Siempre mis secuestradores

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Alguien llamó a la puerta de la habitación unos segundos después de abrir los ojos. Tenía miedo. Pensaba que todo lo de Loki y Luke había sido un sueño, que Loki seguía teniéndome encerrada, que no me amaba, que todas las series y películas eran producto de mi imaginación (y en ese caso, mi mente sería privilegiada si conoce las series sin tener Netflix. No tendría que pagarla). 

Bucky Barnes, alias el soldado de invierno entró con cara de pocos amigos. Vale, no era un sueño, Loki no seguía teniéndome secuestrada, cosa que en aquellos momentos más prefería. 

- Quiero que me cuentes todo lo que sabes sobre Steve Rogers y James Buchanan Barnes.

- ¿Dónde estamos?

- Responde si quieres que se te conteste. 

Y otra vez su voz amenazadora... Tengo que decir que ahora parece el típico tío asesino matón sin amigos que se gana la vida de ladrón, pero que es diferente, realmente. 

Le conté todo lo que sabía, solo porque me estaba apuntando con la maldita metralladora. 

Unos días allí y... ¿Lo adivináis? Creo que me había enamorado de él. Lo sé, soy super romántica (sarcástica). Me enamoro de mis secuestradores. ¿Quieres que me enamore de ti? Pues secuestrarme y soy toda tuya. No sé en que pienso, la verdad...

Tal y como he dicho antes, Bucky realmente era muy diferente al día en el que lo conocí; cada ver era mas majo. 

Una historia de lokosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora