El algoritmo de la mente: el efecto ansiolítico de la poesía.

85. Arrebol

Quizá hablé de más,
pinté de azul donde me dijiste que no,
quisiera tenerte en la parte trasera del coche,
ayer alisté mis maletas a México, pero todo salió mal,
encontré una caja con tu nombre, no recuerdo quién sos,
supongo que soy el malo de la historia,
eso explicaría tu trato tosco,
eso explicaría porque no me quieres cerca.

¿Es justo ser asesinado sin estar en guerra?
Solo me acerque a ti sin querer pelear,
escuché tu silencio, sentí tu odio,
se sintió arisco en cada letra,
desde esa noche no sales de mi cabeza,
supongo que soy el malo de la historia,
lamento por haberte lastimado,
lamento todo lo que haya causado.

Cuéntame mis mentiras,
cuéntame cuáles fueron mis errores,
gritame si fue mi culpa, gritame si estás enojado,
no quise causar daño, tenía guerras incomprendidas,
hice todo lo que pude a mi alcance,
encuentrame cuando el arrebol haya aparecido
junto con un atardecer resplandeciente,
no sé si fue justo tu ataque,
no sé si fue justo ser atacado como lo hiciste.

Oye,
no sé quién eres,
quizá no es la forma en que debí acercarme,
quizá no es la forma en que me trataste,
¿es justo decir adiós sin saber que se está perdiendo?
solo recuerdo el sonido de las sirenas,
solo quería ser una buena persona
y devolver lo que no es mío.

Quizá te herí, quizá te lastimé,
quizá soy el malo de la historia,
solo te pido perdón,
aparentas ser un buen muchacho,
no te culpo por tus malos tratos,
a veces tenemos malos ratos,
y lamento lo que sea que haya hecho
para ser tratado como me trataste.

Puedes encontrarme cuando aparezca el arrebol,
si alguna vez estás listo,
si alguna vez quieres esa caja devuelta,
no sé quién seas y quizá lo vuelva a olvidar,
pero no dudes en escribirme o llamarme
si necesitas algo, si necesitas lo que no es mío.

Quizá tuvimos un mal inicio,
quizá fui un mal amigo o un mal hermano,
¿por qué me trataste como lo hiciste?
Ese pensamiento sigue en mi cabeza,
solo puedo decirte que si quieres llamarme, hazlo,
estaré en la avenida central al atardecer,
no sé por cuánto tiempo estaré,
solo espero estés bien,
y espero puedas perdonarme.