CAP 27. UN BAILE CON EL ADVERSARIO

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POV NARRADOR

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POV NARRADOR

-Dale tiempo amigo... necesita recuperarse- fue todo lo que pudo decir Patapez tratando de tranquilizar al perturbado jinete.

Él se limitó a asentir, tomar un poco de aire y alejarse del grupo el cual aún estaba impactado por sucedido, ni siquiera sabiéndolo como algo inevitable pudieron prepararse para este evento.

***

A mitad de los difíciles mares del archipiélago, una rubia le pedía a su dragona que volara a una velocidad que ni siquiera conocía, no sentía pena, dolor, odio, emoción, alegría... nada, solo no sabía cómo reaccionar.

Ya no tenía hogar, un refugio o un lugar a donde ir... sin dirección siguió volando hasta que las alas de Tormenta no pudieron más.

Aterrizó en una isla solitaria, la noche ya estaba dando sus primeras pistas, cenó algo, hizo una pequeña fogata y se dispuso a acampar ahí.

Con el fuego dándole calor y su dragona acostada a su lado, Astrid solo miraba las llamas bailar por el viento, sus ojos azules estaban perdidos, preferiría mil veces enfrentarse a un ejército de marginados que tener que lidiar con esto.

Su cuerpo no le permitía reaccionar a la bomba de sentimientos que se apoderaban de ella, tragó saliva pero no se permitió expresar una lagrima más, solo dejó a las llamas navegar en su mirada hasta que a mitad de la noche, el sueño la venció.

Cuando la mañana llegó, la costa se había escondido en una niebla particularmente pesada, ni siquiera notó cuando su fogata se había apagado.

Fue un rugido desesperado el que la hizo despertarse de golpe, volteó a ver a su dragona instintivamente, estaba bien pero perturbada por lo que había escuchado, ambas se levantaron rápidamente y comenzaron a volar en dirección al rugido.

-Sosténganlo- gritó un hombre mientras otros dos más amordazaban a una indefensa Pesadilla Monstruosa.

-¿Qué demonios?- murmuró Astrid cuando notó que habían enjaulados otros dos dragones -vamos Tormenta- le pidió para enseguida volar sigilosamente hacia la escena –prepárate nena van a aprender a no tocar un dragón nunca más-

Tormenta asintió y voló directamente hacia dos de ellos, los sostuvo con sus patas y los arrojó sin piedad al mar.

Dio muestras de su perfecto entrenamiento al esquivar las flechas de los arqueros que comenzaron a disparar en el momento en que en Nadder se presentó.

-Es ella- gritó un poderoso vikingo sacando una flecha envenenada con raíz de dragón –se ha vuelto descuidada- murmuró apuntando al nadder

-Tormenta arroja espinas- ordenó Astrid, ella obedeció derribando con ello a 4 de los arqueros, justo después de ese movimiento una herida punzante en la dragona hizo que perdiera el equilibrio. Aunque la rubia se aferraba a tratar de recuperar el control, ambas cayeron al suelo quedando inconscientes.

LA ÚLTIMA VALKIRIA (Remaster)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora