Capitulo 18

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Narra Marceline:

El médico ya lleva media hora en la habitación y no puedo estar más nerviosa; me paseo por el pasillo, mordiendo mis uñas y incluso haciéndome heridas en los labios mientras Marshall sólo está sentado, aunque con un tic en la pierna.
Justo cuando estoy frente a la puerta, esta se abre, dándome un pequeño susto:

-Señorita Abadeer?-Me mira el doctor.

-Sí, soy yo, que ocurre? Ella está bien? Dígame lo que sea, por favor.

-Antes de nada, tranquilícese o tendré que darle una pastilla para la ansiedad, no quiero tener otra paciente.- A pesar de su duro tono, me da una sonrisa- Su... Novia? Está bien, creíamos que iba a caer en coma por el shock de lo ocurrido, pero es mucho más fuerte que todo eso, siéntase orgullosa de la mujer que tiene a su lado.

-Puedo... Pasar a verla?-digo con un hilo de voz y un nudo en mi garganta.

-Sí, puede pasar a verla, pero no la altere, por favor, estoy seguro de que se alegrará de verla.

Me quedo unos momentos pensando si entrar o no, tampoco quiero decir o hacer algo que llegue a hacerla llorar...
Respiro hondo y me dispongo a entrar, pero cuando la veo en la camilla, con un camisón blanco y una vía en su muñeca, no puedo evitar que se me salten las lagrimas. Ella está mirando por la ventana, así que no me puede ver y aprovechando esto, me seco las lágrimas y digo:

-Toc, toc-ella se gira hacia mi y su cara cambia por completo al verme.

-Marceline! Estas aquí, Dios siento tanto causarte tantos problemas, tu estabas enferma y-

-Sshhh, no digas más mi amor, no es ni tu culpa ni la mía- me acerco y deposito un beso en su frente- es culpa de esos... Mal nacidos, pero dejemos eso a parte, como te encuentras princesa?

-Bueno... Rara... Pero ahora que estás aquí, me siento muchísimo mejor- me dedica una débil sonrisa.

En ese momento, entra Marshall:

-Chicas... Este perdón por interrumpir pero... Tengo que irme y... Bueno, me alegra ver que tu estas más tranquila-me mira- y que tu novia está bien.

-Y tú... Eres? -Chicle mira algo confundida al chico.

-Oh, perdón, soy Marshall, el primo de Marceline y... La persona que te sacó de ahí por así decirlo.

-Oh Dios, estoy muy agradecida contigo, si no fuera por ti... No se... Que me hubieran acabado haciendo.

-Ahora no debes pensar en ello amor- acaricio la mejilla de mi chica.

-Exacto, ahora debes descansar, y gracias por cuidar de Marcie.

-Es un placer- suelta una pequeña risita.

Sin decir más, con una sonrisa a modo de despedida, sale Marshall, dejándonos nuevamente a solas.

-Sabes cuando saldré de aquí, cariño?

-Ostras... Pues... Le he preguntado de todo al doctor menos cuando sales... Te han echo pruebas y tal?

Ella niega con la cabeza y yo me quedo pensativa.

-Diria... Que como mucho, mucho, mucho, saldrás mañana, pero no te preocupes, porque yo estaré todo el rato aquí contigo, no te dejaré sola, ya verás que antes te cansas de mi.

Ella ríe y niega con la cabeza:

-Jamás me cansaré de ti amor.

En ese instante llegan tres personas, las tres mujeres.

-Buenas tardes, soy la doctora Rossie, y soy ginecóloga, ellas son las doctoras Annie y Megan, son forenses y vienen a realizar un informe para poder evaluar los daños que ha podido causar la agresión, y bien, señorita, usted se queda con ella?-Me mira.

-Si, le acabo de prometer que no me despegaré de ella, no puedo fallarle a la chica que me hace feliz.

-Oh, son pareja?-esta vez habla Annie.

-S-si señora-me sonrojo ligeramente.

-Awwww, amor adolescente, quien volviera a estos tiernos años? Pero bueno, debemos evaluar a la señorita Bonibble, y por lo tanto, cambiarla de sala, acompañenos señorita...

-Abadeer, Marceline Abadeer.

-Perfecto señorita Abadeer, acompañeme fuera para que mis compañeras puedan entrar la camilla transportable para llevarla a la sala pertinente.

Simplemente asiento, con semblante serio y espero fuera:

-Debo decirle esto, aunque le pueda resultar un tanto incómodo hablar conmigo de ello, pero al menos por un tiempo debería apartar cualquier comportamiento sexual hacia su compañera, no solo por los daños, físicos o incluso psicológicos, si no también por si hubiera algún tipo de enfermedad de transmisión sexual, ya que por desgracia, no hay métodos efectivos contra ello en cuanto al sexo lésbico.

En ese instante me pongo tan roja como un tomate:

-No se preocupe, la trataré como si de una muñeca de porcelana se tratase.

Ella sonríe y asiente, en ese momento salen las dos doctoras junto a la paciente y las seguimos a la consulta de ginecología, donde le sacan algunos tejidos mucosos de la vagina y hacen un pequeño examen, tal así como una ecografía; a simple vista sólo ven un desgarre, no demasiado grave.
En todo momento yo estoy a su lado, agarrandola de la mano y cuando todo acaba y vuelve a la sala, la doctora Megan me habla:

-Son ustedes dos muy fuertes, y una pareja de la que muchos jóvenes deberían aprender, son un ejemplo a seguir, espero que todo vaya bien y... Nos veremos en un tiempo, me temo que en el juicio que se acabará llevando a cabo, cuando se haya tramitado todo el papeleo de la denuncia.

Nosotras asentimos y le agradecemos todo a las tres doctoras, cuando las forenses se fueron, nos habla la doctora Rossie:

Bueno, pues me temo que tendrá que venir en unas dos semanas para hacerse un análisis de sangre, pero las buenas noticias son que ya puede irse, las dejo solas para que se cambie, pero si necesitan ayuda, estaré justo en la puerta.

Y... Hasta aquí este capítulo.
Muchísimas gracias por seguir leyendo a pesar del pequeño desastre que soy con las actualizaciones, son un amorsh 🥺
Y si os está gustando el drama, preparaos, porque los capítulos vienen cargados de buen dramita de la mejor pareja rollo bollo animada, y Canon además 😻
Les amo mucho, nos leemos pronto amores uwu

Romance en los pasillos del instituto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora