Los demonios también aman(NaMi)

1-Inicio

Natsu se despertó temprano, se vistió con su atuendo habitual y mientras daba un bostezo salió de la enfermería. Para su sorpresa, la gente ya estaba allí desayunando.

—Buenos días Lisanna—saludo a la joven que estaba detrás de la barra.

—Oh, buenos días.

—Ey, ya te encuentras mejor por lo que veo—comentó Gray bebiendo un zumo.

—Si, gracias por ayudarme ayer—dijo alzando el pulgar. El mago de hielo solo esbozó una sonrisa.

Quieto, mirando a todos lados, buscaba con la mirada a la albina de pelo largo que le ayudo el día anterior. Normalmente Mira estaba siempre por esa zona pero no había rastro de ella.

—¿Donde esta Mira?—pregunto siguiendo con la búsqueda.

—Oh, Mira tenía una cita hoy—contesto Levy.

—¿Con el dentista?—todos cayeron ante la pregunta del pelirosa.

—No, ha tenido una cita con un chico—explico Lisanna.

Un aura roja emergió de un rincón, se escuchaba como un gruñido y una persona alta, musculosa y con los ojos rojos se acerco hasta donde estaban ellos.

—¿Quien se atreve a tener una cita con mi hermana?—gritaba Elfman.

¡Dong!, un ruido parecido al de una campana se escucho y el joven cayo al suelo, Lisanna le había dado con una sarten para dejarlo KO.

—Que extraño—dijo Natsu.

—¿Te parece raro que la gente tenga citas?—Gray suspiro por la inmadurez de este.

—Bueno, tú rechazas siempre a Juvia—señalo.

La maga rompió a llorar haciendo que se inundase de agua el gremio.

—¡Idiota!, ¿es que nunca puedes cerrar la boca?—pregunto el mago de hielo subiéndose a la mesa.

—¿A quién llamas idiota?, ¡acepta salir con ella de una vez!—le reprocho imitando a este en otra mesa cercana.

Por suerte, la cosa se calmo ya que Lisanna hizo lo mismo con Juvia.

—De verdad, esto con Mira no pasaba—dijo soltando un suspiro.

Natsu al estar ya recuperado, aprovecho para desayunar y alimentarse bien, estaba hambriento y se vio reflejado en la cantidad de comida que ingirió. 

Mirajane apareció al cabo de unas horas por el gremio y como era de esperar, saludo a todos con aquella sonrisa tan suya.

—Natsu, ¿ya estás mejor?—pregunto acercándose a este.

—Claro—saco musculo de su brazo.

—Ya lo dice el dicho, mala hierba nunca muere—dejo escapar Gray.

—¿Qué has dicho pervertido?—se puso en posición de pelea.

—Hermana...hermana...—Elfman interrumpió acercándose a esta—¿es cierto que has tenido una cita?—pregunto llorando.

—¿Una cita?, no realmente, solo he ido a encargar algo—contesto guiñando un ojo.

Eso hizo aliviar a su hermano que simplemente se fue hasta su mesa y empezó a beber tranquilo.

—Yo me voy yendo ya—dijo Natsu—tengo que hacer cosas en casa.

—¿Quieres que te acompañe?—pregunto la albina.

—No creo que sea necesario.

—Es que me he olvidado de pasar a comprar unas provisiones—dijo soltando una risita.

—Oh, vale.

Ambos salieron rumbo a casa del joven, podía sentir el calor de aquella mañana, pero sobretodo, del viento que movía su bufanda y su pelo. Mirajane se fijo en como pasaba a cámara lenta, le pareció ver a otro Natsu.

—¿Vamos Mira?—pregunto unos metros delante suya.

—Ah, claro—contesto posicionándose a su lado—por cierto—se agarro a su brazo—deja que me quede así, no quiero que me molesten.

—Ah, vale—asintiendo.

Y así, emprendieron el camino ante la mirada de algunos curiosos. Mira sonreía feliz y Natsu...bueno, solo miraba los puestos sin darse cuenta de lo que pasaba.

Esto solo fue el comienzo de una bella historia de amor.

Continuara...