CAPITULO VI.- EL VALOR DE UN VESTIDO

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Mensajitu: Ya estamos en la mitad de la historia. No quiero extenderme más porque quiero que el título de la novela sea lo mismo que el contenido. Espero les guste.

.....

Camino pasó cuatro puertas hasta llegar a la recámara de invitados que estaba preparada por si la Duquesa decidía quedarse.

Detrás de ella, pisándole los talones iba Maite. Si Camino se detenía, la Duquesa también lo hacía. No habían cruzado una sola palabra después que se levantaron del comedor.

Camino abrió la puerta e intentó cederle el paso a la Duquesa, Maite rechazó con un movimiento de cabeza, así que la más joven entró para de inmediato dirigirse al mueble donde tendría que estar lo que necesitaba para limpiar tan importante vestido.

Ninguna de las dos reparó en lo ostentoso de la habitación, todo digno de una Duquesa. El Marqués realmente se esmeró por quedar bien con la importante invitada.

Mientras la más joven revolvía entre los armarios en busca de algo que Maite empezaba a pensar que aún no se había inventado., la Duquesa se recargó en un muro para observarla mejor, Camino había cambiado muy poco, aunque en su actuar sereno se notaba el paso de los años, aún conservaba ese ímpetu de niña del que se había enamorado. Su rostro había acentuado su belleza, sus caderas se habían ensanchado lo suficiente para convertirse en una mujer irresistible, si es que antes no lo era ya. Sus pechos habían aumentado una talla. Se le revolvió el estómago al pensar en Camino en brazos de alguien que no era ella.

_ Camino_ Susurró Maite al fin, con esa voz que antaño la dejaba reducida a una adolescente balbuceante y temblorosa. Cuando la llamaba en medio de una clase para indicarle la manera en que debía mover la muñeca y perfeccionar un trazo.

Tragó saliva, al ver que la voz no le salía., no le salía porque nuevamente había quedado reducida a una adolescente balbuceante. Y la odió por convertirla en más de lo mismo.

_ Camino, déjalo ya_ Insistió Maite, aun observándola con especial atención.

_ Por aquí tiene que estar_ murmuró Camino, reacia a responder el llamado de su interlocutora_ Solo necesito un poco de Bicarbonato y el vestido quedará como nuevo.

_ Al diablo con el vestido_ Masculló Maite_ son dos insignificantes gotas, si la semana que viene decido usar el mismo vestido, nadie notará que no ha sido lavado.

_ Perdón, pero su vestido debió costar una fortuna...

_No finjamos que el precio de mi vestido es más importante que lo otro_ Masculló Maite.

_ No sé... a qué se refiere_ protestó Camino, fingiendo demencia., pero no pudo evitar contemplar a la mujer que aún le hacía balbucear como una colegiala. Maite seguía conservando su aire de mujer de mundo, experimentada, con una presencia que prometía el cielo en sus brazos.

_ Ya no eres una niña, Camino. Ahora eres toda una mujer. Y yo contribuí en eso... mucho. Tú y yo fuimos amantes, nos conocimos en todos los sentidos. Así que el temita este del vestido no hará que eso desaparezca_ soltó Maite, harta de fingir que nada tenía importancia.

Camino se quedó quieta en su sitio, sin saber cómo reaccionar a lo directa que estaba siendo Maite. Esa era una Maite completamente distinta a la que ella conoció., cuando se mostraba reacia a darle alas, cuando luchaba contra su curiosidad y se negaba a darle eso que Camino tanto deseaba., amor, romance y pasión sin medir las consecuencias.

_ Duquesa_ murmuró Camino después de cerrar las puertas del armario y caminar hacia ella. Deseaba poner distancia de por medio, no quería que volviera a romperla en mil pedazos... esta vez ya no habría como reconstruir su corazón. Al mismo tiempo quería correr hacia ella como cuando estaban en su pedazo de paraíso en el estudio de Maite.

EL DÍA QUE MAITE VOLVIÓ A ACACIAS  fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora