X

2.4K 295 153
                                    

Cuando llegaron al edificio de Hawks, ya no le salía humo de las orejas. Él apretó los papeles cuidadosamente doblados por la mitad contra su pecho, mojándose los labios con la punta de la lengua.

—¿Irás al hospital mañana?

—Otro hospital. Asuntos pendientes.

—Oh, señor Ocupado —sonrió de lado, asintiendo con la cabeza. —Bien. No hagas algo estúpido.

"No hagas algo estúpido" se traducía como "no vuelvas a acercarte a la casa ni a tu padre", así que Dabi no lo hizo. Ignoró el peso de la llave en el bolsillo de su pantalón y lo que ésta abría.

Se mantuvo ocupado, yendo al hospital al otro día, tal y como le había dicho a Hawks. La puerta de la habitación estaba abierta, pero Dabi golpeó de todas formas.

Una voz frágil desde el otro lado le dio el permiso para entrar.

Shouto estaba allí, también, sentado en un sofá individual. Sostenía una taza humeante entre sus manos, mostrando una pequeña sonrisa que no se debía a su presencia. Levantó la mirada hacia Dabi cuando lo vio entrar e inclinó la cabeza en un saludo que ambos sabían era por simple educación.

—Touya —su madre le sonrió, no del todo real. —Es bueno volver a verte.

¿Realmente lo era?

Dabi ignoró lo mejor que pudo el nombre que utilizó. Estaba bien —ella y sus hermanos eran los únicos con el permiso para llamarlo así. Tomó asiento en la silla de madera vacía en una esquina de la habitación, acercándola lo suficiente como para que su distanciamiento no se viese extraño. Ante ojos atentos como eran los de su hermano menor, probablemente no había tenido éxito con eso.

—Las cosas han sido... difíciles.

—Estábamos hablando de eso. Sobre Fuyumi y... —ella titubeó— lo otro.

Dabi suspiró. Se guardó la mirada venenosa que quería lanzarle a Shouto y se pasó ambas manos por el cabello, entrelazádolas por detrás de su nuca.

—No quiero hablar de esa parte, mamá, por favor.

—No tienes que hacerlo, Touya. Tienes la edad suficiente para saber lo que haces.

—¿Cuándo lo sabe? —Shouto intervino, revolviendo el té con una cuchara plateada.

Dabi entrecerró los ojos.

No necesitaba que nadie, mucho menos un adolescente, le recordara que no sabía qué estaba haciendo con su vida, muchas gracias.

—Bueno, bueno. ¿Cómo has estado?

—Bien.

Rei frunció los labios. Las arrugas en su rostro se profundizaron.

—Natsu está preocupado por ti.

—¿Él te habló sobre nuestra pequeña pelea?

—Dijo que te veía deprimido.

—¿Deprimido? ¿Deprimido? —farfulló, llevándose una mano al pecho. —No estoy deprimido.

—Él dijo que sí —Shouto volvió a interrumpir, llevándose la taza a los labios.

—No lo estoy. Él sólo- Natsuo sólo está enojado porque tengo razón.

—¿Cuántos años tienes? ¿Diez?

—Shouto, juro por la mier-

Rei juntó sus manos con un clap que resonó por las paredes de la habitación.

SEASONS OF LOVE ; DABIHAWKS 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora