5-Lágrimas

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Natsu al ser conocedor de la noticia, no dudo en ir corriendo al gremio. Allí no encontró a Mirajane, la buscaba por todos lados, normalmente debería estar comprando en el mercado ya que ella era quien se encargaba de seleccionar las frutas más frescas y los alimentos para elaborar comidas para el gremio.

Solo quedaba un lugar, Fairy Hills. Primero, respiró un poco, se sentía cansado de tanto correr. Una vez recuperado, fue hasta el lugar todo lo rápido que le permitieron las piernas. Estaba delante del gran edificio y aunque no tenía permitida la entrada, lo hizo ante las quejas de la encargada.

—Mira—abrió con rudeza la puerta.

Respiró un poco de aire, el corazón le dolía mucho de todo aquel esfuerzo y mezcla de emociones.

—Natsu—ella se levantó de su sitio.

—Lo del periódico...no hagas caso...yo lo solucionaré. A fin de cuentas, solo somos amigos—dijo en un tono tranquilo.

—Entiendo y...—pero no pudo terminar.

—Tengo cosas que hacer, por favor Natsu, retírate.

El mago aunque no quería hacerlo, tuvo que acceder ante la mirada de ella, sentía algo extraño, pero no sabía muy bien como describirlo. Al marcharse, fue nuevamente regañado por la mujer, aunque volvió a hacer lo mismo, omitir sus palabras.

Al llegar a casa, Natsu se sentó en aquella penumbra y soledad, estaba a oscuras completamente y Happy no estaba allí ya que había ido de misión con Charles y Wendy.

—¿Por qué me siento así?—se agarró el pecho sintiendo algo en este.

Era un pequeño dolor, uno que no parecía grave, pero que si era molesto. Además de eso, un fuerte nudo en la garganta.

—¿Qué me pasa?...¿Por qué estoy...llorando?—vio como las lágrimas caían al suelo mientras su boca se sentía amarga y sus fosas nasales se obstruían.

—Natsu...Natsu...—al alzar su mirada vio a Igneel.

De hecho, era como si estuviera en su interior.

—¿Igneel?.

—Muchacho...has crecido mucho...estás...enamorado de Mira—aquellas palabras no tenían sentido.

—Pero yo...yo...—no sabía como explicarlo.

—El amor es algo que es complicado de explicar...pero no debes temerlo...aferra la esperanza a tu corazón y deja que los sentimientos fluyan a través de ti.

El dragón escupió un poco de fuego y esbozó una sonrisa.

—Pero...tengo miedo...miedo...eso es lo que siento—tenía los ojos llorosos.

—El miedo no es malo, te dice cual es tu debilidad y cuando eso pasa, te haces más fuerte—ahora era la imagen de Gildarts.

—Gildarts...¿qué haces aquí?—pregunto.

Entonces una voz se escuchó de atrás.

—Maldita cabeza llama, ¿acaso no sabes nada del amor?—pregunto Gray.

—¡Pero si tu rechazas a Juvia!.

—Cuando un dragón ama, lo hace para siempre—Gajeel fue quien intervino ahora.

Lejos de allí, una recién casada hablaba por teléfono.

—Si, las fotos han quedado geniales, muchas gracias—dijo cambiando el tono de su voz.

Una vez terminada la conversación, colgó para después estirarse.

—Cariño, ¿qué te parece como ha ido mi plan?. Ups, lo olvidaba...no tienes nada que decir—cerca suya encima de la cama, estaba el cuerpo ensangrentado de un hombre.

La mujer se levantó de su asiento antes de salir a aquella terraza, era su noche de bodas y aquella brisa movía sus mechones.

—Me pregunto como saldrás de esta Mirajane...siempre tan guapa...siempre ensombreciendo a las demás chicas...en fin...—se sentó bajo la luz de la luna mientras se tomaba una copa de vino.

Mientras, el joven Natsu regresó en sí sudando y agotado mentalmente. Solo pudo tirarse encima de la cama y cerrar los ojos. Aún tenía lágrimas en su rostro y una fuerte angustia en su pecho que le oprimía y dolía haciendo que sufriera mucho.

Continuara...

Los demonios también aman(NaMi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora