Como Capitán América

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Loki me dijo que él se encargaba del hombre de hierro y me pidió que vigilara el teseracto. Si, suena a aburrimiento, hasta que Natasha tuvo pena de mi y vino a jugar.

Estuvimos un rato peleando hasta que caí por del edificio, y por suerte caí en la planta de abajo.

Vi a Rogers pelear contra algunos del ejército de Loki cuando tuve una idea.

Me convertí en Capitán América y volví con la Viuda Negra.

- Nat - la llamé. Ella se giró, y al ver a Steve se tranquilizó. Obviamente aún no sabe de mis poderes -. ¿Necesitas ayuda?

- No se como desconectar esto...

Entonces vino Thor, el hermano de Loki, y también se creyó que yo era Steve, porque había visto en el piso superior a Loki hablando con Tony.

- ¿Tu sabes desconectarlo, Thor?

- Creo que... Necesitamos el cetro de Loki.

- Voy yo - me ofrecí. Ellos me miraron y asintieron con confianza.

Sabía dónde estaba el cetro porque era donde había caído yo cuando Natasha me tiró. Lo cogí y volví a la azotea.

Thor me tendió la mano indicándole que se lo diese, pero sonreí maliciosamente.

- Que te lo has creído - me burle convirtiéndome en mi.

Usé el cetro para que Natasha me obedeciera, y lo cierto es que fue todo un privilegio verla luchar contra Thor. Normalmente hubiese ganado él, pero obviamente sabía que Nat no era consciente de lo que hacía. Por eso no quería hacerle daño. Al final se dio cuenta de que para detenerme no había otra y mandó a la Viuda Negra a la otra punta de la azotea.

- ¿Qué es lo que te ha hecho mi hermano? - pre preguntó con una mezcla de preocupación e impotencia.

- Abrirme los ojos. Hacer lo que ninguno de vosotros había hecho antes.

- No me digas que te has enamorado de él - bajó los hombros y se relajó un poco.

- ¿Tienes algún problema?

- ¿En serio? ¿Te has enamorado de tu secuestrador?

- Le agradezco que me secuestrara.

Y bien que se lo agradecía. ¡Incluso tenía WiFi solo para mí, en su piso! ¿Qué más podía pedir? Me trataba como a una reina...

- Estás loca. Esta no es la Brittany que conozco.

Odio que me llamen loca. Es Loka: L-O-K-A. Ya me enfadé con el editor de este libro por escribirlo en la portada con c, y tuve que arreglarlo con lo único que tenía a mano: un rotulador rojo.

- Soy como soy, y quién no me trague que se atragante.

Una historia de lokosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora