EPÍLOGO
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–¿Cómo es que ya no has vuelto a discutir en antena con Harry?Desde que había llegado al nuevo apartamento de Selena con dos bolsas llenas de provisiones, Niall sabía que tendría que responder a esa pregunta. Habían pasado un mes y dos semanas desde la ruptura con Harry y este no había vuelto a llamar al programa. Y lo que debería haber representado un alivio, estaba convirtiéndose en una tortura que iba a durar por lo menos otras dos semanas, hasta que hubiera podido poner fin a su contrato.
Niall terminó de guardar las latas de sopa en el armario de la cocina y se volvió hacia su amiga. –Harry y yo ya no nos estamos viendo. Ni en antena ni fuera de antena– en su pecho se expandió una tristeza que parecía aumentar con cada segundo que pasaba lejos de Harry.
Selena frunció el ceño con expresión incrédula. –¿Por qué no?
Niall se inclinó contra el mostrador que tenía tras él y miró hacia la mesa en la que Gracie estaba comiendo las galletas de chocolate que Niall le había comprado. La niña jugaba al mismo tiempo con su nueva Barbie, ajena a la conversación de los adultos. Parecía feliz y acostumbrándose con facilidad a los cambios.
Niall deseó que su propia transición a la vida sin Harry fuera tan suave como aquella.
–Harry y yo hemos tenido una diferencia de opiniones– le dijo a Selena y le explicó toda su situación.
–Oh, Niall– lo compadeció Selena, comprendiendo perfectamente sus temores –No puedes estar hablando en serio, no puedes dejar ni al programa ni a Harry. Os he oído muchas veces en antena, os he visto juntos y no puedo imaginar una pareja más perfecta. Es obvio que ese hombre te adora.
Sí, lo amaba. Se lo había dicho en dos ocasiones sin pedirle nada a cambio. Y el ojiazul había rechazado su amor.
–No tengo ninguna duda de lo que Harry siente por mí, pero no quiero estar en deuda con él. No quiero depender de él ni en mi vida profesional ni en ninguna otra cosa.
Selena pensó en ello un momento y después respondió:
–Si hay algo que he aprendido durante el mes pasado, es que hay una gran diferencia entre necesitar a alguien y ser una persona dependiente. Cuando miro hacia atrás, soy capaz de admitir que mi relación con mi marido era una relación de dominación y me convertí en una mujer dependiente porque eso era lo que mi ex marido esperaba de mí. Me dejé llevar por una relación que podía haber terminado arrebatándome todo control sobre mi vida. Y al igual que tú, en cuanto dejé a Abel, juré que no volvería a depender de ningún otro hombre. Y después llegó Harry y me ofreció trabajo y una sensación de seguridad para mí y para Gracie. Y la acepté.
Niall se mordía las uñas mientras oía a su amiga y veía la gratitud brillando en sus ojos. La misma clase de gratitud que se había negado a sentir hacia Harry. Sus temores y su orgullo parecían haber controlado muchos aspectos de su vida. Y le habían negado la oportunidad de aferrarse a la felicidad cuando la había encontrado en su camino.
–Mira dónde estoy, Niall– continuó Selena –No podría haber conseguido nada sin el apoyo de Harry. Dependiendo de él y aceptando su ayuda, no solo no he perdido nada, sino que he ganado mucho– Niall la escuchaba, pero no era capaz de contestar. Estaba atrapado por las similitudes entre su situación y la de Selena –Y piensa en todo lo que tú has hecho por mí. Me diste la fuerza que necesitaba para creer en mí misma cuando pensaba que había perdido toda esperanza. Y sí, me siento en deuda contigo, pero es una obligación que agradezco porque pienso reparar mi deuda haciendo que te sientas orgulloso de mí y de mi vida.
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𝑣𝑜𝑐𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎𝑠 ;𝑛𝑠
Teen Fiction|| ɴ ᴀ ʀ ʀ ʏ || La sensación de vértigo, adrenalina y excitación que le recorre el cuerpo con tan solo escuchar aquella voz aterciopelada y masculina, todos los días a la misma hora y en el mismo lugar, es solo, su punto de quiebre. Siempre acompañá...