Versión no cringe de "La Última Valkiria", corregida y aumentada.
Hipo al final de cuentas escapó de Berk, 10 años después la vida de Astrid termina en manos de un Maestro Dragón. ¿Podrá un amor sobrevivir a 10 años de distancia?
Un fanfic que da u...
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POV NARRADOR
-¡As!- gritó Heather en la arena cuando notó al nadder volando hacia ellos, llamando la atención de absolutamente todos ahí
-Astrid- murmuró el castaño aliviado por un segundo al verla ahí, aterrado un poco más al saber lo que vendría después.
Cuando Astrid aterrizo ninguno supo que hacer, se quedaron callados y quietos, hasta los gemelos se habían reservado cualquier mal comentario.
-Me alegra que estés aquí- fue Hipo quien rompió el silencio –estaba preocupado-
-Pues prepárate para preocuparte más- dijo caminando hacia él –Hipo, tenemos que hablar-
-Bien... vamos a charlar- aceptó cediéndole el paso.
En la mente de Hipo, tenía relación con el ámbito personal, y eso era algo que solo ellos debían arreglar.
-En realidad nos compete a todos- dijo Astrid entendiendo sus intenciones, suspiró y mostró un papel que había guardado, sin más comenzó a contar toda su historia... -...su nombre era Viggo Grimborn-
-Tremendo nombre- interrumpió Brutilda –aterrador, pero tremendo, Astrid se limitó a poner los ojos en blanco.
-Hipo, esta subasta se llevara a cabo en cuatro días, no dice dónde pero tengo la impresión de que esos símbolos son un código, es nuestra oportunidad para saber más de ellos- dijo Astrid
-A ver a ver a ver, déjenme ver si entendí, exactamente ¿por qué nos vamos a meter en problemas que no nos competen?... es decir no es que me moleste un poco de acción...pero hasta ahora nos la hemos llevado bien, bastante tranquilos en nuestro hogar, sin riesgos de morir por unos locos cazadores de dragones- dijo Patán quien para sorpresa de todos dio un punto valido.
-Atormentan, amordazan y tienen en jaulas a dragones que después seguramente venderán al mejor postor, y ¿sabes para que los compran?, si para matarlos y quitarles la piel, huesos y todo lo que puedan utilizar de ellos- le reprochó Astrid – ¿te gustaría que eso le hicieran a Colmillo?- esas palabras hicieron que los ojos de Patán se pusieran llorosos
-No- dijo entre pucheros abrazando a su dragón
-Bien, pues ningún dragón lo merece, cada uno de nosotros ha visto y generado la muerte de al menos uno de ellos porque el pueblo nos dijo que así debía de ser, hoy sabemos que no es así, que son criaturas que merecen ser libres y que necesitan que luchemos por ellos...- suspiro entonces, sus palabras tenían encantado al mismo Hipo –luchar por las vidas que podemos salvar quizá nos redima de aquellas a las que se la arrebatamos-
-Astrid tiene razón- intervino Patapez –si lucharemos por ellos cuenten conmigo-
-Conmigo también- lo secundó Heather poniendo su mano sobre el hombro de Patapez en forma de apoyo