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MARATÓN 3/3

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Harry se volvió hacia el ojiazul y le tendió la lata de refresco que le había pedido.

—Ya has visto lo que ocurre cuando alguien se convierte en una celebridad.

—Estoy muy lejos de ser una celebridad— repuso Niall modestamente, y aceptó el perrito caliente que le ofrecía —Pero me alegro de que la emisora tenga el reconocimiento que se merece. Aunque es una pena que eso no sirva para que Hailey se decida a conservarla.

—¿Habéis tenido alguna noticia al respecto últimamente? Niall mordió un pedazo del perrito, masticó y tragó.

—Esto tiene que quedar entre tú y yo, ¿de acuerdo? Al parecer; hay un grupo interesado en el heavy metal que podría comprar la emisora— tensó los labios con un gesto de frustración —Y si eso ocurre, todos nosotros nos quedaremos sin trabajo.

—¿Qué harás tú en ese caso?

—Sinceramente, no lo sé— respondió Niall, sin ocultar su tristeza —Supongo que comenzar a enviar currículums. Me molesta pensar que todo el trabajo que estamos invirtiendo en esta campaña pueda no servir para nada, especialmente cuando estamos empezando a aumentar la audiencia. Incluso hemos conseguido que una importante firma contrate publicidad con la emisora— dio otro mordisco a su perrito —Odio tener que quedarme sin empleo, pero sé que es inevitable. Por lo menos, podré sumar el éxito de nuestra campaña a mi currículum. Y he estado pensando que si no consigo un trabajo similar en Chicago, entonces quizá tenga que trasladarme a otro lugar, como Indianápolis.

Harry estuvo a punto de atragantarse con el perrito. ¿Indiana? ¿ Niall estaba considerando la posibilidad de trasladarse a un lugar que estaba a miles de kilómetros de allí?

—Estoy seguro de que si ocurre algo con la emisora, no te costará mucho encontrar otro puesto en Chicago.

—Gracias por el voto de confianza— contestó Niall con una sonrisa —Pero la vida me ha enseñado que no hay garantías de ningún tipo, y por poco que me apetezca tener que pensar en otro puesto de trabajo, tengo que mantener la mente abierta y considerar todas mis opciones.

Harry fijó la mirada en Niall, viendo la fuerza y la determinación que lo había convertido en el doncel independiente que era. Ocurriera lo que ocurriera, saldría adelante. Se lo había demostrado a sí mismo muchas veces y en aquel momento era Harry el que se sentía temeroso e indefenso ante la posibilidad que perderlo.

—Pero ya está bien de lamentaciones— comentó Niall alegremente —También tengo algunas noticias interesantes que estaba deseando comentar contigo.

—¿Ah sí?

—Sí. He pasado por el Centro esta mañana y Selena me ha contado que ayer la entrevistaste para un trabajo y que la has contratado.

—Es cierto— se encogió de hombros, intentando quitarle importancia —Necesitaba una recepcionista para la oficina y pensé automáticamente en ella. Sabía que estaba nerviosa porque no tiene ninguna experiencia laboral y he pensado que esta puede ser una buena forma de comenzar. Tendrá que atender el teléfono y ocuparse de algunas tareas administrativas, y estoy seguro de que lo hará perfectamente.

Niall asintió agradecido.

—Y no solo le vas a pagar un sueldo muy superior al que recibe normalmente una recepcionista, sino que también le has ofrecido un generoso adelanto para que pueda encontrar un apartamento decente para ella y para Gracie.

Harry alargó el brazo por el respaldo del asiento y le acarició la nuca con el pulgar.

—No creo que sea una gran cosa, Niall.

𝑣𝑜𝑐𝑒𝑠 𝑠𝑒𝑑𝑢𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎𝑠 ;𝑛𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora