haga de ti un hombre de bien, formal y correcto. Cásate conmigo.
Siento su mano temblando entre las mías, sonríe mientras las lágrimas empapan su rostro, le deslizo la alianza y me pongo en pie para abrazarlo, se aferra a mí y beso su cabeza esperando que se relaje.
-Claro que me caso contigo. -Sigue temblando entre mis brazos, mientras susurra ahogando su respuesta contra mi hombro. -No sabía que eras de los que se casaban, nunca pensé que lo haríamos.
-Amor, estar casado contigo es lo que más feliz me podrá hacer. Deseo que sigamos siendo tan felices como hasta ahora. -Cuando se serenó fui arrastrado a la cama.
Tras una noche en la que no paró de festejar y demostrarme con su cuerpo lo feliz que le hizo la propuesta, casi arrastrándome llegué al baño, las piernas casi no me sostienen y siento el ano muy dilatado y hormigueando, como dormido. James casi no parecía saciarse, cada vez que se hacía consciente del anillo, se ponía duro y otra vez necesitaba usarme.
-Cariño, ¿tan mal estas? -Preocupado se me acerca, acuclillado frente a mí, mientras sigo sentado en la vasija.
- Siento el semen deslizarse estoy meando y a la vez salen tus fluidos. -Le doy un suave empujón para que caiga sobre su culo. -Hazte responsable y cuídame.
-Amor, será un placer. -Llena la bañera y me ayuda a entrar en ella, enjabona y asea mi cuerpo con delicadeza, su dedo, largo, travieso y conocedor, entra sin problema limpiando con demasiado entusiasmo. -Ummm estás duro, pensé que te había agotado. Tom eres un pervertido.
-Joder, ni se te ocurra excitarte, no me la vas a volver a meter hasta dentro de tres o cuatro días. -Le miro preocupado, sé que no soy capaz de resistirme cuando el desea tenerme. -Mi culo está fuera de servicio.
-Volvamos al dormitorio, pondré pomada y mimare este canal que tanto placer me da. -Me ayuda a llegar a la cama, hace que me acueste y levante las piernas, sus manos separaron mis nalgas y observa preocupado. -Está bien, solo algo rojo, lo tendrás perfecto en par de días.
-Esa mirada pervertida me da miedo. -Le digo, James parece ignorarme mientras va por la pomada. - ¿Por qué estás duro?
Continua sin responderme, se acerca y levanta mis piernas poco después su lengua está forzando mi entrada y solo acierto a gemir, me devora el ano como si fuera el más delicioso de los manjares, le siento en cada parte de mi cuerpo, el placer me recorre y orgulloso se aleja para usar su increíble boca en mi dura y empapada polla.
Siento como su garganta me aprieta, uno de sus dedos acaricia la próstata su boca me engulle y yo enloquecido gimo atormentado. Me duele mucho el cuerpo, pero lo necesito.
-James, fóllame, entra.
-No puedo, te duele mucho.
-Cariño, hazme el amor. -Le hago caer sobre mí. -Estás tan duro, hazle el amor a tu futuro marido.
-Ohhhh joder, mi futuro marido. -Me penetra cuidadosamente, sus ojos se clavan en los míos. -Mi prometido pide y yo proveo.
-Serás mi esposo, seremos familia.
-No lo puedo creer, mi familia. -Gime en mi oído mientras se corre satisfecho y al sentir como me llena, provoca mi orgasmo y también me corro.
Regresamos a casa, una entusiasmada Sam corre hacia nosotros y toma de la mano a James para ver como le queda el anillo.
- ¿Te gusta? -Dice impaciente. -Te queda muy bien, ¿feliz?
-Me gusta, es precioso y no podría ser más feliz. -Se abrazan y cuando Sam se gira para saludarme se queda parada.
- ¿Solo abrazas a papi, a tu papá nada? -Pongo voz triste.
-Ya veo que le gusto las sorpresas. -Mira seria a James. -Te has pasado, es la primera vez que te pasas tanto. -Me da un beso y se va a su dormitorio.
- ¿Qué pasó?
-Lo siento, estás lleno de marcas de estos días, te hice varias mordidas bestias, no pensé en ella. Lo siento.
-No te preocupes, es más vergüenza que otra cosa, lo que ella siente. Al menos no verá como camino. Llévame a la cama. -Estar de pie allí me está matando, al final soy tan pervertido como él y termine pidiendo más y más de su ardorosa pasión.
Hemos pasado unos meses muy ocupados, planeando la boda, haciendo las invitaciones, recibiendo información. Iván y Moi aseguran que vendrán, por desgracia solo estarán tres días, porque no pueden tomarse más tiempo. Pero como no los vemos desde su boda nos da alegría esos pocos días. Ian y John los vieron hace dos años que viajaron a España para pasar las vacaciones juntos.
Nuestras madres muy felices nos han ayudado mucho, les encanta pasar tiempo decidiendo, investigando, Sam también ha querido implicarse, ha ido tanto con James, por un lado, como conmigo por el otro, a comprar nuestros trajes y demás. Me relaja verla tan feliz con nuestra boda. Soy consciente de todo lo quiere a James, me hace feliz verla tan comprometida en todo esto.
Continúa>>>
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Mi familia
RomanceFINALIZADO Tom Geller un abusador, camorrista al que solo le importaba él mismo. Todo cambia al convertirse en padre soltero y la vida le enseña la importancia de la amistad. Quien iba a decirle a él que su mayor apoyo sería una de las personas a la...