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Tom, despierta. -Una mano me sacude con cuidado, abro los ojos y suelto un pequeño grito de susto.

-John, ¿qué haces aquí? -Al verme desnudo y apenas tapado, me cubro sintiéndome avergonzado, un fuerte dolor me hace soltar un gemido.

-Vengo a cuidar de ti, hace algunas horas me telefoneó James, me contó por encima. -Me mira preocupado. -Ven deja que te ayude para que vayas al baño, ya te preparé la bañera. Mientras cambiaré las sábanas y después comerás y tomarás los medicamentos que compré.

-No puedo permitirte hacer todo eso. -El dormitorio apesta a sexo y me da mucho pudor que él se ocupe de todo esto y de mí.

-Le aseguré a James que te cuidaría, ya que él no puede. -Me habla tranquilamente. -Sé perfectamente como has de sentirte y todo lo que te duele. O te ayudo yo o viene Ian.

-No, vale, de acuerdo. -Intenté levantarme para ir al baño. -Joder como duele.

-Normal, fue tu primera vez y según dijo James no pararon en toda la noche. -Me ayuda a entrar a la bañera. -Siempre eres tan bruto, deberías cuidarte mejor.

-Vamos, solo teníamos anoche. -Suelto un suspiro al entrar en el agua caliente. -No me regañes.

-De acuerdo, estaré recogiendo el dormitorio, avísame para ayudarte a salir. -Se pone totalmente colorado antes de decir. -Espero hayan usado condones, pero si no fue el caso y se corrió dentro, límpialo bien, puede darte fiebre. También te dejo aquí esta pomada. Debes ponerla ahí, para que alivie la hinchazón y el dolor. Si no puedes aplicarla tú, dime y te ayudaré.

-Joder John.

-Ya sé que es horrible, pero te hace falta.

-No hará falta que llegues a tanto, yo mismo me lo aplico. -Los dos estamos muy avergonzados. -Ahora entiendo lo pesado y preocupado que estaba James con no poder cuidarme hoy.

-Está desquiciado, es que el día después, las primeras veces, no son fáciles.

-Gracias por venir.

Salió del baño para cambiar las sábanas y ventilar el dormitorio, al menos James se había deshecho de los condones y había recogido todo lo demás. Tras asearme bien, sintiendo mucho dolor y todo muy incómodo. Salí de la bañera me apliqué la pomada como pude, en verdad me alivió bastante. Cuando me acerqué al lavabo para lavarme las manos y los dientes vi mi reflejo en el espejo, después de quitar el vaho con la toalla. Estoy lleno de marcas de sus besos, me estremezco de placer al recordar la ardiente noche. Por mucho que me duela todo, no me arrepiento de lo que hice.



-Buena noches Tom. ¿Qué tal te encuentras? -La llamada de James me coge por sorpresa, su tono de voz lleno de preocupación hace que mi corazón lata salvajemente.

-Buenas noches. No esperaba que me llamaras hoy. -Es cierto, sé que tenía mucho lío en el trabajo.

-Estoy en el despacho. No creo que vaya a mi casa hoy. Pero, ¿cómo te encuentras?

-Sigo dolorido, pero bien. Muchas gracias por mandar a John, fue muy atento.

-No debimos pasar toda la noche haciéndolo, debes estar fatal.

-James, no me arrepiento para nada, no te preocupes. -Trato de que se calme y deje de estar preocupado. -Lo siento, tengo que colgar, Sam me necesita. Buenas noches.

-Que descanse, ya hablamos otro día.



Los días pasan con gran velocidad, Sam cada vez habla más, no para quieta y es una niña feliz que no para de aprender. Ya decidí la guardería a la que asistirá a partir de septiembre. He aumentado la clientela, John, me asegura que el negocio va muy bien dando más ganancias de las esperadas, he podido asistir y pagar por unos cursos de perfeccionamiento de distintas marcas y coches nuevos para después enseñar a mis trabajadores. Hemos hablado de contratar media jornada a otra persona, ya que nos está yendo tan bien.

Casi todas las semanas hablo por teléfono con James, la niña grita su nombre y chilla de felicidad cuando lo ve en las video llamadas, le tiene mucho cariño. Por ahora está muy ocupado y se ve en su rostro, no va a poder escaparse en los próximos meses, yo tampoco le digo nada. No quiero agobiarlo ni presionar, de todas formas no hay nada serio entre nosotros.




-Diga, ¿quién, es?

-Tom. -Escucho una voz que me quiere sonar.

-Soy yo, ¿quién es?

-Soy Moi, ¿qué tal estás?

-Moi, qué alegría, muy bien. ¿Qué tal están?

-Nosotros bien, terminando de dejar todo preparado para la boda. ¿Qué tal Sam?

-Enorme, traviesa, muy cambiada de cuando la vieron.

-Me alegro mucho. Mira era para volver a insistir, por favor ven a la boda. Solo tienes que pagar el pasaje de avión. -Habla rápido para no ser interrumpido y con voz de ruego. -Se quedarán en un hotel de la familia, con todos los gastos pagados. Invitados VIP. Por favor, ven con Ian y John.

-Pero no puedo viajar con Sam.

-Venga, sabes que tus padres la cuidarán. Será solo una semana, además ya invité a James, dice que podría conseguir tener esa semana libre...

-Bueno...yo...

-Te lo piensas y mañana me dices. -Me corta con voz divertida. -Tengo que colgar. Por favor ven.

Cuelgo sintiéndome algo avergonzado. Acaso todo el mundo sabe que hay algo entre James y yo. Pienso y analizo las cosa, en verdad puedo hacer la escapada y pensar en estar una semana entera con James, después de tantos meses sin vernos, me apetece mucho.

Cada vez lo echo más de menos, mientras pienso la propuesta cambio de ropa a Sam para llevarla un rato al parque, ella feliz me insta para llegar al parque. Una vez allí, la empujo en los columpios, haciendo que ría a carcajadas.

-Hola, sabía que les encontraría aquí. ¿Te diviertes Sam? -John palmea mi espalda y saluda a la pequeña.

- ¿Pasó algo? -No es normal que venga al parque de sorpresa.

-Quería hablar contigo sobre si vas a ir a la boda. Me dijo Moi que volvió a llamarte para repetir la invitación. También me contó que James procurará ir.

-Lo sé. Es cierto que me apetece mucho. Pero dejar a Sam y el taller toda una semana. -Es cierto que me preocupa.

-Tus trabajadores son muy capaces. Solo toma citas con problemas que ellos puedan resolver para esos días. -Implacable como siempre, poniendo las cosas en su sitio, ese es John. -En cuanto a Sam, obvio la echarás de menos, pero sabes perfectamente que tus padres cuidarán muy bien de ella.

-Tienes razón en todo. Pero tengo que hablar con los chicos y pensarlo bien.

-Hace siglos que no te tomas unas vacaciones. Decídete pronto, para comprar los billetes y ayudarte a dejar todo atado esa semana, además pondremos varios avisos por el taller, para que sepan que no estarás disponible.

-De acuerdo, mañana te digo mi decisión.




-Hola James, buenas noches.

- ¿Qué tal Tom? te llamaba para saber si has decidido ir a la boda.

-Aún lo estoy mirando. Tengo cosas que resolver y pensar antes de decidir si voy.

-Haz lo posible, solo pienso en lo maravilloso que será poder estar juntos una semana entera.

-También lo pienso. Pero me preocupa el trabajo y la niña, cuando tome la decisión te digo.

-De acuerdo, buenas noches y que descanses.

Continúa>>>

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