POV NARRADOR
Después de que los gemelos a regañadientes repararan los establos, la noche los había llamado al fin a dormir.
Cuando la luna cambio turno con el sol, este comenzó a rozar cálidamente la piel lechosa de la dueña de los ojos azules, lentamente abrió los ojos, su compañera aun dormía profundamente así que salió de la cama y se preparó para el día lo más silenciosa posible, se agachó al suelo para comenzar a poner un poco de orden que asaltar la valija de su amiga había dejado la mañana anterior, junto a aquel vestido que tanto repudiaba un pequeño brillo producto de la misma luz del sol llamó su atención –el collar- murmuró para ella tomándolo y saliendo de ahí.
Para Hipo la mañana no había sido muy diferente, había despertado antes que los demás, era día de pesca y el mejor momento era al salir el sol, cuando regresó al centro de la Isla Dragón, notó por la quietud que sus nuevos residentes aun no despertaban y en pos de prolongar dicha paz, regresó a la armería a dibujar un poco. Se recargó en Chimuelo y dejó al tiempo pasar.
Un rato después, un toquido atrajo su atención Hasta que escucho que alguien tocó la puerta, enseguida Chimuelo levantó las orejas y movió la cabeza extrañado.
-Axe?- se escuchó la voz favorita del jinete haciéndolo ponerse enseguida de pie.
-A..Astrid...- decía agitado mientras abría la puerta y peleaba por tratar de estar lo más presentable posible, abrió la puerta y se encontró con la ojiazul al fin -Astrid ¿está todo bien?- le preguntó nervioso
-Todo está perfecto – respondió sonriendo al notar su nerviosismo -¿puedo pasar? – le pidió mirando hacia adentro
-Por supuesto... claro.. si si... adelante – respondía Hipo haciéndose a un lado para que pudiera pasar, la ojiazul entró ante la invitación, se sentó en la silla del escritorio del castaño y dejó escapar un suspiro -¿Segura que está todo bien? – la cuestionó de nuevo Hipo cruzándose se brazos mientras se recargaba en la mesa quedando de frente a Astrid.
-¿Recuerdas que camino a casa ayer me contaste un poco de...bueno ya sabes... tus relaciones mercantiles y esas cosas?- preguntó Astrid algo apenada
-Claro... ¿necesitas hacerte de algo?-
-En realidad...- dijo suspirando una vez más y abrió su mano exponiendo un hermoso collar –necesito deshacerme de algo- la ojiazul estiró su mano ofreciéndole el collar
Hipo lo tomó y comenzó a analizarlo, dije circular, tallado finamente y con un enorme zafiro en el centro, por su peso y brillo se dio cuenta que no se trataba de una clase de acero o hierro... de hecho, nisiquera era plata, era oro blanco, el metal más difícil de conseguir en el archipiélago...
-Fue un regalo de mi madre...- habló Astrid con tranquilidad, haciendo que Hipo dejara de ver el collar para mirarla a ella –Ella... no era originaria de Berk, sino de una isla al norte... muy al norte... a un mes de distancia en barco desde Berk... cuando llegaron a las costas de los Mercados del Norte buscando nuevas rutas comerciales, se encontró con un grupo de Berkianos, entre ellos... mi padre... mamá me decía que en cuanto sus ojos se cruzaron supo que no podría vivir sin él- le contó con una sonrisa melancólica
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LA ÚLTIMA VALKIRIA (Remaster)
FanfictionVersión no cringe de "La Última Valkiria", corregida y aumentada. Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia? Un fanfic que da u...