Capítulo 4: El Encuentro

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Tardamos varias horas en llegar a Berlín

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Tardamos varias horas en llegar a Berlín. Durante todo el viaje Abelardo se veían bastante desesperado por llegar. Y no era para menos, ya que sabía muy bien lo que el Exterminatore podía hacer, todo el daño que ha ocasionado por millones de años. Él se había enfrentado al Exterminatore en el 2006 y sabe que ganaron, en parte, por la ayuda de Dios, porque de otra manera las cosas hubieran terminado de manera muy diferente.

La victoria de Mew, Abelardo y los demás llamaron la atención y el agradecimiento de distintas razas alienígenas, quienes, con Mew y Abelardo, fundaron la Comunidad de Planetas Unidos por la Paz (CPUP), empezando todas estas razas a cooperar entre ellas, dejando a un lado sus diferencias y su odio que tenían desde hacía siglos. Con el paso de los años se fueron adhiriendo más planetas a la CPUP.

Todas las razas alienígenas fundadoras de la CPUP, así como algunas que se fueron uniendo, habían sufrido ya sea por el Exterminatore o por los seres de energía oscura, siendo reducidos de miles de millones a tan solo unos cientos.

Gracias a la CPUP, todos sus miembros han logrado una paz y un desarrollo como nunca antes en la historia de sus especies, así como también se están empezando a recuperar los planetas antes ruinas. Asimismo, aprovechando las armas de luz y oscuridad desarrolladas por los Iluminatti que Mew y Abelardo obtuvieron, la CPUP desarrolló unas armas y tecnología que le ha permitido, al fin, poder defenderse de manera exitosa de cualquier ataque de los seres de oscuridad y, en menor medida, del Imperio Gema.

Sin embargo, a pesar de su increíble desarrollo armamentístico, la CPUP no ha desarrollado un arma que pueda acabar de manera definitiva con el Exterminatore y las mejores armas que tiene la Tierra son los misiles nucleares. Y para el Exterminatore, los más grandes y poderosos héroes de la Tierra no fueron más que una mínima molestia. Estábamos, francamente, en una situación desesperada.

-Passagiere, wir werden in Berlin ankommen. Bitte schnallen Sie Ihre Gürtel (Pasajeros, estamos por llegar a Berlín. Por favor abróchense sus cinturones)- dijo una voz femenina por las bocinas del avión.

-¿Qué dijo?- preguntó Abelardo.

-Que vamos a llegar a Berlín y que nos abrochemos los cinturones- le dije.

-Muy bien. ¿Desde cuándo sabes alemán?- preguntó Abelardo.

-Desde niña, lo aprendí en el colegio- le conteste.

-¿En tu colegio de riquillos?- dijo Abelardo con un ligero tono despectivo.

-¡Jaja! Tú también estas en un colegio- le dije.

-Es un colegio, pero es de los baratos- se defendió Abelardo.

No pude hacer nada más que reír. Abelardo tiene una facilidad para hacerme reír, aunque a veces sus chistes llegan a ser muy malos.

A los pocos minutos el avión aterrizó. Bajamos nuestras maletas y tomé la Esmeralda del Caos roja. Kirito me tomó del hombro mientras que yo tomé a Abelardo de la mano. Me concentré, pensé en la distancia y dirección a la que quería ir. Sentí como la energía de la Esmeralda del Caos empezaba a brotar de si misma.

Los Vengadores de la Justicia: Regreso de EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora