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–Me alegro de conocer por fin al doncel que no solo ha fascinado a buena parte de Chicago; sino que también ha sabido atrapar la atención de Harry.Harry sabía que aquella conversación surgiría desde el momento en el que habían llegado a casa de los McVie, una hora atrás y había visto la curiosidad en los ojos de Molly.
–Tengo que decir que el sentimiento es mutuo– replicó Niall y bebió un sorbo de té helado –Ahora ya entiendo por qué Harry os aprecia tanto a ti y a tu familia.
–Nosotros no podríamos imaginarnos la vida sin Harry– comentó Stevie McVie con orgullo –Queremos a Harry y a Adam, el marido de Molly, como si fueran nuestros propios hijos. En cuanto alguien forma parte de la familia McVie, ya no puede deshacerse de nosotros.
–Además– añadió John –Necesito a alguien con quien jugar al golf los domingos, y estos chicos me ayudan a mantenerme joven.
–No dejes que este viejo te engañe, Niall– dijo Harry con ironía –A John le encanta dejarnos jadeando tras él.
Shelly, la hija de cinco años de Molly, se acercó a Harry y, sin previo aviso, se sentó en su regazo. Harry descubrió a Niall observándolo y le sonrió.
–Parece que se te dan bien las jovencitas– comentó Niall. Harry sabía que estaba refiriéndose a Gracie.
–Se me dan bien los niños en general– y estaba deseando tener sus propios hijos algún día. Aunque estuvo a punto de decírselo, decidió contenerse, sabiendo que lo último que Niall necesitaba era una declaración de ese tipo después de la confesión de la noche anterior.
–Entonces, ¿qué pensáis hacer Harry y tú después de esta última campaña?– preguntó Molly con los ojos brillantes.
Pasaron la hora siguiente hablando del programa y del éxito de la campaña. Niall no mencionó en ningún momento el destino de la emisora, pero Harry sabía que era un motivo de constante preocupación para el ojiazul. Y también para él, en la medida que podía significar que Niall tuviera que abandonar Chicago.
Molly miró el reloj y después volvió a mirar a Niall.
–Dentro de poco estos chicos tendrán que irse a jugar al golf, ¿Te gustaría unirte a nuestro ritual particular y venir con mi madre y conmigo de compras?
Niall miró automáticamente a Harry. Este le sonrió, indicándole que era él el que tenía que decidir. Niall se volvió entonces hacia las dos mujeres, que esperaban ansiosas su respuesta.
–Claro, me encantaría ir.
Stevie se levantó y lo miró con cariño.
–Estaba deseando que aceptaras. Será como cuando Molly, Audrey y yo salíamos a comprar y a hablar de cosas triviales.
Al oír aquel comentario, Harry comprendió que los McVie habían aceptado de todo corazón a Niall en la familia. Aquella abierta aceptación le procuraba a él una intensa sensación de paz interior.
Y supo entonces que haría todo lo que estuviera en su mano para mantener a Niall en su vida permanentemente.
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Niall llegó a la heladería en la que había quedado con Troye diez minutos antes de la hora prevista. Su amigo lo había llamado esa misma tarde y lo había invitado a salir para celebrar algo entre ellos la, emoción de Troye era inconfundible, pero se había negado a explicarle el motivo de su alegría, aunque Niall imaginaba lo que le ocurría a su amigo era que por fin se había acostado con Shawn.
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𝑣𝑜𝑐𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎𝑠 ;𝑛𝑠
Teen Fiction|| ɴ ᴀ ʀ ʀ ʏ || La sensación de vértigo, adrenalina y excitación que le recorre el cuerpo con tan solo escuchar aquella voz aterciopelada y masculina, todos los días a la misma hora y en el mismo lugar, es solo, su punto de quiebre. Siempre acompañá...