Versión no cringe de "La Última Valkiria", corregida y aumentada.
Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
Un fanfic que da u...
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POV NARRADOR
Dejaron a los dragones, incluyendo a Chimuelo en la cala y comenzaron a caminar hacia la cabaña de Astrid, los chicos aprovecharon para ir a saludar a aquellos que habían dejado atrás en su huida, los jefes se fueron cada uno con sus respectivos ejércitos, Gothi tomó rumbo a su pequeño hogar y Bocón se aseguró de ir a la armería a ver qué había pasado en su ausencia.
Al final de aquel trayecto, solo dos habían llegado, en silencio entraron, justo como la dejó se conservaba esa casa. Hipo se sentó en el sofá sin decir nada y aferrándose a la mano de la valkiria la hizo sentarse a su lado.
Él la observo por un rato tratando de adivinar sus pensamientos, por primera vez en mucho tiempo, no podía leerla.
-No lo hagas- dijo al fin mientras sus ojos luchaban una mortal batalla por retener las lágrimas –vámonos... desaparezcamos... tenemos dragones, podemos irnos de aquí... desaparecer...- le rogó
-¿Y huiríamos el resto de nuestras vidas?...- le decía tranquilo mientras sus manos se concentraban en jugar con los rubios cabellos de la chica -abandonaríamos a nuestros amigos o los condenaríamos a la misma vida... ¿Qué va a ser de los tres clanes que claramente ahora serán objetivo del resto?... y los dragones que debemos proteger... el nido a destruir-
-¡NO ME IMPORTA!- dijo Astrid levantándose gritando de desesperación mientras su cuerpo incluyendo su boca temblaba de desesperación y un incontrolable miedo –no puedo perderte de nuevo- Hipo se levantó y le brindo una sonrisa de nuevo para tranquilamente esculcar en los bolsillos de su ojiazul, sacando aquel frasco que Astrid había robado de Gothi momentos antes.
-Pero estabas dispuesta a condenarme a mí a eso- le dijo tranquilo -última vez que haces una estupidez como esta- le advirtió entre murmullos a la ojiazul –dime... te matabas y ¿después?... el trono no quedaba para nadie, perfecto, y luego ¿Qué esperabas que hiciera yo sin ti?-
-Era la única manera de detener esto... Hipo, Camicazi tenía ya la carta, a mi muerte, Estoico y los clanes estarían obligados a protegerte... -
-Había otra manera Astrid... pero eres tan orgullosa y necia que no lo pudiste ver- le reprochó Hipo
-No... si la vi- contestó en el mismo tono –y trate de evitarlo, y sin embargo aquí estamos, a unos minutos de que arriesgues tu vida, y en caso de que vivas, tomes el trono que sé que JAMAS hubieras querido... -
-Astrid, Astrid, Astrid- le repetía tratando de tranquilizarla y tranquilizarse él –tú sabes, mejor que nadie que no me importa nada en este mundo como me importas tu... bueno quizá Chimuelo- bromeó un poco –As... si tomar el mando de clanes que poco me importan es precio que debo pagar por ti... que así sea, ¿cómo puedo hacerte entender que lo único que no puedo ni voy a aceptar es un trato en el que no estés tu a mi lado?- cuando se lo decía se acerba a ella y limpiaba sus lágrimas mientras le regalaba deliciosas caricias a su rostro –ahora, ¿algún consejo que la mejor guerrera del archipiélago le pueda dar a este humilde novato?-
