CAPITULO VIII.- NUNCA MÁS

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Salió al jardín y esperó con impaciencia. No le gustaba nada tener que esperar, era una de las cosas que detestaba de Maite. Esa insidiosa mujer lograba que su hija pusiera todo en segundo plano., el restaurante, su esposo, su vida... y a ella, su propia madre.

Felicia miró al jardinero que regaba las plantas mientras silbaba una tonada alegre.

_ Señora Pasamar, buenas tardes_ Saludó el contento hombre. Felicia ni siquiera se dignó en responder, no estaba de humor para entablar conversación con nadie. No es que fuera clasista ni mucho menos, era que la llegada de Maite Zaldúa la tenía con los nervios alterados.

La figura de su hija se dibujó en la entrada del jardín, se miraron a la cara. Camino avanzó hacia ella con una seguridad en sí misma que hacía poco no tenía. Antes de la llegada de Maite para ser exactos

Su hija tenía ese singular brillo en los ojos, era el mismo que aparecía en el pasado, cada que tocaba la hora de ir a su clase de pintura. ¡Maldita la hora en que le permitió asistir! ¿Cómo pudo poner sus ojos en ella? ¿Qué cosas le dijo Maite Zaldúa para atraparla en sus redes?

_ Don Nachito, buenas tardes_ Saludó Camino al buen hombre. Pero Felicia no le permitió responder al saludo.

_ Déjeme a solas con mi hija_ Ordenó al jardinero. Era la madre de la futura marquesa, así que el hombre dejó la regadera sobre un banco y se alejó de allí con una inclinación de cabeza.

Camino sonrió al amable hombre en señal de disculpa y él le concedió el perdón con una sonrisa más amplia.

_ Camino_ masculló la madre con mirada desafiante.

_ Madre, aquí me tienes_ Respondió ella_ Dime ¿Qué pasa?

_ No puedes irte con esa mujer. No te das cuenta del daño que podrías ocasionar ¡Maldita la hora en que volvió!

_ Podría decirte que lo siento mucho, madre_ Respondió Camino_ Pero si te soy honesta, no lo siento en absoluto. Porque no voy a sacrificar mi felicidad nunca más. Espero que lo entiendas.

_ ¿Qué quieres decir con eso?_ Balbuceó Felicia.

_ He retomado mi relación con Maite_ respondió Camino.

_ ¡Basta de tonterías! ¡Nunca lo entenderé! ¡Jamás lo aceptaré!

_ Estamos juntas de nuevo_ Murmuró Camino en respuesta_ Y esta vez, es para siempre. No habrá nada que me separe de ella.

_ No estarás hablando en serio... Camino por favor_ Suplicó Felicia, recurriendo al viejo recurso del chantaje_ No puedes hacerme esto. Hija, no me causes este sufrimiento. Tienes que sacarla de tu vida.

_ Sin ella... ¿Cuál vida, madre? ¿Es que no la has entendido?_ murmuró Camino_ Quieres de vuelta a la Camino desgraciada que camina por los alrededores de Acacias 38 como si fuera la llorona loca.

_ ¡Eras feliz sin ella!_ masculló Felicia_ Tu vida era tan normal como la de cualquiera.

_ No te confundas madre_ Respondió Camino_ Pensar en volver a verla era lo único que me permitía seguir viviendo. Si Maite me deja ahora, no lo voy a soportar.

_ ¡Ella no te ama! ¡Eres su capricho! _ Atacó Felicia.

_ Me ama_ Respondió Camino_ No vas a sembrar la duda en mí. Maite me ama. Me lo ha demostrado con creces. Volvió por mí.

_Pasaron muchos años para que se acordara de ti. ¿No crees? No hace ni dos días que volvió a Acacias. ¿Cómo puedes estar segura que volvió por ti? _ Felicia ya lo sospechaba, solo que se resistía a creerlo.

EL DÍA QUE MAITE VOLVIÓ A ACACIAS  fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora