LA ÚLTIMA VALKIRIA (Remaster)

CAP 67. LUZ

POV HEATHER

-Nada- dije mientras nos refugiábamos en una isla cercana marcada por Hipo en el mapa, ahí los esperaríamos hasta que lleguen

-Patapez ¿estás seguro que es aquí?... es decir, eso es una isla cualquiera, no se ve aterradora ni mortal como para ser un lugar mítico que esconde una poderosa criatura que puede asesinarnos- decía Patán

-Mis cálculos no fallan es aquí- dijo ofendido por tal cuestionamiento –mañana se activa el nido, supongo que mientras no es más que una isla normal-

-Gemelos no pierdan de vista el horizonte, tenemos que estar atentos a la llegada de Hipo y Astrid- les ordené -¿gemelos? BUTILDA Y BRUTACIO- grité cuando vi que dejaron muñecos con sus cascos como vigilantes.

-Sigo sin comprender por qué están en el equipo- dijo Patán dejando caer su cabeza al suelo.

POV ASTRID

-¿Ya llegamos?-le dije desesperada al jinete que se había encargado de ignorarme todo el camino con tal de no responder mis preguntas

-En un momento- me contestó

-¿Yaaa?- le repetí otro rato de vuelo después

-Ca-asi- decía sonriendo

-Al menos habla conmigo de algo... no me lo tomes a mal, pero la curiosidad me da ansiedad- trataba de romper el silencio, aunque amaba la paz y el silencio, no estaba acostumbrada a estar callada con Hipo

-¿Tendremos hijos?- ...y adiós Astrid, primera vez que caigo del dragón, por fortuna Tormenta es rápida

-Bien ya entendí... me voy callada- le dije al recuperar mi lugar en el dragón

-Gracias a Thor- dijo riendo, este tipo sí que sabe cómo callarme.

Otro rato de vuelo más y comenzó a aparecer una isla hermosa llena de vegetación que era resguardada por una muralla de neblina, era tan alto que es imposible llegar ahí por barco.

-Listo M'Lady aquí bajamos- dijo para después descender y aterrizar en un plano.

El lugar era hermoso, una cascada ambientaba el silencioso lugar, la niebla se hacía presente también, pero dejaba a la vista pequeñas flores y árboles enormes que dejaban a los rayos del sol asomarse entre ellos.

-Astrid- escuché una voz suave detrás de mí.

-¿Siv?- dije al verla

...flashback...

POV HIPO

La noche de ayer con Astrid fue dura, ninguno dormimos, algunos estábamos ocupados rezando y rogando que Gothi la salvara y otros estaban pensando en cómo proseguir. Tras salvarla en un comienzo y tomar la decisión de fingir su muerte las cosas no estuvieron mejor, durante la noche tres veces su corazón se detuvo por falta de sangre, en una de esas ocasiones Gothi declaro que no podía hacer más y sello su frente con la runa de la muerte, pero mi mujer es terca y regresó una vez más. Dormir es un asunto sobrevalorado por ahora, después de un pequeño desacuerdo con mi madre y Heather tuve que salirme para que la asearan, estando en la sala pude ver como Chimuelo y Tormenta se levantaban de repente y comenzaban a caminar en círculos, Chimuelo comenzó a dar pequeños saltos a la puerta invitándome a montarlo, no quería moverme de esa cabaña, pero si algo aprendí a la mala, es que debes escuchar a tu dragón. Sin más los tres salimos volando.

Fue nada cuando terminamos internados en el bosque, y justo frente a nosotros vimos a una anciana conocida

-¿Siv?- pregunté al verla sentada tranquilamente

-Oh al fin llegas...- dijo tranquila –Astrid ¿me escuchó?-

-¿Disculpe?- le pregunté ignorante de lo que hablaba

-¿Se aferra o no a la vida?- así que ella lo sabia

-Lo hace... ¿usted lo sabe? - le decía mientras notaba a Chimuelo distraído y vigilante

-Los dioses mismos lo saben... Ahora a lo que he venido- me decía mientras se acercaba y me entregaba un papel –cuando vayan al nido, antes vengan a verme, hay cosas que tienen que saber... los esperare paciente-

-Habla en plural... eso implica que Astrid... ¿resistirá?-

-Me gusta pensar que sí- dijo mientras comenzaba a caminar hacia el bosque

-Espere... ¿pero cómo llegó? - le pregunté al recordar la distancia y dificultad de llegar en barco –y como planea llegar ahí-

Ella sonrió de lado e hizo un discreto silbido que dejo ver lo que nunca en mi vida espere ver.

...fin del flashback...

POV ASTRID

-Mi niña... sabía que lo lograrías- dijo sonriendo mientras me sentía aprisionada por sus brazos –Sus majestades- decía orgullosa mientras hacia una reverencia. Acostumbrar a la gente a que no haga eso nos va a llevar tiempo

-¿Qué haces aquí?- le dije sorprendida -¿Cómo llegaste?... es decir ¿Cómo escalaste aquí?- sonreía nerviosa de tantas preguntas

-Y ahí esta- dijo Hipo acercándose a la dragona que apareció de la nada.

-¿Qué demonios?- dije al verla, era una versión blanca de Chimuelo, con ojos azules, delicada y curiosa, enseguida aceptó a Hipo y comenzó a jugar con Tormenta y Chimuelo -Otro Furia Nocturna-

-En realidad, es un furia luminosa, gobierna la luz tanto como su Furia Nocturna gobierna la noche- nos comenzó a explicar... cuando él fue creado, nació con una hermana que sería su opuesto pero que tendrían una misión en común, ayudar a los humanos a destruir el nido, un guerrero y una mensajera, uno lucharía a lado del elegido y la otra enviaría esto a la tierra- dijo acercando dos piedras similares a las lentes pero mucho más pequeñas y sin el marco y entregándonos uno a cada uno –¿alguna vez se preguntaron por qué los vikingos que comían el corazón de las valkirias no obtenían el poder?-

Ambos despegamos la vista de nuestras respectivas piedras para ver con asombro como todo tomaba sentido. –el corazón de la Valkiria no funciona sin el alma del elegido, fue una treta muy sabia de los dioses... cuando las cuatro lentes estuvieron en tus manos, la Furia Luminosa vino a mi...ahora mi misión ha terminado al fin- dijo suspirando

-¿Siv?... – le dije al entender a lo que se refería

-Conserven las piedras con ustedes, cuando llegue el momento, ambas se activarán- dijo mientras se acercaba a la furia luminosa, ella por su parte nos reverenciaba en forma de despedida... -su trabajo también ha finalizado en el mundo mortal por ahora ambas vamos al fin a nuestro hogar, los dioses están de su lado y los bendicen a cada paso –

Le regalé una sonrisa mientras veía a mi vieja amiga y protectora decirme adiós, mi mano se aferraba a la mano de mi compañero y la otra guardaba posesivamente la piedra.

-Voy a necesitar unas largas vacaciones después de esto- murmuró Hipo que se encontraba en la misma situación que yo.