CAPÍTULO 4

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Pasaron 5 días desde que me dio otro ataque, el día de mañana hiba ser mi primer día en la universidad después de mucho tiempo, estaba nerviosa y a la vez emocionada, lo único bueno de esto es que mi hermano y mi mejor amiga estarán conmigo.
Eran las 11 de la noche y no podía conciliar el sueño, nadie sabe de mi enfermedad más que estas dos personas a que acabo de mencionar, y espero eso se mantenga así y no sea un problema en la escuela.

-Sakura ya dormiré, ¿no necesitas algo?-me dijo mi hermano.

-No, estoy bien, descansa.-le dije segura.

-Bueno, y tranquila todo va estar bien mañana.-se dió la vuelta con una sonrisa de burla en su rostro.

Le hice caso a Naruto y me dediqué a dormir...

Me desperté antes de que mi despertador sonará y eso me asombro ya que yo soy muy floja pero creo que esta vez era diferente, me metí a la ducha y gracias al bastante tiempo que tenía ayer ya tenía preparado mi ropa para hoy.
Me apresure para bajar a desayunar algo pero vaya sorpresa que me llevé al ver la hora...7:30...¡Dios mio! Era tardísimo.
Hiba a gritarle a mi hermano cuando hizo sonar el claxon de su auto, supuse que me estaría esperando y de inmediato bajé.

-¿Se te pegaron las sábanas o qué?-me dijo algo molesto.

-Cómo sea, arranca ya y vámonos.

Gracias a que no había nada de tráfico llegamos a tiempo, dios... la universidad si que era enorme y muy bonita por cierto, lástima que este llena de niñas y niños malcriados que se creen superiores solo por ir en una de las mejores universidades de Konoha, pero en fin, tenía que ir a mi salón, desafortunadamente mi hermano es un año mayor que yo y no estaría conmigo en mi misma aula, pero nose porque me preocupo por que estaré sola si 2 años lo estuve en ese hospital...
Me despedí de mi hermano.

-¿Nos vemos en la hora del almuerzo? -le dijé algo nerviosa.

-Claro, suerte. -se fue y sólo vi su silueta desaparecer.

Entre al salón y todos se me quedaron viendo como bicho raro a excepción de los hombres, me comían con la mirada, de estas miradas incómodas que te avergüenzan, me senté en mi pupitre y empecé a sacar el libro de la materia que me tocaría.

-Disculpa, ¿te puedes quitar de mi lugar? -me dijó una mujer de mi estatura o un poco más alta, con cabello largo rojo y con lentes.

-¿Dónde dice tu nombre?, yo llegue primero así que te jodes. -la ignoré por completo pero ella al parecer le importó un carajo mi comentario y me empujó, haciendo que me cayera y todos se dieran cuenta de la escena.

-¿Cuál es tu problema?-me levanté viéndola fijamente, si pensaba que me iría bien este cuatrimestre que equivocada estaba, al parecer, ya tenía quien me Jodiera por los meses restantes.

-Pasa que este lugar es mio, y si no te quitas yo misma lo haré y no te gustará nada, así que te largas a otro pupitre o...-la interrumpió una voz grave, al parecer era un chico con ojos negros, alto piel blanca y al parecer guapo ya que todas se le quedaban viendo y cuchicheaban cosas sobre el.

-Karin deja de hacer el ridículo y siéntate en otro lado.-no me esperaba eso de su parte, ahora se supone ¿Qué tengo que agradecerle?

Karin, ese es el nombre de la chica que tendré que soportar durante este tiempo, pero esque yo no me dejo de nadie, lo que me sorprendió es que como toda una sumisa accedió a lo que él le dijo y se fue, el chico paso alado mio sin decirme nada, creo que después de todo no tendré que agradecerle.

Llego el profesor, ya algo viejo pero vaya que señor tan guapo, tenía una figura espectacular y muy elegante, creo que después de todo me la pasaré de maravilla gracias a tremendo hombre que me tocó como profesor.

Destino. [Completa] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora