CAPITULO XVI.- UNA VIEJA TRADICIÓN

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¡Madre mía! ¡Estaba guapísima!

Camino tragó saliva cuando entró a la recámara y Maite estaba terminando de arreglarse.

Atrás había quedado el vestido de olanes, ahora vestía un traje de pernera en tono aceituna, irreverente y a la moda de parís como siempre.

_ ¿Te gusta lo que ves?_ preguntó Maite con una sonrisa complacida al ver la mirada apreciativa de su mujer.

_ Maite.

_ No te gusta_ dijo con pesar_ espera que me cambio.

_ ¡No! Me encantas... me encantas Maite. Por favor ve a hablar con mi madre y vuelve aquí de inmediato. De in me di ato ¿Entiendes?

_ Está bien_ Respondió Maite con una sonrisa deslumbrante.

_ ¡Espera! ¿Ni un beso?

Maite sonrió y le dio gusto a ambas, porque ella también deseaba ese beso.

_ Me hubiera encantado cargarte en la puerta como es la tradición, pero mi espalda no me lo perdonaría_ sonrió Maite_ Ya estoy vieja.

_ No digas eso_ Protestó Camino_ Cuando venga definitivamente a vivir contigo, entonces ya veremos quién carga a quién.

_ Entonces tendría que ser ahora_ murmuró Maite con expresión enigmática.

_ Ojalá fuera verdad_ respondió Camino_ No sabes lo que yo daría por ser tu mujer.

_ Lo eres, Camino_ Susurró Maite_ Eres mía y yo soy tuya. Nos pertenecemos.

_ Tengo miedo. Tengo mucho miedo.

_ ¿No te has dado cuenta?_ respondió Maite _ Oficialmente tu madre me ha dado su permiso para vivir contigo. No volverás con Idel como se llame.

_ No estás hablando en serio_ Dijo Camino con una sonrisa nerviosa_ No podemos hacer eso. Es hasta ilegal.

_ Si no quieres, puedes irte, Camino_ murmuró Maite con rostro desencajado_ Pero es lo que hay. A partir de este momento vivirás conmigo.

_Por supuesto que quiero Maite, pero...Ildefonso.

Maite se levantó de su asiento, caminó hacia el trinchero y sacó unos documentos de los cajones. Ante la mirada de Camino los puso en la mesa frente a ella.

_ Ya, supongo que es igual al que quemó Ildefonso. Pero todavía no me has dicho qué contiene.

_Efectivamente, es lo mismo. Lee_ Ordenó_ Y lo firmará, no tengo duda.

Camino tomó los documentos y comenzó a leer. A medida que pasaba las hojas, su expresión cambiaba cada vez.

_ Maite. Esto no va a ser posible_ balbuceó _ El marqués no va a aceptar, no puedes pretender que Ilde los firme.

_ El marqués no tiene posibilidad de negarse_ Dijo Maite_ Solo que no sabía quién estaba detrás de todo esto.

_ Pero, el marqués... sus guardias estuvieron allí, querían llevarme a la casa Pontones.

_ Lo sé. Posiblemente temía que salieras lastimada. A él le conviene que estés a salvo.

Maite le quitó los papeles de la mano y después los devolvió a su sitio. Todo esto en completa serenidad.

_ Camino_ comenzó Maite ante su mirada expectante _ Antes de venir a Acacias estuve pensando mucho en la manera en que nuestra separación se prolongó más de la cuenta.

_ Mucho más de la cuenta_ murmuró Camino en reprimenda_ Demasiado. Y fue tu culpa además.

_ Lo sé. Pero te juro que no fue intencional_ Respondió Maite_ Fui víctima de una traición, y estuve atada de pies y manos.

EL DÍA QUE MAITE VOLVIÓ A ACACIAS  fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora