CAPITULO XXII.- UN Día EN LA VIDA DE... (FINAL)

1K 60 2
                                    

Dos semanas después.

Maite abrió los ojos y se encontró con otro par que la miraba con especial intensidad, miró hacia abajo y descubrió lo que ya había notado desde hacía un minuto.

Camino jugueteaba con su mata de rizos de manera distraída.

_ ¿Me miras mientras duermo?_ susurró Maite con un suspiro enamorado.

_ ¿No puedo?_ Respondió Camino mientras subía la mano y acariciaba ahora sus caderas.

_ Son los beneficios que da el ser tu mujer.

_ Mi mujer_ respondió Camino con mirada soñadora_ Se me hace tan natural oírte decirlo... y al mismo tiempo tan nuevo.

_ Amo despertar contigo. Estoy que no me lo creo, Camino. Y me da miedo que hagamos las cosas mal.

Camino se abrazó a su cuerpo y de dio besitos de consuelo en el hombro.

_ No, mi amor. No vamos a tener miedo. Hablemos de esto en calma, frente a la chimenea. Hagamos planes para todo, tal vez de momento no sea prudente salir juntas hasta que tengamos un plan para cada situación.

_ Haz madurado, pequeña Pasamar.

_ ¡Oye!

_ Te amo_ Sonrió Maite_ Te amo. Gracias por luchar conmigo, por defender nuestro amor ante todos los que se oponían.

_ Eres mi lugar, Maite. No puedo estar sin ti, ya no_ Susurró Camino_ Yo voy a donde tú quieras, como si es al fin del mundo.

_ Yo tampoco podría vivir sin ti, pero se acabó la angustia. Ya no hablemos de eso que nos hace daño.

_ Te voy a besar, Duquesa.

Maite se dejó besar durante mucho rato, estaban saciadas de hacer el amor durante toda la mañana.

Habían aprovechado que Mariana suplicó acompañar a Sasha al restaurante de Felicia, ya que ésta se había ofrecido a enseñarle a preparar una torta de chocolate con nueces.

_ Ojalá tu madre esté dispuesta a revelarle todas sus recetas a Sasha.

_ Ojalá porque eso la mantiene lejos de ti. También me gusta que a mi madre y Marianita las haya unido el gusto por la cocina. No hay nada que complazca más a mi madre.

_ No puedo creer que tu madre haya aceptado lo nuestro. Ayer tuve una pesadilla horrible... soñé que llegó un mago y le quitó el encantamiento... tu madre se puso a gritar como loca, exigiéndole a Ildefonso que te dejara preñada... fue horrible.

_ Mi amor_ dijo Camino sin poder reprimir sus carcajadas_ Pero qué imaginación tienes. Además, Ildefonso ya no vive en Acacias.

_ No te rías. Fue horrible_ se quejó Maite con cara de pena.

_ ¿quieres un besito? Así se te pasa el susto.

_ Sí, por favor.

Camino le dio el mejor beso del día. Uno de esos besos que la dejaban temblando por la intensidad.

_ Cariño, tenemos que salir de la cama. Tu hija no tarda en llegar. Y aunque amo estar retozando contigo ya la extraño ¿Sabes?

_ ¿De verdad?

_ Te lo juro. ¿Por qué lo dudas?

_ Por nada, es que me encanta la idea de que aceptes a mi hija como parte de mí. Me faltaba eso para ser completamente feliz. Me parece que tenemos sacar todas nuestras inquietudes para que no haya secretos entre nosotras.

_ Qué bueno que lo dices, porque ahora quiero hablar de Ildefonso ¿Tú sabías que es...?

_ ¿Qué le atraen los hombres?

EL DÍA QUE MAITE VOLVIÓ A ACACIAS  fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora