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–¡Oh, Dios mío!– Niall permanecía sentado y completamente estupefacto por lo que acababa de suceder.
Todo su cuerpo ardía, y aquella noche el calor no tenía nada que ver con el inútil aparato de aire acondicionado. Miró hacia su amigo, que la contemplaba con una estúpida sonrisa en el rostro.
–No me puedo creer que Harry me haya hecho una cosa así– se lamentó Niall –¡Y en antena nada menos! ¡Me ha pedido una cita delante de todos los oyentes!
Troye se encogió de hombros sin compasión alguna.
–¿Qué puedo decir, aparte de que me parece el momento más indicado? Niall lo miró con incredulidad.
–¿Cómo puedes ponerte de su lado? Lo que Harry acaba de hacer es... es...– buscó las palabras adecuadas y exclamó –¡Chantaje emocional!
Troye frunció el ceño y lo miró fingiendo perplejidad.
–¿Cómo lo has averiguado?
Niall sacudió la mano con impaciencia.
–Me ha puesto intencionadamente en un aprieto, sabiendo que si rechazo su invitación todos mis oyentes lo compadecerán– apretó los labios.
–Es la progresión natural, Niall. Sinceramente, me sorprende que haya tardado tanto en pedírtelo.
–A mí me gustaban las cosas tal como estaban, muchas gracias -«sin presiones, sin expectativas. Solo un divertido e inofensivo coqueteo». «¡Ja!» –¿Qué demonios voy a hacer ahora?
–Bueno...– en los ojos de, Troye apareció un brillo burlón –Siempre puedes aceptar.
–¿Es que te has vuelto loco?– se levantó de un salto y caminó por el diminuto cubículo, sin perder de vista que solo tenía dos minutos para volver a salir al aire, hablar con Harry y dar por zanjada la cuestión. Gimió.–Yo no he pedido esto. Ni siquiera conozco a ese tipo.
Hasta entonces, Harry solo había sido una voz seductora con la que debatía y un maravilloso y excitante producto de su imaginación. Una fantasía perfecta que se llevaba a casa todas las noches y lo hacía sentirse acompañado durante las horas oscuras que antecedían al amanecer.
Y de pronto Harry pedía convertirse en un ser de carne y hueso. Niall se estremeció al pensarlo. –¿Sabes Niall?– dijo Troye, intentando convencerlo –Es mejor que lo admitas, tanto tú como él habéis estado juntos en antena durante casi un mes– río divertido –Diablos, si os habéis comunicado más que muchos matrimonios. Tú te has mostrado abierto y cándido. Y tienes que admitir que todas tus conversaciones han sido ideales como preliminares para el sexo.
Niall elevó los ojos al cielo, –¡Solo ha sido una pequeña diversión, Troye!
–Entonces acepta esa cita con Harry. A tus oyentes les encantaría -se miraron en silencio a través del cristal. Troye suspiró –¿Qué daño puede hacerte decir «sí» y salir con él? No sería la primera vez que tienes una cita a ciegas.
–Todas mis citas a ciegas han sido un desastre– le recordó a su amigo.
–A lo mejor tienes más suerte con Harry. En más de un sentido.
Tomando aire para tranquilizarse, Niall apartó un mechón de su cabello de la cara. ¿Cómo podía explicarle a Troye que no quería hacer añicos la fantasía que Harry y el habían construido? ¿Qué una parte de él no creía posible que la realidad pudiera asemejarse a las tórridas fantasías que había elaborado sobre aquel varón? ¿O que albergaba inseguridades que iban mucho más allá de su recelo a reunirse con Harry?
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𝑣𝑜𝑐𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎𝑠 ;𝑛𝑠
Teen Fiction|| ɴ ᴀ ʀ ʀ ʏ || La sensación de vértigo, adrenalina y excitación que le recorre el cuerpo con tan solo escuchar aquella voz aterciopelada y masculina, todos los días a la misma hora y en el mismo lugar, es solo, su punto de quiebre. Siempre acompañá...